Diego Armando Maradona, "Diegote", "Pelusa", o simplemente "Diego", hubiera cumplido 64 años. Más allá de cómo cada uno desee recordarlo, siempre estará entre todos nosotros y cada 30 de octubre será recordado de una manera especial.
A un mes de que se cumplan cuatro años de la ausencia física del astro, llega un nuevo 30 de octubre. Su figura aún sigue presente en murales, recordando sus frases o viendo sus gambetas y goles que nunca se olvidarán.
Diego Armando Maradona, "Diegote", "Pelusa", o simplemente "Diego", hubiera cumplido 64 años. Más allá de cómo cada uno desee recordarlo, siempre estará entre todos nosotros y cada 30 de octubre será recordado de una manera especial.
El "Pelu", nacido un 30 de octubre de 1960, vivió, tal vez, muchas vidas en una sola. No fue un jugador más. Se crió en Villa Fiorito, recorrió el mundo y elevó la bandera del país como ningún otro.
Algunas de las fechas que nadie olvidará serán la de su debut, en su amado Argentinos Juniors, el 20 de octubre de 1976 (10 días antes de cumplir 16 años), o tal vez, la última vez que acordó con un equipo de fútbol, Gimnasia y Esgrima La Plata, iniciando su ciclo el 5 de septiembre de 2019.
Maradona jugó en el club de La Paternal, pasó por Boca Juniors, Barcelona, Napoli, Sevilla, Newell's y tuvo otro ciclo en la entidad de la Ribera. Como técnico registró etapas en Deportivo Mandiyú, en Racing, en la selección argentina, en Al Wasl de Emiratos Árabes, en Fujairah del mismo país, en Dorados de México y en el mencionado conjunto platense.
En lo que respecta a sus copas nacionales, alzó un campeonato metropolitano con Boca, en 1981; con el "Barsa" conquistó la Copa del Rey, la Copa de La Liga de España y la Supercopa; y con Napoli levantó dos Serie A, una Copa de Italia y una Supercopa.
Por el lado de las internacionales, con Argentina supo cuánto pesaba la Copa Mundial de la FIFA, en México 1986, conquistó la Copa de Campeones CONMEBOL-Uefa, en 1993, en Mar del Plata y también integró el plantel que ganó la del mundo en el Sub-20, en Tokio, en 1979. Con Napoli levantó una Copa de la UEFA.
A nivel individual, tuvo muchísimos premios, entre los que se destacan ser el máximo goleador de un certamen, integrar el equipo mundial del siglo, ser el jugador del siglo por la FIFA o estar en el once histórico del balón de oro, entre tantísimos otros.
Su figura estará por siempre ligada a Argentinos Juniors y a Napoli, quienes le pusieron Diego Armando Maradona a su estadio, en tanto que Newell's Old Boys de Rosario hizo lo propio con una de sus tribunas.
Diego, más allá de sus buenos y malos momentos tanto a nivel deportivo como personal, sin duda alguna atravesó a varias generaciones, se inició bien desde abajo casi como ninguno, la peleó en todo momento y enalteció siempre que pudo su bandera, la de Argentina, de la misma manera siempre, siendo jugador, técnico o incluso estando fuera de la actividad deportiva.
Lo llora Villa Fiorito, escenografía inicial de esta historia de película y pieza fundacional para comprender al personaje. Lo lloran los Cebollitas, donde se animó a soñar en grande. Lo llora Argentinos Juniors, donde no solo es nombre del estadio sino el mejor ejemplar de un molde que genera orgullo. Lo llora Boca y toda la pasión que unió a un vínculo que fue mutando pero conservó el amor genuino. Lo llora Nápoles, su altar maravilloso en el que con una pelota cambió la vida de una ciudad para siempre. Lo lloran también Sevilla, Barcelona y Newell's, que infla el pecho por haberlo cobijado.
Y lo llora la selección argentina, porque nadie defendió los colores celeste y blanco como él. En definitiva, lo llora el país entero y el mundo.
Diego Maradona es el Barrilete cósmico. Y la pelota no se mancha. Y las piernas cortadas. Y que la sigan chupando. Y la tortuga que se escapa. Y el jarrón en el departamento de Caballito, el rifle de aire comprimido contra la prensa, la Ferrari negra que descartó porque no tenía estéreo, la mafia napolitana y toda una ciudad que elige vivir en pausa, rendida a su Dios. Es el de las canciones, el los documentales a carne viva y las biografías siempre desactualizadas. El que levanta el teléfono y llama cuando menos lo esperás y más lo necesitás. El que jugó partidos a beneficio sin que nadie se enterara. El que pasa del amor al odio con Cyterszpiler, con Cóppola o con Morla. El que siempre vuelve a sus orígenes y le presta más atención a los que menos tienen.
Es el abuelo baboso y el papá inabordable. Es antes que todo y por sobre todas las cosas el hijo de Doña Tota y de Don Diego.
"Mis sueños son dos. Mi primer sueño es jugar en el Mundial. Y el segundo es salir campeón"
"Me siento más solo que Kung Fu"
"Me cortaron las piernas"
"Yo me equivoqué y pagué. Pero la pelota no se mancha"
"A Toresani le digo: Segurola y Habana, séptimo piso. Y vamos a ver si me dura 30 segundos"
"Me había propuesto hacerle dos goles a Gatti, pero ahora que me dijo gordito le voy a meter cuatro"
"Vos sí que la tenés adentro"
"Crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono"
"Si me muero, quiero volver a nacer y quiero ser futbolista. Y quiero volver a ser Diego Armando Maradona. Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra"
"La lista que me pidió Grondona, que yo se la di, era un tocuen. Tocuen es cuento"