Mónica Ritacca - mritacca@ellitoral.com
“Sabemos que somos usurpadores y que en algún momento vamos A tener que irnos. Pero hasta que no nos lleguen las notificaciones, estamos tranquilos”. Con esa frase, Vanesa Sosa invitó A El Litoral A ingresar A la casa que, hace tres meses, ocupó sin permiso en un plan habitacional que se encontraba A medio terminar en jurisdicción del barrio Santa Rita II. “Estamos bien. Tenemos agua, energía eléctrica... Todo de manera irregular, pero servicios al fin, que podemos utilizar. Lo más importante es el techo”, agregó.
Hoy se cumplen tres meses de la usurpación de 180 viviendas en un barrio del norte de la ciudad. Y hasta el momento, no hay mayores novedades. Desde el gobierno provincial hablan de avances para lograr una desocupación voluntaria de viviendas en etapas, y desde la Corriente Clasista y Combativa de un acuerdo que hasta el momento no es posible establecer. Lo cierto es que en el complejo usurpado se establecieron lazos, se abrieron negocios y cada día que pasa significa un paso más hacia la consolidación del plan como parte del barrio. De hecho, el tejido perimetral que encerraba A las viviendas sin terminar ahora delimita los frentes o los patios de las casas.
“Nosotros ya nos sentimos vecinos, aun sabiendo que usurpamos el plan”, refirió Vanesa Sosa. Y advirtió: “En breve, voy A delimitar mi frente con parte del tejido que bordeaba las casas”.
Teodolina Princich, una de las voceras de la CCC y quien ocupa junto A 4 hijos una de las casas de adelante del plan -sobre Chaco al 5000-, contó que desde la agrupación mantienen reuniones con autoridades del gobierno provincial pero no logran llegar A un acuerdo. “A cambio de irnos nos ofrecen un terreno y materiales de construcción, lo mismo que acordamos el 4 de abril cuando usurpamos 90 viviendas. Pero nuestro pedido ahora es por las 180 familias, y ellos sólo quieren darnos para algunas. No vamos A desalojar el plan si no nos dan tierras y materiales A todas las familias”, dijo la mujer. También aprovechó la presencia de El Litoral para advertir que puede volver el acampe de la organización en la sede del Ministerio de Desarrollo Social, porque se atrasó en el pago de distintos beneficios.
Vivir sin techo
En 2010, algunas de las 180 viviendas del plan fueron víctimas de actos de vandalismo. En aquel momento fue noticia el desmantelamiento de techos, puertas y ventanas. Gastón Peralta es uno de los que habita en esas viviendas y, pese al frío, está dispuesto A permanecer en ella.
“No nos queda otra que soportar el frío. la que usurpó esta vivienda fue mi hermana, pero ella aguantó un mes. Es duro vivir sin el techo, la puerta y las ventanas. Para hacer nuestras necesidades, agarramos un balde; ni siquiera el baño dejaron. De todas maneras, acá vamos A quedarnos. Tenemos esperanzas de que el gobierno nos dé alguna solución”, dijo el hombre.
Mañana también se cumplirán 3 meses de la usurpación en un plan de viviendas de la ciudad. Concretamente, de la ocupación de 84 viviendas en un plan A medio terminar en Las Delicias.