Juan Manuel Fernández | @jotafernan
La rentabilidad se recuperó y los productores están logrando márgenes positivos. Pero la mejora del negocio llega tras un período de renta negativa que demoró inversiones necesarias para seguir creciendo.
Juan Manuel Fernández | @jotafernan
La reciente exposición ArgenCarne que tuvo lugar en San Justo brindó a los actores del negocio porcino -al igual que bovino y ovino- una oportunidad para plantear que a pesar del buen momento del sector en cuanto a precios y rentabilidad, aún arrastran la carga que configura las inversiones postergadas en la crisis de los años previos.
Uno de los referentes santafesinos, el Med. Vet. Marcos Diankoff, empresario y vice presidente de Aporsafe (la asociación de productores de la provincia), sostuvo que “la foto es buena, porque volvimos a tener rentabilidad y estamos vendiendo nuestro producto por arriba del costo de producción; pero hay una mochila muy grande”, en referencia a las inversiones no realizadas el año pasado. Para revertirlo, indicó que “se necesita previsibilidad y acompañamiento financiero” que permita volver a invertir. “Porque todo este año que se trabajó a pérdida dejamos de invertir y eso hizo que seamos menos eficientes porque no cambias una jaula, cambias una madre o cambias un comedero; todo eso no se recupera de un día para el otro”, detalló.
“La suba de la carne bovina”, que impulsa al consumidor a buscar sustitutos y posicionó al cerdo como carne roja de reemplazo, es uno de los factores que inciden en la mejora que experimentan los productores. “Eso hace que podamos tener mejor rentabilidad”, dijo.
Sin embargo el dirigente reclamó una política de estado que implique un programa porcino, que por ejemplo promueva el consumo de la producción a escala regional; o sea: que el consumidor sepa que con su dinero apoya la economía local. “Para evitar que se sigan yendo los pequeños productores, que aún persisten en una actividad que tiende a concentrarse”.
Respecto de las importaciones, que los últimos años habían generado preocupación, Diankoff mencionó que dejaron de ser un problema económico tras la devaluación del año pasado, que las encareció. “Este año se estima que se va a exportar la misma cantidad que se va a importar; el balance comercial se va a cumplir porque las exportaciones se trabajaron bien”. De todos modos, siguen denunciando y luchando contra la compra de carne congelada en el exterior que se ofrece como fresca en las góndolas.
Finalmente, consideró que las exportaciones a China son una buena noticia, “pero la cadena no está preparada” en cuanto a la capacidad para abastecer semejante mercado. Además, advirtió que si se invierte para crecer hacia ese destino, “ellos (los chinos) en algún momento solucionarán su problema” y quedaría sobredimensionada la estructura de la producción argentina.