Quedó en prisión preventiva un hombre de 42 años que está condenado por delitos sexuales y, a partir de una nueva denuncia, es investigado por haber abusado de otra víctima -menor de edad- en Esperanza.
Si bien se encuentra cumpliendo la pena tras las rejas, se dispuso su prisión preventiva en el marco de la nueva causa.
Quedó en prisión preventiva un hombre de 42 años que está condenado por delitos sexuales y, a partir de una nueva denuncia, es investigado por haber abusado de otra víctima -menor de edad- en Esperanza.
La cautelar fue ordenada por la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Susana Luna, en una audiencia que se desarrolló en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
El fiscal que está a cargo de la investigación contra JCL es Alejandro Benítez. En tal sentido, precisó que "aunque el hombre de 42 años ya estaba privado de su libertad, la preventiva garantiza que continúe detenido ante posibles cambios vinculados al antecedente penal".
JCL fue imputado como autor de “abuso sexual con acceso carnal” y “corrupción de menores”, ambos delitos calificados por haber estado encargado de la educación y la guarda de la víctima.
“En febrero de este año, se le impusieron tres años de prisión efectiva por haber cometido un abuso sexual simple en una despensa esperancina que atendía, así como por distribuir a través de internet material de abuso sexual infantil", sostuvo el fiscal.
En relación a las nuevas conductas delictivas atribuidas, Benitez planteó que "la víctima, que es un adolescente, se enteró a través de los medios de comunicación de que el hombre que lo cuidaba cuando él era chico había sido condenado" y "a partir de ello, le contó a su familia lo que le había pasado".
"La respuesta de la Justicia incentivó a la madre del joven a hablar del tema con su hijo", explicó el fiscal, y puntualizó que "la mujer informó de inmediato a la policía lo que sabía".
Benítez afirmó que "entre 2016 y 2018, cuando la víctima iba a la escuela primaria, el investigado llevó a cabo su accionar delictivo en la vivienda en la que él vivía". Aseveró que "aprovechó momentos en los que se quedaba a cargo de cuidar al niño durante ensayos de canto", y detalló que "le ofrecía dinero y le prometía regalos a cambio de prácticas sexuales a las que lo sometía".
"Por las características de los abusos, su reiteración en el tiempo, las edades del niño y el agresor al momento de los hechos y la relación desigual de poder que mantenían, lo sucedido tuvo entidad como para adelantar el libre y progresivo desarrollo de la sexualidad de la víctima", subrayó.