Viernes 3.1.2020
/Última actualización 16:51
La prolongada bajante del río Paraná deja extensos kilómetros de arena en toda la ribera de la laguna Setúbal. Las playas del paraje Chaco Chico, ubicadas en la zona costera de Monte Vera, también reflejan el ancho territorio de arena. Sin embargo, estos espacios públicos naturales y que deberían poder disfrutarse en familia, hace tiempo que no pueden aprovecharse, ya que las picadas ilegales —sobre todo de motos— incrementan su protagonismo cada fin de semana y ahora en vacaciones, aún más.
El Litoral, en una nota publicada en septiembre del año pasado, reflejó el problema de estas carreras ilegales de motos y cuatriciclos, y las molestias que generan en los habitantes del lugar. Lejos de menguar, y a pesar de una leve intención de la comuna de Monte Vera por controlar la actividad irregular, las picadas continúan hasta la actualidad.
“Hubo una intervención a través de la autoridad de control del Juzgado de Faltas de la comuna, en conjunto con la Policía, pero fue más una jugada de ‘marketing’ que de respuesta, porque al otro fin de semana no solamente no hubo más controles, sino que se intensificó la cantidad de motos”, criticaron desde la vecinal El Chaquito, ante la consulta de este medio.
Al mismo tiempo, uno de los referentes del grupo de vecinos aseguró que no están en contra del deporte ciclomotor, “lo que queremos es que se cumpla y se respete un lugar determinado para estas prácticas, es decir que se habilite un circuito como sucede en otras comunas como en Laguna Paiva, por ejemplo”, y agregó: “No queremos criminalizar a los pibes, pero nos parece que al mirar para otro lado se fomenta la ilegalidad de estas picadas clandestinas”.
Gentileza Restos. La playa del paraje Chaco Chico quedan llenas de botellas luego de los encuentros ilegales.Restos. La playa del paraje Chaco Chico quedan llenas de botellas luego de los encuentros ilegales.Foto: Gentileza
Secuelas del encuentro clandestino
Más allá de atentar contra la tranquilidad de los vecinos por los ruidos molestos que producen las motos con escapes libres, en las picadas clandestinas que reúnen alrededor de 60 vehículos en cada encuentro, otra de las consecuencias es la ingesta desmedida de alcohol, sumado a que los deshechos quedan en la playa y se ven botellas de todo tipo. En esta línea, otra de las incomodidades que observan es que no hay baños públicos, por lo que los visitantes deben hacer sus necesidades sin ningún tipo de privacidad.
“Muchas familias llegan a la orilla y se instalan de manera tranquila con su carpa o mesa, y lo que muchas veces se genera es violencia porque cuando uno va a pedirle que bajen la velocidad te pasan al lado y se genera una situación de tensión. Eso es lo que produce la ausencia de la comuna”, indicaron desde la vecinal.
Según los vecinos, las respuestas por parte del gobierno de Monte Vera no brindan soluciones. “Se habían comprometido hace tres años, pero argumentaron en su momento que estaban desbordados, que no había recursos o personal, en definitiva no se hacen cargo de que esta playa es de Monte Vera”, opinaron y concluyeron: “La vecinal tiene documentada todas las reuniones que mantuvimos con la comuna y siempre es lo mismo, es la quinta gestión que conduce el actual presidente comunal Pallero y nadie puede decir que no saben que eso pasa”.