Más allá de que la ola de calor extremo mermará con respecto a la última semana, para el horario del partido está pronosticado que hagan 32 grados. Es por esto que ambos equipos solicitaron la modificación y la Afa hizo caso: finalmente, San Lorenzo y Unión van a jugar el lunes a las 18 y no a las 17 como se había previsto originalmente.
Cabe mencionar que desde hace algunas temporadas existe un pedido por parte de los dirigentes del Ciclón de jugar todos los partidos de local en un horario diurno por cuestiones de seguridad. Por este motivo, tampoco se podía jugar mucho más tarde de la hora pautada originalmente.
El ajustado calendario del 2024 hace que se deban jugar partidos en días y horarios no aconsejables para la práctica de fútbol. Y esto se notó en la segunda jornada de la Copa de la Liga, donde en todos los partidos hubo temperaturas superiores a los 30 grados e incluso en algunas canchas se jugó con 40 grados de sensación térmica. La mayoría de los encuentros fueron detenidos promediando ambos tiempos para que los jugadores se refresquen, e incluso alguno de ellos se pararon debido a la descompensación de algunos hinchas (en la cancha de Unión, el jueves, se observó algo de eso en el sector de Cándido Pujato).
Más allá de este cambio de horario, lo que en Unión se especula es con relación al equipo que pondrá el Kily. Ante Estudiantes, jugó con los mismos que le habían ganado a Racing. Posiblemente, la derrota del jueves y el bajo rendimiento de algunos jugadores (puntualmente de Gonzalo Morales), lo obligue a pensar en la alternativa de un cambio. Y si esto se produce y el Kily entiende que el crédito para Morales, momentáneamente, está terminado, el que aparece con chances es Adrián Balboa, que fue el elegido por el Kily como alternativa de recambio del jueves para la salida del juvenil que llegó desde Boca.
Después, es difícil que haya otra modificación, salvo que el técnico quiera darle descanso a algún jugador o que aparezca algún problema en cuanto a lesiones. Paz se fue de la cancha con los tapones marcados en la rodilla luego del tremendo pisotón que le propinó Ezequiel Naya, quien debió irse expulsado o, al menos, se lo debió llamar a Echavarría desde el VAR para que observe la jugada y tome la decisión, al igual que en la polémica jugada del penal que finalmente nadie vio (ni el árbitro ni tampoco desde el VAR).
Por último, Rosario Central insiste por el defensor Federico Vera y ahora hizo un nuevo ofrecimiento, por la compra del 80 por ciento del pase. El Kily descartó la chance de que Vera se vaya, en las declaraciones que formuló luego de la derrota ante Estudiantes.