Claro triunfo con Luna Diale y Gastón González imparables
Unión vio que el fútbol es más fácil de lo que se cree
A Mauro Luna Diale, Unión le compró la mitad del pase pero lo tuvo casi seis meses para recuperarse de una lesión que parecía más fácil de lo que fue. Marcelo Mosset hizo la simple, armó un equipo "lógico", ideó un plan sencillo y lo ganó muy bien.
Unión vio que el fútbol es más fácil de lo que se cree
A veces se lo complica demasiado. Pero cada tanto -y a veces de manera muy seguida- el fútbol demuestra que no es tan difícil, que basta con dar orden y seguridad a un equipo para que con eso sólo se logre ganar un partido. El Tato Mosset trabajó apenas un par de días a fondo con un plantel que venía bajoneado y derrotado. No es tiempo para hacer milagros, tampoco tiene la varita mágica ni es dueño de la verdad. Hizo lo que había que hacer. Más allá de alguna diferencia -sólo es cuestión de gustos personales- en la elección de los jugadores, puso en la cancha un equipo "normal" con un esquema táctico "normal". Nada de inventos, ni de esos "intríngulis" a los que muchas veces los técnicos apelan para que los tilden de innovadores.
Es cierto que a veces esas cosas resultan. Y cuando eso pasa, se sobreestima al límite de la exageración esa incidencia del entrenador. No es que uno no crea en el trabajo y en la mano del técnico. De hecho que ambas cosas no son importantes, son importantísimas y fundamentales. Pero cuando se toquetea demasiado para que aparezca el técnico en la línea de flotación como el gran responsable, por encima de los jugadores y a veces hasta mezquinándole protagonismo, es donde es el mismo entrenador el que queda desenfocado, expuesto y lo único que logra es confundir, confundirse y llenar de inseguridades al jugador.
Podría detenerme en uno solo: Gastón González. Un jugador al que Azconzábal ponía y vaya a saber uno por qué no le dio continuidad y alguna vez decidió sacarlo del equipo y casi no lo tenía en cuenta hasta su último partido. Los 37 minutos del segundo tiempo que jugó, fueron extraordinarios. Y en el primer tiempo también tuvo un par de arranques imparables.
Pero lo importante es hablar de lo colectivo. El Vasco nunca quiso jugar con un esquema tradicional como el 4-4-2, o casi nunca. Ni siquiera en los momentos en los que necesitaba de un resultado para fortalecerse. Mosset hizo la lógica, lo natural. Armó un equipo tradicional, eligió bien los jugadores (insisto, más allá de que se pueda estar de acuerdo o no con algunos de los elegidos) y armó un plan de juego en base a que Patronato venía de jugar un partido decisivo entre semana ante Boca por la Copa Argentina. Había que mover la pelota para que ellos también se movieran. Cansarlos y definirlo. Lo mejor se vio en un segundo tiempo que se abrió con el gol tempranero de Luna Diale y siguió con un equipo que se lanzó siempre al ataque y que nunca dejó de buscar el gol. Terminó jugando con dos delanteros y atacando, siempre buscó el protagonismo y lo liquidó con justicia y merecimientos.
En la simpleza, en la seguridad, en el orden y en el convencimiento que tuvieron los jugadores, estuvo la gran virtud de Unión. Cuando Vera fue al ataque, Roldán se cerró para darle la raya y Gissi fue detrás suyo por si se perdía la pelota. Lo mismo por el otro lado, aunque sin tanta proyección de Corvalán, quien de todos modos metió un pelotazo en el travesaño después de una notable jugada colectiva, de las mejores que hizo Unión en todo el torneo. Mauro Pittón y Juani Nardoni se repartieron marca y aparición por sorpresa arriba (Nardoni lo hizo varias veces en el primer tiempo), en tanto que Gastón González lo "abochornó" a Geminiani (no lo pudo parar nunca) y Luna Diale con el Cuqui Márquez se repartieron en la doble función de atacar y también mostrar aptitud y sacrificio para colaborar con el resto de sus compañeros cuando se perdía la pelota.
Unión dejó atrás la confusión y las complejidades del esquema y la estrategia de Azconzábal, cambiante y creador de inseguridades. Es cierto que Unión tuvo un rival extremadamente opaco, que pareció llegar a Santa Fe con la exclusiva intención de no perder. Fue poco Patronato, es verdad. Pero Unión lo superó y le ganó bien. Marcó diferencias en todos los aspectos y eso es lo que se debe rescatar, porque más allá de que el rival tuvo un par de situaciones en la parte final, Unión también estuvo cerca en jugadas muy propicias para convertir algún gol más y aumentar la diferencia.
¿Qué va a pasar en Unión?. El triunfo sirve para que haya tranquilidad, momentánea alegría y punto. Mosset se anotó en la carrera. Es un "tapado" que aparece en escena no sólo con la victoria, sino con las declaraciones. El dice, palabras más o palabras menos, "miren que acá estoy y dispuesto a seguir adónde ustedes me digan". El plantel le respondió. Hay un proyecto, hay nombres y hay una idea de traer un entrenador "con jerarquía" al banco de suplentes. Y recorrido. Mosset, a ese recorrido como técnico de Primera, no lo tiene. Pero conoce al plantel. Una en contra y otra a favor.