Miércoles 27.7.2022
/Última actualización 18:08
La pandemia ayudó. No fue solamente en Unión, sino que fueron varios los clubes que aprovecharon la supresión de los descensos y el cambio de planes que hubo en la dirigencia del fútbol argentino, que tenía planificado desde hace varios años llegar a 20 equipos en 2022. Lejos está de alcanzar esa cifra en breve y muy cerca de los 30 equipos en Primera que dejó como legado final Julio Grondona antes de su muerte, herencia fustigada por la mayoría de los dirigentes pero sin corrección inmediata. Pasaron ocho años de la muerte del hombre más trascendente de la dirigencia del fútbol argentino y sin embargo no se supo -o no quisieron- volver a lo que fue la tradición del fútbol argentino: no más de 20 equipos en Primera.
¿Qué hizo la pandemia?, permitir que el desahogo de la tan temida tabla de promedios permita que aparezcan los frutos de las inferiores. Sin grandes peligros a la vista, con tesorerías devastadas y sin los ingresos millonarios de otros tiempos en ventas de jugadores, todos los clubes abrieron el grifo de las inferiores. Unión no fue la excepción y así se pudo dar un lujo casi inédito: vender relativamente bien a un jugador. Pasó con Gastón González, más allá de que el infortunio de una lesión a pocos días de su partida del club, hizo que el ingreso final no fuese el acordado en un primer momento.
Unión está tercero en la tabla y dentro de los clasificados para la Sudamericana. Frente a Godoy Cruz, Gustavo Munúa le hizo firmar planilla a 11 jugadores de las canteras, sin contabilizar a Juan Carlos Portillo, que llegó siendo un juvenil pero ya con edad para jugar en reserva. Gerometta, Calderón, Esquivel, Machuca, Nardoni, Diego González, Alessandro Balbo, Ludueña, Bucca, Del Blanco y Zenón tienen el sello de salida de inferiores en su pasaporte futbolero. No son los únicos en el plantel, hay otros que quedaron afuera como el caso de Federico Vera, un jugador tranquilamente considerado titular -aunque no lo fue ante San Lorenzo y se quedó afuera ayer por un fuerte golpe que tiene en una de sus piernas- y que fue solicitado por el Santos de Brasil, con una propuesta de 150 mil dólares por el préstamo y 800 mil de la moneda norteamericana por el pase definitivo que recibió el rápido rechazo de parte del club.
Francisco Gerometta remata ante la marca de un rival. Fue el reemplazante de Vera y es otro de los jugadores de la cantera de Unión. Probó un tiempito en Gimnasia y volvió dispuesto a aportar su granito de arena. Foto: Manuel Fabatia.Más allá del aporte de experiencia que se hizo con algunos futbolistas (Polenta y Alvez, por ejemplo), la política de incorporaciones de la secretaría técnica también tiene un perfil definido que apunta a futbolistas jóvenes con una disposición genética: dinamismo y deseos de triunfar. El gran hallazgo parece ser el de Bryan Castrillón, un colombiano que tuvo una adaptación vertiginosa al siempre complicado y distinto fútbol argentino. Pero en ese mismo camino se pueden ubicar a Mele (hablando de los últimos) y a Luna Diale, Cañete, Roldán, Portillo y Juárez, de los que venían desde antes.
Se necesitaba un entrenador que le diera una identidad de juego, un contexto adecuado y la confianza necesaria. No lo hizo el Vasco Azconzábal, pero el "hallazgo" de la secretaría técnica con Gustavo Munúa fue un puntazo a favor y el espaldarazo necesario para llevar adelante el proceso. "Lo que evaluaron con lo de Vera y la oferta rechazada del Santos, al margen de que Brasil ha salido al mercado a llevarse jugadores jóvenes de nuestro país y pagando muy bien por ellos, es que más allá de que los números no cierran, en Unión no quieren regalarse ni regalar jugadores. Mucho menos si se trata de un titular. Y Vera lo es", confiaron a El Litoral.
