Por Gastón Neffen
gneffen@ellitoral.com
El jueves 13 de enero pasado, Dante Denardo, gerente de Región Norte de Assa, le aseguraba a El Litoral que la cañería que se rompió cuatro veces en nueve meses en realidad no tenía “una falla estructural”. Cualquiera puede encontrar esa nota en la web de El Litoral.com. En ese momento, la cañería había fallado dos veces.
En el primer caso (el 22 de julio de 2010), la ciudad se quedó completamente sin agua durante 23 horas. El 12 de enero de este año, durante la segunda rotura, el servicio se prestó con baja presión en algunas zonas de la ciudad y también hubo barrios que se quedaron sin agua. Fue lo mismo que pasó ayer durante todo el día.
A pesar de que Assa decía que la cañería no tenía un problema estructural, el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, anunció que se iba a reemplazar la cañería de PRFV (poliester reforzado con fibra de vidrio) por una de hierro dúctil, que se está importando desde Brasil. “Después del segundo evento resolvimos que no podíamos esperar un tercero”, aseguró Ciancio, el 23 de enero.
El tercer evento fue el martes 29 de marzo y el cuarto se produjo ayer. Ahora, la empresa asegura que el reemplazo del acueducto llevará cuatro meses. Mientras tanto, también van a cambiar los primeros 30 metros del acueducto de PRFV -el que está fallando- para evitar que el servicio siga colapsando hasta que se habilite el nuevo acueducto.
El tiempo revelará si este plan funciona o sigue haciendo agua. El problema de ayer confirmó que -al menos, por ahora- con el agua cruda que ingresa desde la toma del Colastiné no alcanza para prestar el servicio en forma satisfactoria.