Jueves 25.6.2020
/Última actualización 13:59
“Omar Perotti me invitó a una gestión de gobierno donde Educación tendría un lugar priorizado. Empezamos a diseñar políticas de trabajo, de renovaciones pedagógicas y entramados con la comunidad santafesina, donde la responsabilidad social compartida haga de la escuela un lugar más convocante. A los pocos días de iniciar el ciclo lectivo irrumpió la pandemia que, con el necesario aislamiento, desarticuló por completo el dispositivo escolar”. De esta manera, Adriana Cantero resumió los meses de trabajo al frente del ministerio de Educación de Santa Fe.
En diálogo con El Litoral, desandó el trayecto educativo provincial durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Reparó en la “ausencia de políticas” para disminuir la brecha tecnológica, necesarias para implementar estrategias de enseñanza a distancia. Adelantó que la modalidad para la vuelta a clases estará cimentada en la experiencia de “alternancia educativa” desarrollada en Escuelas de la Familia Agrícola. Y dijo que para sostener el vínculo pedagógico, “tendremos que estar todos juntos hasta que finalice la pandemia”.
-A principios de año, fue presentado el plan “Todos los chicos en la escuela” dirigido a la problemática del abandono escolar. La pandemia alteró el escenario, obligando a que “todos nos quedemos en casa”. ¿Cómo se hizo para combinar estas dos circunstancias?
-Seguimos pensando que la línea de política prioritaria debe ser “Todas las chicas y los chicos en la escuela aprendiendo”, pero tuvimos que innovar en la articulación de los saberes escolares y en los modos de estructurar cercanías en la distancia.
Todo lo que pasó nos hizo pensar en otras formas de estar en la escuela, que a lo mejor no tienen que ver con la presencia física, pero sí con la posibilidad de mantener un lazo social con la escuela. Por eso, desde el primer día, dijimos que todo lo que iba a ser la distancia tenía que estar destinado a fortalecer el vínculo pedagógico, entendido como una conversación entre los educadores -que son los representantes de la escuela- y cada uno de los estudiantes.
-¿Qué evaluación hace del funcionamiento del sistema educativo habiendo pasado tres meses de cuarentena?
-Al comienzo hubo una lógica dispersión de esfuerzos, pero destaco la capacidad de reacción de todo el sistema. Fundamentalmente, de los educadores que, cada uno con sus particularidades y potencialidades, buscó los modos de mantener vivo este lazo sustantivo de la tarea educadora.
La segunda etapa consistió en descubrir que, para esta vinculación, estábamos en situaciones de enorme desigualdad. Por más recursos tecnológicos que quisiéramos implementar, en algunos lugares se volvía imposible estructurar la propuesta porque son muchos los santafesinos que tienen limitadas sus posibilidad por falta de conectividad, dispositivos móviles y recursos simbólicos.
Ante esto, decidimos construir los cuadernos de trabajo provinciales, formando una sistematicidad de competencias y contenidos fundamentales que debían ser el pretexto para el armado de un texto conjunto. Además, articulamos distintos contenidos en los blogs de la provincia, con los que buscamos que los maestros tuvieran materiales más creativos. Todos elementos necesarios para trabajar a la distancia, algo totalmente distinto a repetir una clase presencial.
-¿De qué depende la fecha del regreso a clases? ¿Cuál será el grado de normalidad necesario para retomar?
-Primero, decir que no podemos planificar el día exacto porque la decisión no va a depender solamente de nosotros, sino de que las directivas epidemiológicas digan que están dadas las condiciones para hacerlo. En principio, planificamos el regreso para agosto, pero es una situación que va cambiando día a día.
Después, será necesario entender que la escuela tal y como la conocimos ya no estará. Durante un tiempo, tendremos que sostener el distanciamiento social y eso implica volver a planificar los modos de habitar los espacios de una forma absolutamente diferente. Lo que se viene es un tiempo de semipresencialidad, con días en que vamos a estar en las escuelas y otros en que se continuará a distancia.
El desafío es enorme. Tenemos que considerar que Santa Fe tiene la densidad poblacional y la diversidad geográfica y cultural de un pequeño país. Entonces, debemos tener en cuenta muchas variables como la cantidad de estudiantes, de docentes, de realidades, de modelos. Todo esto hace de la planificación un hecho realmente complejo. El dispositivo escolar que conocemos fue estructurado durante más de 100 años, pero a este lo tenemos que volver a pensar en 60 días.
Mauricio Garín Lo que se viene es un tiempo de semipresencialidad, con días en que vamos a estar en las escuelas y otros en que se continuará a distancia .“Lo que se viene es un tiempo de semipresencialidad, con días en que vamos a estar en las escuelas y otros en que se continuará a distancia”.Foto: Mauricio Garín
-¿Evalúan un modelo externo o se planifica uno propio? ¿Qué elementos tendrán en consideración?
