Viernes 22.9.2023
/Última actualización 14:06
A don Agustín Zapata Gollán se lo recuerda sobre todo porque planificó y luego dirigió las excavaciones realizadas en Cayastá que sacaron a la luz la primitiva ciudad de Santa Fe. Sin embargo, fue una figura riquísima, que contribuyó a la vida social, política y cultural de la capital provincial y del país desde diversas aristas, una de ellas las artes plásticas.
Puntualmente, Zapata Gollán se destacó en el grabado sobre madera, técnica a través de la cual generó obras que, juntas, representan un legado de gran valor. El que lo impulsó a profundizar en este campo fue otro artista al cual también esta sección le dedicó un amplio espacio, como Sergio Sergi.
Archivo El LitoralEl profesor y artista Roberto Favaretto Forner, quien conoció bien a Zapata Gollán, lo describió en un artículo que fue publicado en El Litoral en diciembre del año 2021 como “un gran dibujante y grabador, considerado como Decano del Grabado en Santa Fe”.
Una búsqueda en los archivos permitió tomar el pulso a la valoración que tuvo Zapata Gollán en sus facetas de xilógrafo y grabador. Un artículo publicado en La Prensa de Buenos Aires, reproducido por El Orden de Santa Fe en julio de 1932 hace referencia a una exposición de treinta obras de su autoría en la galería Nordiska.
Archivo El Litoral“En esta época de confusión e incertidumbre, la labor de los artistas peca con harta frecuencia de algo así como un exceso de cerebración y carece muchas veces de personalidad. Es así, que se hace tanto más apreciable la de aquellos que se expresan con absoluta sinceridad, como Zapata Gollán, espíritu espontáneo, inquieto y sutil”, dice el comentarista.
En un artículo titulado “Zapata Gollán: de la sátira gráfica, al testimonio evocativo”, el especialista Jorge Taverna Irigoyen afirma que fue grabador como una natural consecuencia de haber sido primero “inteligente y dúctil dibujante”.
Archivo El LitoralDice también que la obra gráfica de este artista observa, desde el punto de vista iconográfico, “la recurrencia de ciertos temas. La familia, algunas estampas eglógicas, caballos, hombres-árboles que alzan sus brazos. Es el valor de lo alegórico puro; nunca la mimesis o la invención sin focalizaciones precisas. Talla en la madera la impresión de un instante, o más singularmente, la articulación de un escenario en que puede o no haber sucedido algo”.
Testimonio de un personaje cotidiano
Entre las series de la obra de Zapata Gollán figuran la Serie del Mar, la de Cristo, la del Barrio Sur y del 900, la de la isla y la de brujerías. Dentro de las obras que no cabe incluir en serialidades, Taverna ubica a los vendedores de diarios, los populares “canillitas”.
Precisamente, dentro del inventario de Santa Fe Arte, figura una obra donde claramente se observa el estilo de Zapata Gollán que podría ubicarse dentro de ese marco referencial y que se reproduce como apertura de esta nota. Fuertemente metafórica, muestra un “canillita” que sobrevuela un espacio que claramente es santafesino, bajo la luz de la luna, mientras “vocea” para vender su producto.
Don Agustín Zapata Gollán. Foto: Archivo El LitoralEl legado de Zapata Gollán sigue vigente, también como testimonio del pasado de una ciudad en cuya identidad ocupa un espacio fundamental. Como señala Taverna Irigoyen: fue, como artista, una persona capaz de mirar y escuchar, a quien nada le pasó desapercibido por su fruición por testimoniar.