Ignacio Andreychuk
Desde la Federación de Centros Comerciales de la Provincia indican que hay componentes que hacen que este sector “empiece a tener una caída con cierre”. Came volvió a marcar un retroceso en las ventas minoristas del país. En Buenos Aires, relevaron más de 1.800 locales vacíos en un radio de 500 cuadras.
Ignacio Andreychuk
iandreychuk@miradorprovincial.com
Pese a las herramientas que implementó el gobierno nacional en los últimos meses con el fin de reactivar el consumo interno, el comercio continúa en caída. Lo advierten prácticamente todas las cámaras empresarias que nuclean el sector comercial y de servicios en el país. Y la provincia de Santa Fe no está fuera de esa nube negra, sino por el contrario: hay preocupación por la prolongada demora en la reactivación de las ventas.
Desde la entidad representativa del sector comercial en esta provincia -Fececo-, apuntan que son varios los componentes que afectan de lleno a los comerciantes, como “los golpes tarifarios, la presión impositiva, la suba de los alquileres, la apertura sin control de las importaciones y el comercio ilegal. Todo eso, entre otros puntos, está generando que haya cierre de locales comerciales en nuestra provincia y el país”.
Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) apuntó en su reciente relevamiento mensual de ventas que las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron 3,8% en abril frente a igual mes del 2016. Con ese resultado, las ventas acumulan una baja promedio anual de 3,7% en los primeros cuatro meses del año.
Dice la entidad federal también que aunque sobre finales de mes comenzó a notarse algo más de movimiento en el mercado, el consumo de mantuvo tranquilo. Por momentos, se notaba más entusiasmo en un público que amagaba con activar su demanda, pero al momento de concretar compras persisten algunas incertidumbres que frenan. Tampoco ayudó el financiamiento, porque si bien hubo más disponibilidad de cuotas sin interés, muchos clientes quedaron con las tarjetas cargadas tras haber realizado operaciones importantes en un pago en febrero y marzo.
Asimismo, la cantidad de locales comerciales desocupados en la Ciudad de Buenos Aires aumentó 8,8% en los últimos cinco meses y alcanzó un nuevo récord. En marzo, el 9,5% de los locales en los principales barrios comerciales se encontraron vacíos. Sobre un total de 19.066 locales relevados entre el 1° y 20 de marzo en un radio de 495 cuadras, se detectaron 1.807 locales vacíos, con un promedio de 3,7 por cuadra, el mayor nivel desde que en marzo de 2013 se comenzó con la medición, según el informe que realizó la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba). La cifra sería mayor si no fuera porque además hubo locales comerciales que directamente desaparecieron, dejando lugar al menos por el momento, a un edificio en construcción.
Más fe que certezas
En diálogo con Mirador Provincial, el presidente de la Federación de Centros Comerciales de la Provincia, Adrián Schuck, mostró su preocupación por el momento económico que afecta a los sectores productivos.
—Una frase suya de principios de 2016 y comienzos de este año era que el sector comercial tenía mucha fe pero también mucha incertidumbre. ¿Mantiene esa idea hoy?
—La fe la seguimos teniendo siempre. Es algo irrenunciable. Pero estamos viendo que se demora demasiado la reactivación. Se hacen muchas cosas que consideramos que están bien para buscar que el consumo aumente, como seguir manteniendo los planes de compra Ahora 12 y Ahora 18, que son buenas herramientas para nosotros. También afianzar el Ahora 3 y Ahora 6 para los rubros indumentaria y calzado. Sin embargo, hay aspectos de fondo que repercuten fuerte: vemos que se cierran muchas fábricas por el ingreso de lo importado, los países limítrofes tienen mucha diferencia en la presión tributaria con respecto a nosotros, por eso consideramos que debe hacerse un ajuste en ese sentido. Vemos, igualmente, que en otros lugares están peor que acá y por eso seguimos siendo un poco pacientes, pero la situación no está bien.
—Un relevamiento en Ciudad de Buenos Aires habla de más de 1.800 locales vacíos en un radio de 500 cuadras. Son situaciones que marcan el momento. ¿Coincide?
—Sin dudas. Vemos que antes el consumo tapaba ciertas cosas que no se veían. Pero hoy, los golpes tarifarios nos han afectado mucho, como la energía eléctrica, igual que la suba en los alquileres, el aumento de las paritarias y la presión tributaria. Estos componentes hacen que el comercio empiece a tener una caída con cierre. Eso significa pérdidas de puestos de trabajo y cese de la actividad, ya que el dueño va a intentar achicarse o trabajar de otra manera.
“Hay cosas que están quedando expuestas”
—¿Este es un llamado de atención para las autoridades nacionales y provinciales así como para el sector empresario? -preguntó este diario a Adrián Schuck, titular de Fececo-.
—Sí, un llamado de atención porque tienen que ir viendo las cosas que van saltando fuera del consumo que teníamos años anteriores y ahora están quedando más expuestas. De hecho, eso se traduce en menor recaudación para las arcas de los gobiernos. Y las autoridades lo notan, por eso han dicho que la presión tributaria nos afecta de lleno y quieren tomar cartas en el asunto. Nosotros hemos ofrecido los estudios que tenemos realizado, los cuales presentamos en el marco de la Región Centro, donde tenemos un espacio de participación junto entidades de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Hay informes que están muy bien desarrollados y se les está mostrando a las autoridades, junto a la experiencia que tiene cada uno producto de la realidad que se vive en la calle. Las cámaras empresarias sabemos realmente cómo están las cosas y por eso pretendemos que se tomen medidas más acertadas, no solamente mirando los aspectos macroeconómicos.
Ilegalidad
Otro de los puntos que se refleja en estos momentos es el avance del comercio ilegal desleal. Dice Schuck: “Eso pega de lleno en nuestro sector, porque hay muchos comercios que hoy pasan de lo formal a lo informal porque no se toma ninguna medida que castigue o que genere realmente una competencia pareja con el comerciante que está instalado, con un alquiler, con un empleado, pagando los impuestos, contra el que está a la vuelta de la esquina o por vías electrónicas sin pagar absolutamente nada. Esto produce una situación difícil de sobrellevar”.