Viernes 6.3.2020
/Última actualización 13:49
En la Primera Nacional, ex B Nacional, el podio de los goleadores está ocupado por tres santafesinos en una muestra más del poderío del fútbol de nuestra provincia. El tercer escalón lo ocupa el rosarino Luciano Pons, ariete de San Martín Tucumán, con 12 goles hasta la fecha 20. Pablo Vegetti, centrodelantero de Belgrano nacido en Santo Domingo, se para en la segunda posición con 13 tantos. En el lugar más alto se ubica Pablo Magnin, delantero de Sarmiento Junín nacido en San Jerónimo Norte, con 15 dianas.
Magnin no responde al futbolista típico que se corta el pelo muy corto a los costados y atrás. Tampoco contesta con frases hechas preguntas de una entrevista. Y no mira televisión ni consume medios en general. Lo dicho. Un atípico en un mundo plagado de deportistas que parecen clonados.
Pablo, el Morocho como lo llaman desde su crianza en San Jerónimo, tiene 29 años y comenzó en Libertad, en su ciudad natal. Luego, a los 14 años arrancó en las inferiores de Unión junto a su paisano Santiago Zurbriggen.
Debutó en el club rojiblanco en 2010 y estuvo en esa entidad hasta 2014. Integró los planteles que ascendieron en 2011 y aquel 2014. Pasó posteriormente por Instituto (dos veces), San Luis Quillota (Chile), San Martín San Juan y Temperley. Ahora defiende la camiseta verde de la entidad bonaerense. El 7 de Sarmiento habló con El Litoral sobre su presente y su vida fuera de las canchas.
Archivo- ¿Cómo viene la actualidad en el club de Junín? El equipo está peleando el ascenso.
- Bien. Se nos escapó el puntero (San Martín Tucumán tiene 44 puntos frente a los 34 de Sarmiento en la zona 2). Nos planteamos ese objetivo cuando empezó el torneo. De ganar todos los partidos, sacar la mayor cantidad de puntos y cuando termine el torneo veremos para qué estamos.
- Personalmente andás muy bien. Sos el goleador del campeonato con 15 goles en 20 fechas. ¿A qué se debe este gran momento tuyo?
- A que el equipo anda bien. Estamos entre los dos o tres equipos que más goles convierten. A jugar y a que el equipo todo el tiempo en todas las canchas ataca. Tenemos varios goles.
- ¿Cómo es tu vida en Junín? ¿Te gusta la ciudad?
- Es una ciudad súper tranquila. Yo siempre tuve una vida demasiado austera. No salgo demasiado de mi casa. Me quedó ahí haciendo cosas que me gustan. Y entrenando. Está todo cerca. Es una ciudad que en 5, 10 minutos estás en el entrenamiento, estás en cualquier lado. Tiene lindos lugares para descansar.
No pasa más que por eso. Tratar de disfrutar. Entrenamos tres, cuatro horas por día y después nos queda todo el día libre. Trato de mantenerme pegado a cosas que realmente me entusiasman. Eso es más o menos la vida que llevé siempre.
Tomarlo como un trabajo, con mucho responsabilidad el fútbol, pero también uno entiende que dentro de cinco años… tenemos una vida útil. Somos un producto para el negocio en el que estamos metidos. No es solamente patear una pelota. Hay una vida detrás de eso y después del fútbol.
- ¿Qué te interesa cuando no estás entrenando o no tenés que concentrar?
- Estoy mucho tiempo solo. Me gusta mucho leer, aprender cosas. He estudiado. Me gusta tocar la guitarra. Escucho mucha música.
Archivo- ¿Estudiaste algo pensando en el retiro?
