El Litoral
Con el dinero que entró por Javier Correa, el presidente sabalero quiere tentar a Rodrigo Aliendro, que ya demostró hacer una buena sociedad futbolística con el “Pulguita”.
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Tal vez no sea una bomba como la que estalló periodísticamente cuando se conoció que Colón se agenciaba de los 130 goles que marcó Luis Miguel Rodríguez en su trayectoria con la camiseta del Club Atlético Tucumán y se traía al ídolo máximo del Decano, para reforzar al plantel para la reanudación de la Superliga y la próxima edición de la Copa Sudamericana.
Lo cierto es que José Néstor Vignatti parece no querer despegar sus ojos del “Jardín de la República” y ahora va en busca de otro jugador de grandes actuaciones en la entidad: Rodrigo Aliendro.
Se trata del volante que desde hace un par de temporadas viene haciendo grandes sociedades con el delantero de Simoca, que ayer estampó su firma -tras superar exitosamente la revisión médica- y se convirtió oficialmente en nuevo jugador del club Atlético Colón.
Aliendro tiene 27 años (cumplirá el 28 en febrero) y es un mediocampista polifuncional, al que le gusta jugar en el centro del campo, pero también se desenvuelve bien por el sector derecho. Justamente para ese lugar la entidad de nuestro medio había pensado en Gabriel Gudiño, quien finalmente recaló en Belgrano de Córdoba.
Los primeros pasos de Aliendro como futbolista profesional tuvieron lugar en Chacarita, club que todavía conserva la mitad de su pase; la otra parte está en poder de Atlético y es la que intentaría adquirir Colón. Jugó una temporada en Ituzaingó para ganar rodaje y después regresó al “Funebrero” para disputar la temporada 2014-2015 de la B Nacional. Al año siguiente llegó al “Decano” donde tuvo su explosión y se consolidó en Primera División de la mano del “Ruso” Zielinsky.
En la presente Superliga, le marcó un verdadero golazo a Colón, un zapatazo desde afuera del área sobre la hora, que le permitió a Atlético ganar por 2 a 1 el encuentro válido por la tercera fecha disputado en Tucumán.
Mientras tanto, se espera el arribo del colombiano Andrés Felipe Cadavid, quien deja Millonarios de Bogotá -club en el que es capitán, ídolo y referente- para calzarse la camiseta rojinegra. Junto a Guillermo Celis, serían los dos primeros “cafeteros” en ponerse a las órdenes de Julio Comesaña.
Reglamento estricto
En otro orden, la Conmebol difundió algunas reglamentaciones que deberán cumplir los clubes que reciban encuentros de la próxima edición de la Copa Sudamericana. Las normativas, según aseguran desde la casa madre del fútbol de esta parte del continente, apuntan a erradicar los focos de violencia durante los partidos. Por ello, como suele ocurrir, el no cumplirlas traerá aparejado severas sanciones económicas.
Una de las restricciones de la entidad sudamericana tiene que ver con el tamaño de las banderas permitidas en los estadios. Las mismas no pueden superar el metro y medio de largo por un metro de ancho. Tampoco se podrán ingresar bombas de humo ni rollos de papel.
Por otra parte, la Conmebol obligará a realizar la venta de entradas a través de internet, con la finalidad de identificar a quienes adquieran sus boletos. Esta es una modalidad que Colón ya empleó en la edición pasada, cuando disputó tres fases: Zamora, San Pablo y Junior.
También con el propósito de facilitar la identificación de los espectadores, el ente exigirá que los asientos de los estadios estén numerados. Pero más allá de cuáles sean las disposiciones puntuales, desde Conmebol prometen estar cada vez más estrictos en la observación de su cumplimiento.