Comenzó como una investigación por violencia de género y terminó con un vecino de barrio Mariano Comas condenado por múltiples delitos. Luis Mariano Tacca firmó un acuerdo de juicio abreviado el fin de semana, tras lo cual recuperó la libertad.
Mariano Tacca firmó un juicio abreviado en el que también se responsabilizó por otros delitos, como tenencia indebida de arma de fuego.
Comenzó como una investigación por violencia de género y terminó con un vecino de barrio Mariano Comas condenado por múltiples delitos. Luis Mariano Tacca firmó un acuerdo de juicio abreviado el fin de semana, tras lo cual recuperó la libertad.
El santafesino de 46 años, que en marzo fue imputado luego de ofrecerle una coima al comisario que lo fue a detener, fue nuevamente encarcelado el viernes pasado. La fiscal Jorgelina Moser Ferro le atribuyó más delitos, entre ellos una amenaza a su expareja, y junto al defensor Alejandro Otte y al querellante Matías Pautasso convinieron la realización del juicio abreviado.
Fue así que el sábado, ante el juez Jorge Patrizi, Luis Mariano Tacca asumió la autoría de "tenencia ilegítima de arma de fuego", "cohecho activo", "incumplimiento de mandato judicial" -2 hechos-, "incumplimiento reiterado" y "amenazas". Los últimos tres delitos, en contexto de violencia de género.
La condena fue de 3 años de prisión que, debido a la falta de antecedentes penales, será de cumplimiento condicional. Tacca recuperó su libertad bajo una serie de reglas de conducta. De no cumplirlas podría terminar tras las rejas.
Romina, quien mantuvo una breve relación con Tacca y asegura que desde que lo dejó él la acosa, denunció el 1 de marzo que su automóvil había recibido un disparo y que su expareja habría sido el autor. La causa cayó en manos de la fiscal Moser Ferro, que tras varios días de investigación solicitó al juez Pablo Busaniche una orden de allanamiento.
Con la autorización del magistrado, efectivos de la Comisaría 1ra. se presentaron en el domicilio de 4 de Enero al 3600, donde encontraron un arsenal: una escopeta calibre 12mm, un Winchester calibre 44 y un revólver calibre 38. Le comunicaron al dueño de casa que la orden incluía su vehículo personal, por lo que trasladarían el operativo hasta donde lo tenía guardado.
Nervioso, Tacca intentó negociar con el comisario, preguntándole "si se podía arreglar" la situación de otra manera. Ante la negativa del policía, el hombre salió corriendo en dirección a una cochera ubicada a 100 metros del lugar. Aprovechó que el portón estaba abierto para ingresar rápidamente y trabarlo desde el interior, dejando a los uniformados que lo perseguían en la calle.
Momentos más tarde una mujer les permitió el ingreso al galpón, que estaba todo oscuro. Apenas vió la silueta del sospechoso, el comisario dio la voz de "alto" y apuntó con su arma reglamentaria. Al verse acorralado, Tacca se entregó. Tenía en su poder una pistola automática calibre 22 marca Taña, cuyo cargador contenía 5 cartuchos. Además, el parte policial informó que estaba en posesión de un artefacto similar a una bomba Molotov (un envase de plástico que contenía goma espuma, trapos y una mecha).
Tacca recuperó la libertad el 8 de marzo, bajo una serie de medidas alternativas a la prisión preventiva impuestas por el juez Octavio Silva. Entre ellas, la prohibición de acercarse y contactar a Romina, la obligación de mudarse del barrio -dejó asentado que se trasladaría hasta la casa de su hermana, ubicada en el country Altos de la Rivera- y el compromiso de realizar un curso sobre violencia de género. No cumplió.
La fiscal señaló que el hoy condenado no se inscribió en el programa que está a cargo de la Municipalidad. Tras allanar la vivienda de la hermana, se confirmó que Tacca no se había mudado allí y que sólo había ingresado ocasionalmente, de visita.
Además, una noche Tacca vio a Romina, que estaba junto a su hermana en una rotisería ubicada en la zona de Facundo Zuviría y Pedro Ferré, y se les acercó en el auto. Disminuyó la velocidad, bajó la ventanilla y manifestó: "Me las vas a pagar, andá juntando plata, vas a ir presa".
Todos estos incumplimientos fueron agregados a los delitos ya endilgados al hombre, que luego fue condenado a 3 años de prisión en suspenso. La fiscalía consideró que la condicionalidad de la pena era adecuada por la falta de antecedentes penales y teniendo en cuenta que "la privación de libertad sólo produciría una escalada del conflicto entre ambas partes, lo cual no resulta conveniente para poder restablecer la tranquilidad de la víctima y su familia".
"Resulta más propicio que Tacca realice un tratamiento psicológico lograr así un cambio en sus conductas, como asimismo de un curso que permita lograr una reeducación en lo que refiere al vínculo que el mismo sostiene con las mujeres, para que así le permita cambiar su visión de mujer objeto y que aprenda a respetarla como sujeto con derecho de autodeterminación y libertad para llevar adelante su vida", señaló la fiscal en el juicio abreviado.
"Vivir en paz"
El abogado Matías Pautasso, representante de Romina, señaló que el acuerdo contó con su aprobación y que ahora "está tranquila" ya que se impuso a Tacca un impedimento de contacto o acercamiento para con ella y su grupo familiar. "Sabe que él ya tiene una condena, y que pese a que no sea de cumplimiento efectivo, ante cualquier incumplimiento la próxima va preso", agregó el letrado, "su única intención es vivir en paz y no saber más nada de él".
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