- Te digo eso porque uno imagina que en un par de años ya no va a poder jugar más. Yo trato de vivir. Me gusta vivir no como jugador de fútbol. Todos me dicen lo mismo. “Vos no sos jugador”. “No”, le digo. En la cabeza, al estar tanto tiempo solo, al llegar a conocerme interiormente uno abre el paraguas o se va atajando a lo que viene después de jugar al fútbol. Hoy yo voy al banco y no hago cola. Voy a la carnicería y me regalan la carne. Voy al súper, me regalan esto. Tengo que hacer un trámite, llamo a dos personas y te hacen el trámite. Todo eso porque pateo la pelota. Si yo no jugase al fútbol, tendría que ser una persona normal. Calculo que cuando deje de jugar, esas cosas no van a pasar. Entonces trato de ser una persona normal. Muchos chicos al ver los primeros contratos, que les hacen notas, que los conoce la gente se pueden marear, tomar caminos que no son los acertados. Yo trato de estar siempre ajeno a eso. Falta todavía para que deje de jugar. No voy a estar cerca del fútbol en el futuro. No estaría tan de acuerdo con seguir en este ambiente.
- ¿Tenés cuenta de Twitter también?
- Yo las redes sociales no las uso para los que las usa la gente normalmente. En Twitter no pongo nada, ni lo miro. Facebook no uso. Instagram, nada. Estoy ajeno a eso. No me entretienen las redes sociales. No tengo tele. No miro televisión de cable. En mi casa no hay televisor porque no miro. Hace mucho que no prendo la televisión. Esos programas que mira toda la gente en Argentina no los miro.
- ¿No ves Tinelli, los programas de fútbol, nada?
- ¡No, no, no! Cero, cero. Por ahí cuando vamos a comer en las concentraciones uno tiene que aguantar que esté la caja boba. Que parece que la televisión te mira a vos, ¿viste? Yo me imagino, si el televisor pudiera hablar, diría “los bol… están mirándome a mí”. Ni idea de los diarios tampoco. O en Twitter, en Facebook los comentarios. Estoy ajeno a todo eso. Ni al celular tampoco. Yo lo agarro una vez al día y ya está. Nada más.
- ¿En Twitter se pueden ver unas fotos tuyas con tatuajes sobre Diego Maradona?
- Sí. Todo lo que me llega es porque mis amigos me mandan las capturas (de pantalla), sino estoy muy ajeno a todo eso.
- ¿Cuál es tu objetivo profesional con 29 años?
- Yo trato de disfrutar hoy el entrenamiento. Como no jugué el fin de semana, me tocó entrenar (el miércoles 4) con los chicos que vienen jugando un poco menos. Fue un entrenamiento duro. Trato de disfrutar el día a día porque en definitiva es eso. Eso que es súper linda nuestra profesión no es verdad. Como todo trabajo. Tiene sus cosas buenas, sus cosas malas. Yo trato de entrenar de la mejor manera, tener una vida tranquila. Somos un producto de acuerdo a lo que hagamos 90 minutos en un partido cada 7 días. Y en ese partido, la tocás cinco veces. O sea que por semana la pelota la tenés oficialmente 10, 20 segundos. Y te juzgan y valés más o menos de acuerdo a lo que hacés durante esos 10, 20 segundos a la semana. Imaginate cómo se maneja este ambiente.
Archivo- ¿Si no fueras jugador, a qué te hubieras dedicado?
- Es algo que no te puedo decir porque soy esto. Uno en el camino se va haciendo. No sé si volvería a hacer todo el sacrificio que hice. Seguramente no porque fue mucho sacrificio. Uno pierde cosas que no va a vivir más. Trato de disfrutar lo que me tocó. En otra vida, seré otra cosa y también lo disfrutaré.
Si bien debutó en el conjunto tatengue, regresar al club de la capital provincial no es algo que entusiasme a Magnin. Consultado sobre si volvería a Unión, respondió: “Mmm… son etapas. Yo lo disfruté, lo sufrí. Son etapas que uno las vivió y que trata de avanzar”. “Ahora como hincha, súper contento por como le está yendo. No me quedaron amigos que jueguen, pero lo he tenido a Leo (Leonardo Madelón). Me gusta que les esté yendo súper bien y me pone súper contento a la distancia”.