El gran problema -histórico- de los jugadores de Santa Fe, fue que muchos de ellos vivieron procesos muy ingratos, con una total falta de oportunidades. Con este plantel se está viviendo un proceso inverso, con una acumulación de experiencias que le están sirviendo no sólo para armar un equipo que dé pelea y resulte competitivo, sino también para que aparezcan jugadores de valía, que sean pretendidos por clubes importantes y que le dejen una buena moneda a una institución que no se ha destacado, justamente, por vender bien.
"Estamos pendientes del partido con Vélez"
Talleres jugará el miércoles de la semana que viene ante Vélez el partido de ida de los cuartos de final de la Libertadores, detalle no menor teniendo en cuenta el partido del viernes ante Unión en el que seguramente Pedro Caixinha armará el equipo contemplando que el objetivo principal está puesto en la Libertadores.
Así también lo piensan los jugadores. El marplatense Matías Catalán, que el mes próximo cumplirá 30 años, reconoció que Talleres venía "haciendo las cosas mal en el torneo local y por eso este empate en cancha de San Lorenzo sirve", luego del 1-1 alcanzado con 10 hombres durante todo el segundo tiempo en el Nuevo Gasómetro.
Pese a la igualdad postrera del "Ciclón" este lunes, Catalán resaltó que se está "trabajando en el día a día" y precisó: "Es que sabíamos que no estábamos haciendo las cosas bien, pero al estar en tres competiciones es lógico, porque entre la Copa Argentina, el campeonato local y la Libertadores siempre se elige esta última. Y nosotros estamos pendiente del partido de cuartos de final del 3 de agosto con Vélez".
¡Gol a la vista! parece decir Kevin Zenón, que estaba necesitando un cimbronazo anímico y seguramente lo consiguió con el tanto de la victoria. Definió muy bien y con mucha calidad. Foto: Manuel Fabatia.Después también reconoció a ESPN que el gol que le marcó de cabeza a su ex equipo a los 10 minutos del primer tiempo "ya tenía decidido no gritarlo, porque gracias a San Lorenzo pude hacer esta carrera como jugador. Hoy es la primera vez que vuelvo al club desde que me fui en 2016, pero mi cabeza está puesta en Talleres, aunque no le cerraría obviamente el día de mañana las puertas al club que me formó".
"Y en cuanto a mi nueva posición como marcador central (originalmente es lateral derecho), con el técnico (Pedro) Caixinha empecé a jugar de marcador central y le fui tomando confianza al puesto", reflejó.
"Tuvimos un buen primer tiempo y en el segundo, con un hombre menos (fue expulsado Enzo Díaz en las postrimerías de la etapa inicial) tratamos de defender la ventaja", completó su análisis Catalán.
23 años que no gana en Córdoba
La historia indica que a Unión le resultó muy complicado, en Primera, lograr victorias de visitante ante Talleres, al punto tal que la última se consiguió en diciembre de 1999 y fue, por otra parte, la única en 21 partidos que jugaron ambos rivales en la Docta.
Al equipo lo dirigía Nery Alberto Pumpido y ese día, Unión formó con Passet; Donnet, Paz, Mosset y Cárdenas; Daniel Vega, Jayo, Domizzi, Zapata y Cabrol; Silvera. El primer gol del partido, al minuto, lo marcó el Loco Marzo, que en ese entonces jugaba para Talleres (bajo la conducción técnica del Tigre Gareca y campeón de la Conmebol). El empate llegó a través de Zapata y Proneto marcó el 2 a 1. Luego, Cabrol de penal y Domizzi le dieron el triunfo definitivo a Unión.
Hay recuerdos en la B que se remontan, por ejemplo, a la definición del torneo del ascenso en 1996. En ese entonces, Unión jugó la semifinal ante Talleres y le ganó los dos partidos. En la revancha jugada en el estadio Mario Alberto Kempes, lo más destacado, al margen de la gran actuación del equipo de Carlos Trullet, fue el golazo desde afuera del área que marcó Pablo Bezombe.