(Enviado Especial a Buenos Aires)
La dirigencia está decidida a “colgar” al jugador si sigue incumpliendo sus obligaciones laborales. Por ahora se habla de sanción económica. “Te voy a dejar un muerto con tu nombre y apellido”, fue una de las amenazas al presidente.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Horas convulsionadas precedieron a esta visita de Unión al José Amalfitani. El caso Machuca ha dejado mucha tela para el análisis. Por lo pronto, el presidente Luis Spahn ha sido totalmente claro respecto de la postura del club y es un hecho que Machuca será sancionado económicamente por no haber acatado la orden de viajar a Buenos Aires con el resto de sus compañeros. Y otra cosa: “Si Machuca quiere seguir jugando en Unión, tendrá que pedirle disculpas a sus compañeros”. Spahn también fue claro en cuanto a que la oferta de 2,2 millones de dólares por el 50 por ciento fue rechazada por insuficiente y dejó deslizar que si se la eleva a 3 millones limpios para la institución, por ese porcentaje, “sería un valor aceptable”.
“No sabemos quién influye en él y cuánto hay de opinión o postura de él y cuánto de su entorno. Cuando me refiero a entorno, quiero decir representantes y familia. Sin dudas que ha llegado a una situación extrema y muy perjudicial para el jugador. Nosotros tenemos que adoptar una postura clara, contundente y ejemplificadora, porque no podemos sentar un mal precedente”, fue otra de las frases del presidente, que estuvo presente en la cancha de Vélez acompañando al plantel en este partido.
La sanción más dura sería la de “colgar” al jugador. ¿Qué significa?, que el futbolista tiene que acatar sus obligaciones laborales (concurrir a entrenar todos los días), el club le tiene que suministrar las condiciones, pero no forma parte del plantel en los partidos. “Entiendo que pudo haber actuado bajo un desborde emocional que lo llevó a tomar la decisión de no viajar. Generalmente, cuando los jugadores son ‘colgados’, no aguantan la presión de no jugar y eso les dura un mes, un mes y medio o dos meses. Ha pasado con algunos jugadores, porque dirigentes colegas me lo han comentado”, señaló también Spahn.
¿Qué es lo peor que puede pasar?, que no haya ningún arreglo, que el jugador se mantenga en esta postura, el club lo “cuelgue” y Machuca se pase el tiempo que falta hasta el 31 de diciembre del año que viene (17 meses) sin jugar, esperando la conclusión de su contrato para poder irse a otro club. Por más que en julio del año que viene pueda estar en condiciones de arreglar con otra institución, deberá esperar la terminación de su contrato con Unión para volver a jugar. Si esto ocurre, no le convendrá a ninguna de las dos partes. Por eso, la situación es indeseada por el lugar que la mire. Y lo peor de todo, es que ocurre con alguien surgido de las entrañas de Unión, a quién el club lo cobijó desde muy chico, hizo sus inferiores, debutó en Primera y tiene un cariño especial por la institución.
Hay un audio de Carlos Belmonte, una de las personas que ocupa un lugar muy especial dentro del grupo de representación del jugador, acusando al presidente Spahn de no haber atendido el teléfono ni contestar los mensajes enviados. Spahn estuvo en el interior de la provincia y fue contundente cuando dijo: “Yo le dije claramente que la oferta de 2,2 millones de dólares no era aceptada. El rechazo de la oferta la tuvo a través de mis propias palabras”.
Hay otro tema que es muy grave y que motivó la denuncia en fiscalía del presidente de Unión y fueron las amenazas de muerte recibidas. En uno de los mensajes, amenazaron con “te voy a dejar un muerto en la cancha con tu nombre y apellido”, también de suspenderle los partidos y en otro mensaje señalan: “con la gente de Rosario no se jode”.
También Spahn habló de una oferta recibida por Claudio Corvalán, el capitán de Unión, que es pretendido por varios clubes, entre ellos Nacional de Montevideo. Corvalán también tiene contrato con Unión hasta diciembre del año que viene y Spahn calificó de irrisoria la oferta de 30.000 dólares para dejarlo salir, aunque no especificó de qué club provino. El presidente dio a entender que por menos de 250 o 300 mil dólares no puede permitir el jugador salga de la institución.
