Jueves 2.5.2024
/Última actualización 10:51
Luego de un fugás paso por la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FILBA), donde presentó su novela e intercambió obra con Horacio Convertini, Christian Jourdan presenta en Rosario “El Ocaso de las sombras” del sello edi-torial Tinta Libre. El evento cuenta con el auspicio de la Gran Logia Argentina de Libres y aceptados Masones, la Logia Gral. José de San Martín N°186 y la Logia Sanitas Sanitatum N°763.
“El Ocaso de las sombras” nos ofrece un mundo donde convergen nuevas y novedosas tecnologías emergentes. La historia se desarrolla como thriller poli-cial en el mapeo de tres ciudades: Rosario (Santa Fe), San José (Entre Ríos) y San Diego (California). Entre simbologías masónicas y secretos empresariales se teje el argumento y preguntas sobre la esencia de la naturaleza humana y los límites de la ciencia. Dialogamos con el autor.
Palabras de Christian Jourdan
-¿Qué son los organoides celulares?
-Los organoides son estructuras celulares tridimensionales (3D) miniaturizadas que se crean en un laboratorio a partir de células madre o células tumorales, son sembrados en una matriz de gel enriquecida con estímulos químicos y eléctricos similares a las condiciones biológicas del órgano que se desea emu-lar. Estas estructuras recrean esos órganos humanos in vivo, como el cerebro, el hígado o el pulmón, y muestran una arquitectura física y funcionalidad orgá-nica similares a las de los órganos-objetivo.
-¿Cuándo se despierta el interés en vos por la temática?
-En el año 2014 en unas jornadas de “Buenas Prácticas en el Banco de San-gre” que se dictaron en el Hospital Garrahan, disertaron sobre esta tecnología médica innovadora y revolucionaria. El método de obtención me pareció asom-broso, pero mucho más me impresiona lo que están haciendo hoy en día con esta técnica de terapia dirigida y personalizada.
-¿Creés que hay un límite ético en la ciencia? ¿Puede este límite permea-bilizar los bordes de la realidad y la ficción?
-Los límites éticos de la ciencia deben rondar en tres aspectos que considero básicos:
1- Beneficencia y no maleficencia: es la responsabilidad de actuar en el mejor interés de las personas y de evitar causarles daño.
2- Equidad y justicia en la distribución de todos los recursos de la ciencia para la mayor cantidad personas posibles, es decir, que sean recursos disponibles para toda la población y no unos pocos.
3- Integridad de la investigación: Los investigadores tienen la responsabilidad de llevar a cabo sus estudios de manera ética, evitando el fraude, el plagio y cualquier otra conducta poco ética.
En el ámbito de lo real y lo ficticio, se crea un universo donde lo tangible cons-pira contra lo ideal, y es en ese enfrentamiento donde se forjan historias, cuen-tos o novelas. Personalmente, no percibo un límite claro entre la realidad y la ficción en cuanto a escritura se trate. Imponer restricciones sería coartar la libertad de la imaginación.
-¿Cómo se plasma la temática en la historia?
-En realidad, la novela abarca múltiples facetas. Por un lado, explora el uso de organoides en lugar de pruebas con tejidos embrionarios, una industria que moviliza millones de dólares a nivel mundial. Además, se adentra en la intriga que rodea a la hidrovía del río Paraná, con todo lo que oficialmente no sabe-mos que pasa… pero pasa. La trama también se enriquece con elementos misteriosos y esotéricos, a través de personajes que son masones y por la his-toria de mi pueblo (San José) y de algunos de sus fundadores, la cual es real. En el centro de todo esto, se desenvuelve un crimen desconcertante cuyas pistas no conducen directamente a un asesino, introduciendo así la simbología masónica que traza un "mapa" a lo largo de la trama. Esta intrincada red es llevada adelante por los protagonistas: Santiago Moix, el inspector Greco y Bárbara Antille. A medida que avanza la historia, un cuarto personaje evolucio-na y otros adquieren mayor relevancia en la trama.
-La novela está ambientada en Rosario, tu actual ciudad de residencia; pero a su vez aparece el exterior con San Diego y otras localidades. ¿Qué importancia tienen en tu vida las ciudades que organizan el mapeo de la historia?
-Mi niñez y adolescencia transcurrió en San José (Entre Ríos), un pueblo de 15 mil habitantes a 7 Km de Colón. Una colonia agrícola suizo-francesa que se instaló en tierras cedidas por Urquiza. Hace unos 25 años que estoy instalado en Rosario, tengo un hijo rosarino, así que lo puedo llamar mi casa… pero el pueblo siempre “tira” con esa soga invisible sostenida por los seres queridos al otro lado. De ahí que sentí necesario meter en la trama parte de la historia de mi ciudad y ficcionarla un poco. La inclusión de la tercera ciudad en la trama (San Diego, California) surgió como una necesidad para el desarrollo argumen-tal, dado que la tecnología de los organoides no es algo que se genere en esta región; por el momento, es patrimonio exclusivo del primer mundo, al igual que las grandes multinacionales bio-farmacéuticas y farmacéuticas integradas.
-La trascendencia es una de las temáticas que trabajás en la historia. ¿Qué es para vos una existencia que apunta a la trascendencia?
-Algunos creen que trascender es conectarse con una entidad superior o divina para alcanzar la supervivencia del alma después de la muerte física. Creo en la idea de ir más allá de lo material, lo terrenal o lo inmediato. Implica la búsqueda de significado, propósito y conexión con algo más grande que uno mismo, ya sea a través del arte, las ideas o el estoicismo que es una concepción de la filosofía que se pone en acción sin hacer tantas preguntas que molesten y quedarse en el molde mirando a ver cómo reaccionan. Como científico creo que la energía no se crea ni se destruye, se transforma. ¿Dónde va después de eso?… pónganle el nombre que quieran, la pregunta está hecha. La cues-tión es que lo único que nos va a trascender el día de mañana es el recuerdo de nuestras acciones que dejamos en este mundo.
Gentileza-Otro elemento que le da textura a la novela es la simbología masónica. ¿Qué te llevó a incorporarla?
-En lo referente a la trama, sentí la necesidad de incorporar elementos atractivos e intrigantes. Creo que la orden masónica, debido a sus orígenes secretos y su persecución histórica por autodenominarse "Librepensadores", ha adquiri-do una fama en la sociedad que aún hoy en día es poco comprendida. Se les suele percibir como conspiradores del poder oculto, cuando en realidad la ma-sonería representa un método de filosófica que utiliza símbolos para transmitir ideas. Este concepto me pareció relevante para la trama, ya que los símbolos desempeñan un papel fundamental en las pistas que guían el desarrollo de la historia.
-Si tuvieras que definir a la historia, ¿en qué género la enmarcarías?
-Es un thriller policial de aventura. Tiene un ritmo trepidante, giros inesperados y la constante tensión con la idea de mantener al lector cautivado hasta el desenlace.