De un tiempo a esta parte, nuevos moradores llegaron al barrio. Los antiguos vecinos aseguran que los nuevos se asentaron en terrenos que han usurpado. Sin embargo, el verdadero problema es la ola de delitos que se desató con la llegada de estos últimos.
En tal sentido, una vecina aseguró que su preocupación no es “por el tema de la toma”, “porque nosotros también estamos en un barrio Fonavi, no somos potentados ni tenemos dos o tres casas, todos tenemos derecho a reclamar lo que nos corresponde y estamos de acuerdo con lo que ellos piden; con lo que no estamos de acuerdo es con lo que está pasando en estos días: han intentado robar, forzar un portón porque ven motos adentro, han abierto persianas, están intentando envenenar los perros, que gracias a Dios entre todos nos estamos conteniendo porque la estamos pasando muy mal”, explicó. Pero, lamentó, “estamos presos dentro de nuestras propias viviendas y lo triste, lo lamentable, es que pasan, si las mujeres salimos a hacer mandados, los “chicos malos” levantan la remera y nos muestran que llevan una pistola, como diciendo “ojito”, y es la gente que está, pasan alardeando, y esa no es la manera de estar reclamando que querés una vivienda, que tenés problemas y no tenés dónde vivir”.
A su turno, otro vecino aseguró que le forzaron la puerta del auto y le robaron el “huevito” -como se le dice a la butaca de seguridad para bebés- y herramientas. “El daño fue la puerta del auto, la doblaron entera”, indicó. “Y acá estábamos tranquilos hasta que aparecieron ellos acá en la toma; desde que están acá empezaron a haber robos, a mí además me robaron dos carteles, han robado en la esquina, han asaltado chicos”, agregó.