En el verano de 1969, el medallista olímpico y actor norteamericano, Johnny Weissmuller, visitó la capital provincial como invitado de honor de una competencia deportiva internacional en nuestra ciudad.
En la década del '60, en el marco de la inauguración del túnel subfluvial se realizó una jornada llamada “Las 24 horas del lago del Parque Belgrano”.
Finalizando la década del sesenta, en el lago del Parque Belgrano, conocido por los santafesinos como “Parque Sur”, se llevó adelante una intensa jornada deportiva llamada “Las 24 horas del lago del Parque Belgrano”. El evento formaba parte de una agenda pública en adhesión a los actos inaugurativos del Túnel Subfluvial Hernandarias de Saavedra (hoy llamado Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis) que une, bajo el lecho del río Paraná, las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Los santafesinos pudieron disfrutar de la competencia ubicándose en la margen oeste del lago y también desde las instalaciones del Club Náutico El Quilla.
Relataba con sorpresa y admiración El Litoral por aquellos días: “Además de los ases mundiales de natación, se encuentra con nosotros Johnny Weissmuller. Famoso nadador norteamericano y campeón olímpico, en 1932, de los 100 metros libres, conocido por grandes y pequeños por haber encarnado el personaje de Tarzán en la pantalla grande con sus grandes aventuras por la selva”.
Vista panorámica del lago y de fondo los edificios de J.J Paso.
Weissmuller, con sus casi 70 años, se encontraba en nuestra ciudad, recibiendo el afecto de todos los santafesinos que lo veían caminar por las calles de la ciudad. El actor y deportista había sido designado como comisario deportivo de “Las 24 horas del lago del Parque Belgrano”. Un lugar indiscutido para el deportista y actor norteamericano.
Weissmuller dialogando con El Litoral.
La competencia acuática internacional en Santa Fe, buscaba repetir la experiencia deportiva del lago La Tuque (Canadá) que se venía realizando desde 1965, en donde intervienen famosos nadadores profesionales de media distancia, que con sus hazañas deportivas logran repercusión en el mundo entero y fortalecen su trayectoria deportiva. Popularizados en aquellos años sesenta como “deportistas de élite”, hijos de los “sportman”, de principios del siglo XX, como por ejemplo aquellos grandes nadadores santafesinos de la talla de Antonio Barceló o Pedro Candiotti.
El vespertino cubrió la llegada del famoso nadador y actor.
Los organizadores de “Las 24 horas del lago del Parque Belgrano” fueron entrevistados por el diario El Litoral y expresaron que: “Estas competencias requerían de participantes ‘con ciertas destrezas y virtudes físicas excepcionales’ en perfecto nivel con atributos mentales indispensables para afrontar un esfuerzo extraordinario”. La característica principal que tenía la prueba deportiva era que competían parejas, dos nadadores que podían relevarse cada vez que lo crean conveniente durante esas intensas 24 horas de nado. El binomio preferido era el candidato argentino de la competencia, Horacio Iglesias y el egipcio Abou Heif. Por otro lado, los holandeses Johan Schans y Judhit De Nijs, eran los firmes contrincantes a vencer por sus reconocidas aptitudes de resistencia y velocidad. También contó con mucho apoyo el santafesino José María Barreyro, que hacía su debut en este tipo de pruebas y buscaba fervientemente destacarse en el concierto internacional.
El ganador del certamen recibe las felicitaciones de las autoridades.
La jornada deportiva tuvo un éxito muy grande. Las crónicas de la época eran sumamente positivas: “Fueron 24 horas para no olvidar. La ciudad fue impactada por una jornada deportiva de relieve internacional acorde con la razón de ser de la misma: la inauguración del túnel subfluvial ‘Hernandarias’ orgullo de dos provincias litoraleñas que de ahora en más estarán unidas por esta obra monumental que servirá para el desarrollo productivo de todo el país”.
Publicidad de una película de Tarzán en el Cine Doré
Deporte y sociedad en los '60
Los recientes estudios sociales sobre las vinculaciones posibles entre deporte y sociedad han sido muy importantes para comprender e interpretar sucesos históricos y culturales, es decir, pueden darnos una puerta de acceso privilegiada para comprender un fenómeno deportivo local como fueron las célebres “24 horas del lago”.
En ese sentido, en 1966, un nuevo golpe de Estado instaló un gobierno de facto que se declaró como el de la “Revolución Argentina” con intenciones de refundar la República. Instalado como presidente, Juan Carlos Onganía, este gobierno dictatorial y profundamente autoritario, en un periodo de alta conflictividad social, buscó promover enérgicamente el crecimiento y la modernización de la economía, en alianza con los grandes grupos económicos nacionales y con el capital internacional, en parte a través de obras públicas de gran infraestructura. Estos objetivos se plasmaron en un documento llamado Políticas y Estrategias para el Desarrollo y la Seguridad Nacional, en donde la “seguridad” se encontraba subsumida al problema del “desarrollo económico”.
Por otro lado, en 1969, se decretó la primera Ley del Deporte del país. En este contexto social y político, la importancia de los “éxitos” deportivos para el gobierno militar, a partir de la eficiente organización de un “modelo” deportivo profesionalizado y especializado, que resaltaba ciertos valores como “destrezas”, “fortalezas” “esfuerzo” y “disciplina mental”, apuntaba también a lograr que estos mismos valores individualistas, meritocráticos y competitivos se pudieran expandir masivamente en la población, lo que podría facilitar la aceptación de un modelo social en consonancia con un desarrollo económico que trataría de imponerse en el país.
Nadador y actor
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