“Si lo cruzo a Méndez lo voy a saludar, no puedo ser irrespetuoso, no soy así y no me gustaría que lo hagan conmigo. No lo voy a dejar con el saludo en el aire”, dijo Spahn, respecto de otra situación que molestó mucho a toda la dirigencia y que fue la salida intempestiva de Sebastián Méndez, luego del 3 a 0 contra Independiente, para hacerse cargo de Vélez. Esos tres goles, precisamente, fueron los últimos que había marcado Unión hasta llegar a este encuentro en el José Amalfitani.
Esta situación de Machuca dista de lo que ocurrió con Vera, a pesar de la similitud del caso. Por Vera hubo una oferta concreta de un club europeo –el Maccabi Tel Aviv de Israel- que Unión rechazó por insuficiente, como antes había ocurrido lo mismo con otra del Santos de Brasil. El jugador en ningún momento incumplió con sus obligaciones laborales, se presentó siempre a entrenar y estuvo a disposición del técnico en todo momento, más allá de un lógico deseo por una transferencia que hubiese mejorado notoriamente su situación económica.
La opinión pública, manifestada sobre todo en las redes sociales, esta vez fue unánime a favor de la dirigencia por esta situación planteada con Machuca, aún a sabiendas de que se trata del jugador más desequilibrante y que la situación deportiva no es para nada holgada.
Las últimas actuaciones de Unión en la cancha de Vélez no fueron buenas ni productivas. En los dos partidos anteriores, se “comió” 4. Previamente, había conseguido una victoria por 2 a 0, con goles de Soldano y Gamba. Fue en 2017, con Madelón de entrenador. Jugando en condición de visitante, ante Vélez, Unión consiguió su primera victoria en 1978. En aquella ocasión, el equipo que dirigía Reynaldo Volken (que luego fue entrenador del club de Liniers) venció por 1 a 0 con un gol marcado por Miguel Angel Giachello.
A ese equipo de Vélez en 1978 lo dirigía un histórico del club: Antonio Cielinski. La particularidad, es que Cielinski tuvo también un paso por Unión en un momento muy importante, como fue el retorno a Afa en 1973, luego de la desafiliación producida a principios de 1971. Cielinski se hizo cargo del equipo, que se armó con varios jugadores nacidos en futbolísticamente en el club más algunos pocos refuerzos que llegaron de última. El debut fue ante San Telmo, en cancha de Lanús, en un partido que se debió cambiar de cancha el mismo día del partido debido a las malas condiciones del terreno ubicado en la Isla Maciel. Febre; Quaino, Miño, Rossi y Delbianco; Sacconi, Ceballo y Zanabria; Vigo, Luque y González fueron los once elegidos por Cielinski para jugar ese partido. También jugaron aquella tarde Retamar y “Pachín” Bonaveri, padre del actual presidente de la Liga Santafesina. En ese equipo también estaban Luis Fredes y César Toyé, que fueron importantes a lo largo del año. Y habían llegado, entre otros, Benito Valencia y el “Huevo” Garello para reforzar ese plantel.
Otro recuerdo de la cancha de Vélez, fue en aquél partido de abril de 2017 cuando Unión cayó agónicamente ante Vélez por 2 a 1, jugando bien, y se produjo la renuncia de Juan Pablo Pumpido. Los dirigentes presentes en el José Amalfitani no consiguieron convencer a “Juampi” para que deponga su actitud. Inclusive, hubo hasta una comunicación con el presidente Luis Spahn, que estaba en China en ese momento, quien no logró que Pumpido desista de la decisión tomada de renunciar. Luego llegó el turno de “Pomelo” Marini, al que no lo acompañaron los resultados, finalizando ese proceso con un interinato breve de Eduardo Magnín y el retorno posterior de Leonardo Carol Madelón para hacerse cargo del plantel.