-Hemos mirado todos los modelos, pero nos vamos a apoyar en la experiencia de las Escuelas de la Familia Agrícola, que se sustentan en un régimen de alternancia educativa. Son unos pocos establecimientos presentes en Santa Fe, pero que tienen una larga historia en el territorio provincial, con aportes interesantes para pensar en la semipresencialidad. La propuesta está siendo conversada y, de llegar a un acuerdo, será presentada en el marco del Consejo Federal de Educación.
Por otro lado, creo que, en medio de tanto desaliento que produce el no saber qué hacemos mañana, la pandemia nos puede dejar cosas positivas. Pienso que nuestra mirada tiene que ser un poquito más optimista, porque nuestra tarea es acompañar a los jóvenes en su crecimiento.
Puede ser un tiempo para aprovechar los pequeños grupos de semipresencialidad, que sirvan para intensificar aquellos vínculos habilitantes para aprender, para fortalecer los núcleos de aprendizajes y para trabajar otras habilidades que los chicos han demostrado que pueden desarrollar, no sólo en el manejo de las herramientas tecnológicas, sino también en cómo se desenvuelven con un cierto grado de autonomía frente a la tarea.
Quizás, también sea una buena oportunidad para pensar otros enfoques curriculares, interdisciplinarios, donde haya un trabajo más colegiado entre docentes y no tanto en organización celular. Algo más parecido al modo en que los jóvenes construyen el conocimiento hoy en día.
-El rearmado del sistema requiere del diálogo. ¿Cuáles son los temas en agenda? ¿Cómo está la relación con los gremios docentes?
-Diálogo y convocatoria, tuvimos desde el primer día. Esto no quiere decir que estemos de acuerdo en todo. La participación es debate, en algunas cosas acordamos y en otras no tanto. Pero el espacio está. Somos concientes de que la cuestión salarial es un planteo que trajo sus dificultades. El gobernador manifestó que esta discusión será retomada después del pago de aguinaldos. Esperamos que toda la situación se estabilice y que podamos continuar con el diálogo como hasta ahora lo hemos hecho.
Además, hemos conversado con casi todos los actores sobre distintas cuestiones. Por ejemplo, convocamos a las representaciones sindicales de docentes y auxiliares escolares a conversar los formatos de regreso a las escuelas. Al mismo tiempo, sostuvimos múltiples diálogos a través de videoconferencias con representantes de las regionales, supervisores, centros de estudiantes y directores de casi 450 escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria.
-¿Qué se llevó de esos encuentros?
-En principio, me quedo con un sistema que está vivo, activo, que ha reaccionado frente a la adversidad. También, asumo que hay mucho por mejorar.
Para lo que viene, debemos entender que la tarea que demanda pensar una nueva escuela, todos tendremos que poner empeño. Vamos a tener que estar juntos para sostener el vínculo pedagógico hasta que finalice esta pandemia.
-La brecha tecnológica fue, también, un eje del discurso del gobernador en la apertura de sesiones legislativas. ¿A qué se la atribuyen?
-Personalmente, creo que la desigualdad es una característica de las sociedades latinoamericanas en su conjunto. Ahora, en una provincia con la potencia que tiene Santa Fe, creo que se debe a la ausencia de políticas dirigidas a disminuir esta desigualdad.
Las políticas tienen que ser sistemáticas, estructurales y abarcativas de todos los aspectos de la vida de los ciudadanos, para lograr una realidad en la que todos estemos incluidos y tengamos las mismas posibilidades de bienestar.
Considero que este es un trabajo que nos debemos los santafesinos. Será necesario abordarlo, pero con un convencimiento real de que todos los que habitamos este suelo tenemos los mismos derechos y responsabilidades.
“Agregamos un proyecto conjunto con el ministerio de Salud, denominado “Escuela Segura”, con el que buscamos garantizar la vacunación de al menos el 95% de la población escolar santafesina, ya que necesitamos complementar acciones para, por un lado, garantizar los aprendizajes y, al mismo tiempo, cuidar la vida”.
“En el plano alimentario, tuvimos que hacer variaciones importantes en el servicio debido al distanciamiento social y al incremento en la necesidad. Empezamos con una perspectiva de asistir a 124.000 familias con módulos alimentarios y hoy el número creció a 131.000. Además, se están garantizando 250.000 copas de leche”.
“Los reemplazos están habilitados. De hecho, hay un impacto importante en la masa salarial por el pago de suplencias. Lo que han disminuido son las licencias porque, obviamente, la gente está en su casa. Además, tenemos programas pedagógicos para secundarias cuyos docentes acompañantes van a necesitar ser reemplazados”.
“Estamos en coordinación con el ministerio de Seguridad por los robos en las escuelas. Estamos evaluando implementar un sistema de alarmas y haciendo expedientes para reponer lo que se ha deteriorado. Más allá de la reparación, tenemos que reflexionar a nivel comunitario sobre la necesidad de cuidar las instituciones”.