Domingo 5.4.2020
/Última actualización 22:58
“Podemos encerrarnos en nosotros mismos, aislarnos y cuidar de nuestro metro cuadrado, o trabajar juntos, colaborar y transformar la realidad para mejorarla entre todos”, sostiene la propuesta contenida en un documento de 53 páginas, que también se les hizo llegar también a gobernadores y representantes de la oposición.
El trabajo considera que “el rol del Estado es guiarnos en la difícil tarea de controlar la pandemia y sus consecuencias, tomando medidas de emergencia para ayudar en la situación de corto plazo sin dejar de pensar en el mediano y largo”.
Y sostiene que la labor de los emprendedores y empresarios es “acompañar a los trabajadores y a todas las familias argentinas: cuidando el nivel de empleo, adaptando el funcionamiento de las empresas a la nueva realidad, sosteniendo la producción de los insumos necesarios para que el país no se detenga”.
Sostiene que los argentinos “necesitan de una economía pujante para florecer: para el emprendedor pyme que durante meses no tendrá ventas, para el trabajador formal que depende de la continuidad de las empresas, para los trabajadores informales que dependen de la actividad económica, para el gobierno que tendrá que enfrentar dificultades sociales de alta complejidad y para las familias argentinas en general que buscarán, con su esfuerzo y unión, superar este nuevo obstáculo lo antes posible”.
Las propuestas se ordenan en 8 capítulos, que van desde cómo cómo mejorar la capacidad del Estado de testear la enfermedad y controlar mejor los focos de la enfermedad, hasta “transformaciones estructurales”, como los mercados mundiales que se podrían abordar con productos y servicios, cuando el comercio mundial intente normalizar su funcionamiento.
“Confiamos en que este puede ser el primer paso de un diálogo novedoso y virtuoso entre los emprendedores, empresarios y la dirigencia política. Y que podamos mirar hacia atrás en algunos años y recordar esta pandemia, no sólo como un momento de angustia y esfuerzo colectivo, si no como el punto de partida de una nueva etapa de desarrollo para los argentinos”, señala el trabajo.
La elaboración del paper fue coordinada por Gonzalo Tanoira, CEO de San Miguel, la mayor exportadora de cítricos; Guibert Englebienne, co-fundador de Globant; Luis Bameule -Mesa de Carnes-, Silvia Torres Carbonell -del IAE de la Universidad Austral-, Juan Collado -de Celulosa Argentina- y Javier Goñi - de Ledesma-, además de empresarios pymes del interior y comunicadores, mientras que se consultó a distintos expertos.
Los impulsores consideran que la Argentina debe “empezar a prepararse ya” para el día después de la cuarentena.
El primero de los puntos señala la importancia de los testeos como una forma de prevenir y, a la vez, comenzar a articular la actividad económica del país al realizar controles más estrictos. Así establece que vencido el plazo de la cuarentena se deberían multiplicar la toma de temperatura corporal en diversos lugares. Además sugiere “Establecer mecanismos de rastreo permanente para detectar casos sospechosos que puedan seguir diseminando la infección, y de verificarse, tener un claro procedimientos de aislamiento”.
Luego establece dos escenarios posibles una vez superado lo 14 días de cuarentena más otros 14 días más. Allí establece dos escenarios, uno positivo, con bajo nivel de contagio y -para ese momento- sugiere “promover ‘certificados de inmunidad’ en la mayor cantidad de empresas y personas que puedan solventar el costo de los tests. Es decir personas con Test de Anticuerpos Positivo + PCR Negativo podrían circular libremente sin necesidad de controles”, pero si el contagio se incrementa, propone volver a los controles y testeos.
Afirma más adelante que “necesitamosdar soluciones a la crisis económica previa a Covid19 e intensificada por la misma, en el marco de un panorama de 35% pobreza , riesgo de interrupción de las cadenas pago y profundización de la crisis. Nuestro objetivo es colaborar con propuestas y recursos desde el sector privado que brinden un marco de previsibilidad al desarrollo de la vida cotidiana en el contexto desafiante que nos toca transitar y promuevan un horizonte de confianza con respecto a la continuidad de las actividades económicas que determinan, a su vez, los niveles de inversión, producción y empleo”.
Uno de los objetivos plantados es que “el 80% del país productivo asista al 20% que no va a poder trabajar. Consideramos retorno gradual de acuerdo a 3 variables: tipo de trabajo (ej. remoto, presencial), nivel riesgo asociado Covid 19, industria/rubro. Y proponemos lineamientos para elaboración de 24 protocolos que todos los empleadores deberían cumplir (bajo declaración jurada y controles estatales). Donde se pueda mantener trabajo remoto, consideramos que debe mantenerse (no tiene por qué haber vuelta atrás en esta tendencia)”.
Finalmente, otro de los aspectos fundamentales de la iniciativa es el gasto público. A respecto, el documento señala que “reducir el gasto público que no sea prioritario durante la Pandemia Covid 19. Argentina tiene un gasto público desmedido con respecto a su sector privado, que es quien lo mantiene. Esta puede ser una oportunidad para que se transfieran del sector público al privado no solo recursos sino también empleos, si el Estado canaliza su ayuda a sector privado para que este contrate cada vez más personas”.