El secretario de Finanzas, Carlos Fernández, estimó que la provincia llegará a fin de año con un déficit presupuestario de 1.000 o más millones de pesos. “Podrán ser 1.000, 1.100 ó 1. 200 millones, según las circunstancias”, indicó el funcionario. Pero agregó que “no hay un problema financiero de esa magnitud”.
Entre los ítems que se incluyen en el pasivo presupuestario se encuentra la deuda de la Nación que tiene el compromiso de enjugar parte del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones. Actualmente, este pasivo se ubica en los 400 millones de pesos.
En 2006, la Nación transfirió 82 millones y quedó un saldo pendiente. En los años siguientes no hubo transferencias por este concepto pese a las gestiones que los distintos gobiernos concretaron antes el gobierno nacional y la Anses.
Fernández estimó, en función a conversaciones mantenidas, que en breve personal de Anses auditará los números de deuda consignados por la provincia a los fines de regularizar ese pasivo.
Consultado el funcionario por este déficit que presenta el presupuesto de la provincia, qué ítems el gobierno iba a privilegiar, consignó que como el gasto tiene una estructura muy rígida, “se está trabajando en mecanismos que garantizaran el pago en tiempo y forma de los sueldos y aguinaldo del sector público. Esta es la prioridad, luego están la coparticipación a municipios y comunas, la ley N° 5.110 y los aportes a la educación privada”.
Añadió que los certificados de obra pública se efectivan “a 120 días y que Santa Fe es una de las provincias que mejor cumple” con las constructoras.
La provincia ha seguido licitando centros de salud en distintas localidades de la provincia a pesar del déficit y al respecto Fernández explicó que lo hace con el Fondo Sojero, “que diariamente recibe la provincia”. Un 30% se coparticipa a los municipios y comunas y el resto se destina a obras de infraestructura.
“Una cosa es el déficit en el presupuesto y otra tener esa diferencia realmente a nivel financiero”, aclaró. “Hay rubros que están imputados en un determinado mes, pero se los efectiviza en otro (el ejemplo más simple es el de los sueldos: los haberes correspondientes a un mes se abonan en el siguiente).
Fernández señala, entonces, que “puede haber un déficit presupuestario superior a 1.000 millones, lo que no quiere decir que exista un problema financiero de esa magnitud”.