El Litoral
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Los baches son evidencia del poco mantenimiento y de las raíces de los árboles que bordean el camino de las bicicletas. Los más notorios están a la altura de Pedro Vittori y Quintana.
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En el Parque Federal, lugar de recreación para los santafesinos, se traza el camino de la bicisenda, que es una de las primeras de la ciudad construida durante el último período de la intendencia de Horacio Rosatti en 1998, y sigue en paralelo a las vías del ferrocarril.
Tras 20 años, el pavimento comienza a mostrar fisuras por el paso del tiempo, y en algunos tramos la carpeta asfáltica está levantada por las raíces de los árboles que bordean el camino por donde circulan los ciclistas.
Además, las líneas para delimitar los dos sentidos de circulación están borradas y —sobre todo en horarios nocturnos—, hacen que la visibilidad sea aún más complicada y el andar confuso.
Mariana Salvador, referente del colectivo Santa Fe en Bici, manifestó su preocupación por el mal estado y el abandono de la infraestructura. “Está sumamente peligrosa. La bicicleta necesita un asfalto liso porque con las vibraciones es posible que se produzcan accidentes, y además provocan efectos directos al cuerpo”, señaló.
Otro problema que advierte Salvador es que al ser una vía híbrida, es decir que circular peatones y las ciclistas —a pesar que las señales indican que es de uso exclusivo para ciclistas—, los peligros se acrecientan.
“Prácticamente es un paseo peatonal y con razón la gente que desea caminar lo hace por ahí, porque no hay por donde caminar. Lo ideal sería crear otra infraestructura exclusiva para peatones”, dijo. Al ser el camino compartido se pierden las vías como medio de movilidad, “te obliga a reducir la velocidad y a circular a la velocidad del peatón”, concluyó.