Del "encanto retro" del barrio Siete Jefes a los problemas diarios de inseguridad
Este sector es una de los más atractivos de la ciudad, con mucho de historia y tradición. Pero también tiene problemas que necesitan soluciones: preocupan la mala iluminación y los asentamientos irregulares.
Del "encanto retro" del barrio Siete Jefes a los problemas diarios de inseguridad
Barrio Siete Jefes es considerado uno de los más lindos de la ciudad, ya que está ubicado en un lugar privilegiado, bordeado por la laguna Setúbal, con símbolos tan característicos como el Faro, el Parque de la Locomotora, el Paseo Muttis y el Puente Colgante, entre muchos otros atractivos. La vista que tiene el barrio hacia el este es sin duda envidiable: la arena y agua se unen para ofrecer un espacio de relajación y confort inigualable.
Como cada espacio en la ciudad de Santa Fe, Siete Jefes tiene una historia que contar y como toda historia comienza por el principio, en este caso es hacia fines del siglo XIX y principios del XX, cuando se consolidó el barrio. Allí, por entonces, se asentó una población dedicada en su mayoría a la actividad ferroviaria que supo aprovechar la belleza del lugar y acompañarla con la construcción de imponentes residencias frente a la laguna Setúbal.
Problemas
Pero este hermoso barrio no es ajeno a la inseguridad que se vive diariamente en toda la ciudad. María del Carmen Castells, secretaria general de la vecinal, cuenta que ya tienen una tradición en entraderas y robos callejeros. "Los terrenos del ferrocarril son un espacio muy propicio para que los delincuentes salgan y se escondan. Además, estamos sin rondas policiales, aunque desde la comisión las hemos pedidos", explica Castells, quien se siente a la deriva ante la falta de respuestas.
Juan Vittori María del Carmen Castells, secretaria general de la vecinal, advierte que hay problemas serios de inseguridad. Las entraderas son moneda corriente.
María del Carmen Castells, secretaria general de la vecinal, advierte que hay problemas serios de inseguridad. Las entraderas son moneda corriente. - Foto: Juan Vittori
Otro inconveniente es la iluminación, hecho que también hace a la seguridad: "Desde hace mucho se le está pidiendo a la Municipalidad que se cambien focos que están sin funcionar; aunque vinieron a realizar algunos cambios este año, de ocho que repusieron cinco ya se rompieron", señala Castells.
Por otro lado, está la problemática del asentamiento. La gente que ha usurpado esos espacios vive de manera indigna; por eso, la intención de la vecinal es que las puedan reubicar para mejorarles la calidad de vida estando en un lugar más propicio. Aunque han hecho reiterados reclamos, no hay respuestas de parte de las autoridades.
Santa Fe 360: barrio Siete Jefes
La vecinalista explica que "la intención es hacer un barrio para que todos podamos vivir tranquilos, por eso también hemos pedido la urbanización de los terrenos del ferrocarril, pero sobre ese tema tampoco hay respuestas".
Atractivos culturales e históricos
Hablar de Siete Jefes también es recordar el Puente Colgante, un símbolo de la ciudad, que cruza las aguas de la imponente laguna Setúbal y une la Costanera Oeste con la Este. Este viaducto conserva una larga e interesante historia que data de 1928, en el que se inauguró por primera vez, posteriormente fue derribado por una inundación en 1983 y reconstruido en 2002.
Juan Vittori El Puente Colgante, hito de la ciudad.
El Puente Colgante, hito de la ciudad. Foto: Juan Vittori
Miguel Ángel Crespi vive en el barrio desde 1955. Recuerda que el avance de Siete Jefes comenzó con el asfaltado, a partir de ahí hubo una explosión urbana y el progreso fue muchísimo. "Si bien la Costanera ya era tradicionalmente como es ahora, en el interior del barrio comienza a haber una importante construcción de viviendas a comienzos de la década del '60".
"Es un barrio particular por sus características, dado que es largo en el sentido norte-sur y muy angosto de este a oeste, comienza en Salvador de Carril y termina el Boulevard Gálvez y el límite oeste son las vías del ferrocarril", cuenta Crespi.
El vecino remarca que hace falta poner en valor todo el espacio de la Costanera, el puente Colgante, lugares que necesitan y reclaman mantenimiento: "No podemos permitir que se repita lo que ocurrió hace 30 años. Si perdemos esto, perdemos Santa Fe", enfatiza.
"Desde hace mucho se le está pidiendo a la Municipalidad que se cambien focos que están sin funcionar; aunque vinieron a realizar algunos cambios este año, de ocho que repusieron cinco ya se rompieron", señala una referente de la vecinal.
Si se habla de lugares históricos hay que aludir a la Residencia Stamati, una mansión ubicada frente a la Costanera, que hoy es considerada patrimonio histórico. Brenda Xavier, actual propietaria, cuenta que "fue construida en 1931 por el arquitecto Stamati para vivir con su familia". Un dato a resaltar es que tanto los materiales como la mano de obra fueron traídos todos desde Italia.
Juan Vittori La residencia Stamati y su belleza arquitectónica de estilo italiano.
La residencia Stamati y su belleza arquitectónica de estilo italiano. Foto: Juan Vittori
"Hace falta poner en valor todo el espacio de la Costanera, el puente Colgante, lugares que necesitan y reclaman mantenimiento: No podemos permitir que se repita lo que ocurrió hace 30 años. Si perdemos esto, perdemos Santa Fe", enfatiza un vecino de Siete Jefes.
La fe mueve montañas
La parroquia Nuestra Señora del Huerto se encuentra ubicada en la Costanera de Santa Fe y fue construida en 1952. Actualmente su párroco es Carlos Scatizza, quien hace cuatro años que está al frente de la iglesia.
El padre cuenta que el 1° de julio la parroquia cumplió 70 años de la inauguración del edificio, pero la parroquia se creó después, un 22 de enero del año siguiente. Un dato histórico es que la misma fue construida gracias a la donación de una sola persona de la congregación, Ana Francia Minetti, viuda de Gómez, quien después sería una de las integrantes de la primera Comisión Directiva de la vecinal del barrio Siete Jefes.
Juan Vittori La increíble cúpula de la parroquia Nuestra Señora del Huerto, otro de los atractivos históricos de este barrio santafesino.
La increíble cúpula de la parroquia Nuestra Señora del Huerto, otro de los atractivos históricos de este barrio santafesino. Foto: Juan Vittori
En tiempos de pandemia donde la incertidumbre reinaba en todo el mundo y no se veía un horizonte claro, "la iglesia siguió siendo un lugar de encuentro y contención… Se acompañó en la incertidumbre, en la soledad, en el escuchar, en los miedos que se iban generando y tratando siempre de poner mucha esperanza. Es posible que aún tengamos muchos aprendizajes de lo que nos está pasando en la pandemia y esos aprendizajes nos ayudan a descubrir al otro, al hermano, a ser mucho más solidarios, a sentirnos cercanos con aquel que también está compadeciendo junto con nosotros", reflexiona el cura párroco.