Lía Masjoan
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Dos horas y media de viaje desde Rosario. Sesenta chicos de 4to. grado arriba de un colectivo. Una interesante recorrida de tres horas por el casco histórico de la capital provincial por delante. Y ni un baño público disponible.
Las maestras no saben qué hacer. Los guías de las empresas turísticas, menos. El personal de los museos Histórico y Etnográfico informa amablemente que no hay sanitarios y que el único que tienen es de uso exclusivo de los empleados. Y reciben a cambio el lógico malestar de los turistas.
Es que en todo el sector no hay ni una posibilidad de ir al baño. Un problema histórico, como la zona, que padecen también los vecinos de la ciudad que visitan con frecuencia el espacio público, en especial los fines de semana.
Una necesidad para vecinos y turistas
Faltan baños públicos en el casco histórico de la ciudad
Contingentes escolares con numerosos niños recorren a diario esta zona turística. Los museos sólo tienen un sanitario para el personal. Y los del Paseo de las Tres Culturas no están habilitados.
Guillermo Di Salvatore Sanitarios no habilitados. En Presidente Illia y 3 de febrero hay un complejo sanitario. Pero se usa como depósito de herramientas de empleados municipales. 15:29
Sin baños públicos en el Paseo de las Tres Culturas
Aunque todavía tiene el cartel que indica “sanitarios”, el complejo que está ubicado en la esquina de Illia y 3 de Febrero del Paseo de las Tres Culturas se usa como depósito para guardar las herramientas de los placeros y empleados municipales. Adentro hay un inodoro, pero para uso del personal.
Ante esta situación, es común encontrar restos de excremento y orina en las esquinas de los museos, pedazos de papel higiénico desparramados y paredes manchadas con caca. Ante el apuro, se elige cualquier recoveco para calmar las necesidades escatológicas. La zona es elegida también como resguardo para pasar la noche por personas que no tienen hogar.
Paseo de las Tres Culturas sin baños y sucio
Estos son parte de los reclamos que escuchó El Litoral al recorrer el parque. Se suman la presencia de roedores y el mal estado general del paseo. Periodistas de este medio ya han relatado en varias oportunidades la cantidad de grafitis estampados sobre monumentos y paredes de los históricos edificios, entre otros actos de vandalismo que afean el lugar.
Un problema para el turismo
Javier Rinaudo, de Barcelona Tour, reconoció el gran inconveniente que les genera esta situación a quienes organizan viajes estudiantiles y turísticos. Al punto que han llegado a quitar del itinerario el ingreso a los museos para acortar el tiempo de la recorrida por el casco histórico santafesino y evitarse el inconveniente de las ganas de ir al baño: “Es un problema de toda la ciudad. O no hay baños o, cuando hay, están en pésimas condiciones higiénicas. Llegamos con contingentes de 60 chicos de 10 años después de más de dos horas de viaje y no podemos ofrecerles un baño público. Si recorremos la peatonal, pasa lo mismo”.
El problema se agrava en temporada alta, en septiembre y octubre, cuando se producen la mayoría de las visitas escolares. “Llega a haber entre 300 y 400 chicos recorriendo la zona a la vez”, contó el representante turístico.
Una solución a la que han recurrido algunas agencias, es incluir primero una visita al shopping del Puerto, con la excusa de conocerlo y a pesar de que no es parte del circuito turístico de la ciudad: “Los baños están en muy buenas condiciones, son amplios y están limpios”, contó Rinaudo.
Algunos piensan en voz alta una solución: “Podrían habilitar el complejo sanitario que ya tiene el Paseo; o colocar algunos baños químicos”. Eso si disponen cuidadores que los limpien con frecuencia. Si no será peor el remedio que la enfermedad.
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