Más allá de que Alfredo Grelak fue la primera opción para hacerse cargo de la conducción técnica, el radar de Colón apunta hacia Alvaro Recoba y se dice que su contratación es inminente ya que las pretensiones económicas de Grelak sobrepasaron las posibilidades sabaleras en lo económico.
La pregunta es: ¿cuánto pidió Grelak?. Viene de dirigir en San Telmo, que es un club humilde y que seguramente no le habrá dispensado un sueldo exorbitante ni mucho menos. Ocurre que los entrenadores hacen valer muchas veces el desarraigo. Ya el hecho de movilizarse a otra ciudad los hace aumentar en su cotización. Y a eso se le suman también algunas ofertas que Grelak ha recibido de otros clubes que están muy cerca de su asentamiento natural, como por ejemplo la de Ferro.
La campaña de Grelak ha sido muy buena y esto se ve reflejado en el aumento de la consideración que su nombre viene teniendo en el espectro de entrenadores de la categoría. De no haber sido por el descuento de puntos que sufrió su club por los incidentes en el partido ante Aldosivi en la Isla Maciel, San Telmo habría jugado la final con San Martín de Tucumán por el primer ascenso. Pero además, su equipo fue uno de los que mejor juego desempeñó en la categoría, sobre todo mientras duró la participación de Adrián Fernández, el “10” que pretendía Barracas Central y que finalmente se terminó yendo a jugar al fútbol chileno.
La alternativa de Alvaro Recoba fue considerada como interesante por la dirigencia, especialmente por el director deportivo, Iván Moreno y Fabianesi. El mismo tuvo contactos con Marcelo Tejera, que es el representante de Recoba, quien dirigió algo más de 30 partidos en Nacional de Montevideo, con un buen porcentaje de puntos.
Álvaro Recoba.
En comparación con Grelak, lo que se le puede “reprochar” a Recoba es el hecho de no tener un conocimiento exhaustivo del fútbol argentino en general y del fútbol de Primera Nacional en particular. ¿Es importante?, todo es importante. En la Primera Nacional hay elementos que juegan fuerte en el desarrollo de un partido y hasta del resultado: no hay VAR, los arbitrajes no son buenos, las canchas son realmente malas en varios casos, se juega mucho por arriba y a la segunda pelota, hay cierta licencia para recurrir al juego fuerte. Pero no debe ser para nada excluyente.
En este último aspecto, el mejor ejemplo es el de Diego Flores, el entrenador de San Martín de Tucumán. En el fútbol argentino dirigió en el interior de Córdoba, trabajó como traductor de Marcelo Bielsa en varios paises (7 años), fue convocado por Godoy Cruz de Mendoza y este año fue el técnico del equipo que sacó la mayor cantidad de puntos y que se perfila como candidato al ascenso.
El esquema madre de Alcoba es el 4-2-3-1 que Colón utilizó durante la estadía de Iván Delfino. El equipo tenía dos carrileros (generalmente fueron Jourdan y Lago), que retrocedían para dar una mano a los volantes en la marca por los costados y que se convertían en wines cuando el equipo atacaba. En realidad, era una suerte de 4-2-3-1 que automáticamente pasaba a un 4-4-1-1 cuando el equipo debía recuperar la pelota y retroceder en la cancha o a un 4-3-3 cuando atacaba. El 4-2-3-1 es el esquema de moda en el fútbol argentino, con un media punta ubicado detrás del “9” que, en Colón, desempeñaron varios futbolistas (Guille, Bernardi y Sabella entre ellos).
Recoba tuvo una carrera extraordinaria como futbolista y llegó a jugar en el máximo nivel de Europa (muy reconocido en el Inter de Milán). Como entrenador, su experiencia se reduce a haber sido técnico de la reserva de Nacional y luego de la primera. Es poco, pero dirigió a un grande Uruguay. Y se cree que su nombre y su chapa pueden ser importantes para “pararse” delante del plantel y transmitir presencia, personalidad y liderazgo.
Mientras tanto, la dirigencia y Moreno y Fabianesi están abocados a que no se repita lo de principios de este año. Cuando llegó Delfino, se encontró con un plantel tremendamente diezmado, del que quedaron muy pocos jugadores. Sólo Goltz, Toledo, Henríquez y Guille habían sobrevivido al descenso y a la salida masiva del final del gobierno de Vignatti. Hubo que armar un plantel nuevo. Esto último es lo que los dirigentes quieren evitar y por eso se está trabajando en dejar una base medianamente conformada para que el nuevo entrenador pueda tener un punto de partida que, evidentemente, Delfino no tuvo.
Si de algo se puede dar fe, es que la columna vertebral de esa base no se va a mantener. Vicentini, Goltz (anunció que deja el fútbol), Prediger y Toledo no formarían parte de los planes. Con ellos no se está hablando para renovar. Y en algún caso puntual, significará también un desahogo para un presupuesto que, por lo visto, no será el mismo que el de este año. Como tampoco la cantidad de jugadores a utilizar. La idea es trabajar con 26 o 27, mirando siempre hacia abajo para ver si en las inferiores existen alternativas que puedan ayudar, como en este año ocurrió con Yossen, Yunis, Taborda y Forneris, quienes a principio de año no estaban en los planes de nadie.