Finalmente, en la noche del lunes 11 de noviembre el cuerpo de Andrés ‘Pillín’ Bracamonte fue retirado del Instituto Médico Legal (IML) y trasladado en el marco de un fuerte operativo policial hasta un cementerio de una localidad ubicada al oeste de Rosario.
Camionetas del Grupo Táctico Multipropósito, que estuvo en la puerta del IML, ubicado en bulevar Avellaneda y 3 de febrero, partieron poco después de las 22 con el cuerpo del líder de la barrabrava de Rosario Central, que fue asesinado en la noche del sábado pasado, a pocas cuadras del estadio.
Durante el domingo y buena parte del lunes corrieron diversas versiones sobre el traslado del cuerpo, la mayoría señalaba que ninguna sala velatoria de Rosario lo aceptaba por miedo a desmanes, atentados o incidentes y otras indicaban que lo mismo pasaba en salas ubicadas en las ciudades linderas. Dichas versiones fueron negadas desde la asociación de empresas fúnebres de Rosario, al señalar que ningún familiar o allegado a Bracamonte se acercó a consultar sobre los servicios de sepelio.
Finalmente, el cuerpo fue retirado en un operativo prácticamente secreto. El lugar de destino no fue revelado por fuentes oficiales. Si se aclaró que no fue sepultado en el cementerio La Piedad, ubicado en la zona oeste de Rosario, versión que también se mencionó en la noche del lunes.
Fuerte custodia y operativo policial para evitar nuevos ataques. Foto: Marcelo Manera
El cuerpo de Bracamonte fue trasladado al cementerio privado El Prado, situado sobre la ruta nacional 33, en el ingreso a la ciudad de Pérez, al oeste de Rosario, donde quedó en depósito, a la espera de ser cremado (la autorización la debe dar la Justicia).
En tanto, el cuerpo del otro barrabrava asesinado en la noche del sábado, Raúl ‘Rana’ Attardo, que fue velado en una sala ubicada en calle San Lorenzo al 3000, entre Ovidio Lagos y Riccheri, fue sepultado en la tarde del lunes en el cementerio El Salvador.
El cuerpo de Bracamonte permanecía alojado en el IML. Foto: Marcelo Manera.
Los hechos
Bracamonte, de 53 años, y Attardo, de 55, fueron asesinados minutos antes de las 22 del sábado 9 de noviembre, mientras estaban a bordo de una camioneta, en bulevar Avellaneda, entre Reconquista y Del Valle Iberlucea, a cuatro cuadras del estadio Gigante de Arroyito.
Los primeros datos brindados por el fiscal a cargo de la investigación, Alejandro Ferlazzo, señalan que los atacantes fueron 3, que llegaron caminando y efectuaron al menos una decena de disparos contra los dos hombres, que resultaron gravemente heridos y fallecieron a los pocos minutos.
Una de las imágenes que circulo en la zona del ataque.
Al momento del ataque, las luces del alumbrado público que están sobre el bulevar estaban apagadas y por las calles iba caminando una importante cantidad de gente, que volvía a sus casas tras presenciar el partido que Rosario Central perdió ante San Lorenzo.
Por el ataque, de características sicarias, hasta el momento no hay detenidos.
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