La Argentina deberá afrontar pagos por unos US$ 1.300 millones en importaciones de gas durante este invierno, lo que representará un incremento del 97% respecto del 2020, según cálculos oficiales y privados.
La cifra representa un aumento del 97% respecto del año pasado.
La Argentina deberá afrontar pagos por unos US$ 1.300 millones en importaciones de gas durante este invierno, lo que representará un incremento del 97% respecto del 2020, según cálculos oficiales y privados.
El monto total de las importaciones casi duplica a los US$ 659 millones desembolsados el año pasado, según surge de datos de la Secretaría de Energía.
En este escenario, los buques regasificadores cumplen un rol clave, y por eso existe preocupación oficial para que descienda el nivel de conflictividad con los gremios portuarios, que reclaman, en otros puntos, ser priorizados en la vacunación contra el Covid-19.
Ya se adjudicaron casi 50 buques con gas natural licuado (GNL) procedentes principalmente de Estados Unidos y Qatar.
El combustibles se adquirió a un precio promedio de 7,35 dólares por BTU (unidad de medida del gas), y se afrontaron pagos por unos US$ 800 millones.
El gas representa el 55% del total de energía que se consume en la Argentina.
Su producción experimentó una caída como consecuencia de las protestas en la Patagonia protagonizadas por personal de salud, que cortó rutas de acceso al yacimiento de Vaca Muerta durante tres semanas, pero también por un descenso en la inversión privada.
Para abastecer la generación de energía eléctrica en invierno, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) importó además gasoil por US$ 135 millones.
Energía prevé otros acuerdos de importación por US$ 180 millones para mayo y junio.
Además, otro por US$ 125 millones para fines de junio y julio, y operaciones similares para agosto y septiembre.
Los contratos superan a los 30 buques licitados en 2020, cuando el precio promedio fue de apenas un tercio que en la actualidad: US$ 2,85 por BTU, en medio de la crisis mundial por causa de la pandemia.
La Argentina le está comprando gas natural a Bolivia y licuado (GNL) a otros países, en ambos casos a través de IEASA, que se ocupa de la comercialización de gas natural y las importaciones del combustible.
Un informe del Instituto de Energía General Mosconi alertó sobre las consecuencias de la desinversión que está atravesando la Argentina.
De acuerdo con los datos de esa entidad, la oferta cayó 10% interanual en abril, y alcanzó su menor nivel en una década.