Jueves 22.2.2024
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Graciela Montes es una referente dentro del universo de la literatura argentina, valorada especialmente por su contribución en los ámbitos infantiles y juveniles. Con más de treinta libros, Montes abordó temas variados, con una sensibilidad que le posibilitó conectar con esos públicos, que demandan formatos adecuados para vincularse de manera efectiva con los libros. Pero su labor no se limita a la escritura, la acción que le otorgó más visibilidad, sino que también se expande hacia la traducción y la edición.
ArchivoFundadora de ALIJA y cofundadora de la revista La Mancha, Montes fue una promotora incansable de la lectura y la reflexión entre niños y jóvenes. Sus obras “Tengo un monstruo en el bolsillo”, “Historia de un amor exagerado” y “Aventuras y desventuras de Casiperro del hambre” fueron motivo de disfrute para ejércitos de jóvenes lectores. Y ninguna de ellas perdió un ápice de su capacidad para sorprender.
“Tengo un monstruo en el bolsillo” tiene uno de los comienzos más intrigantes de la literatura argentina: “Voy a empezar por acá porque la señorita de Español dice que cuando una se pone a contar algo siempre tiene que empezar por el principio. Será cierto, no digo que no, pero tengo ganas de escribir una cosa, una sola cosita, antes de empezar por el principio y, como últimamente me da por hacer las cosas que tengo ganas de hacer, voy a decirla: tengo un monstruo en el bolsillo”.
Sudamericana“Historia de un amor exagerado”, describe los sentimientos que unen a Santiago con Teresita Yoon, la nena coreana que se integra al colegio es una reflexión que adquiere ecos universales. “Teresita Yoon, la nueva, era linda. O, por lo menos, linda lo que se dice linda le pareció a Santiago cuando la vio entrar con el delantal muy blanco y el pelo muy negro por la puerta del aula. Tenía mejillas redondas como bizcochos tostados, ojos largos como hojas de laurel salvaje y una sonrisa tan pero tan sonrisa que, cuando ella se sonreía, Santiago sentía que le entraba en el cuerpo una especie de leche tibia”, dice uno de los párrafos. Clara demostración de la capacidad de Montes para utilizar recursos literarios como la metáfora y la hipérbole.
Ediciones Colihue“Aventuras y desventuras de Casiperro del hambre”, es una reinvención canina del clásico “Lazarillo de Tormes”, donde el protagonista, un perro callejero, narra sus experiencias y reflexiona sobre el hambre y la libertad. “Si madre hubiese tenido dos tetas más, mis desdichas y también mis dichas, en fin, mis aventuras no habrían siquiera comenzado. Y digo dos -aunque una sola habría bastado- porque he notado que las tetas vienen casi siempre de a dos. De a dos, o de a cuatro, o de a seis... O de a diez, como en el caso de mi madre. Nosotros fuimos once hermanos para diez tetas, y ahí estuvo el problema. Y yo, para colmo, nací con hambre. Un hambre que ni se imaginan, unas ganas de tragarme el mundo que ni les cuento”, dice el cachorro protagonista de este relato.
ColihueLa noticia en torno a Graciela Montes es que Siglo para chicos, el nuevo sello editorial de Siglo XXI, tomó la decisión de relanzar la colección “Entender y Participar” con el primer título: “¿Qué es esto de la democracia?”, escrito precisamente por Montes, e ilustrado por Penélope Chauvié. El proyecto cuenta con el respaldo de Laura Leibiker, editora de literatura infantil y juvenil, cuyo objetivo es fomentar la comprensión del compromiso ciudadano desde edades tempranas. Además de la democracia, la colección aborda temas como el rol de los poderes del Estado en “¿Cómo se hace justicia?” y “¿De qué trabaja el presidente?”. Así, se proporciona a los lectores una “caja de herramientas” que sirven para comprender y cuestionar el entorno político y social en el que vivimos.
Graciela Monte y Adelaida Mangani en 1998. Foto: ArchivoCabe una breve nota al pie: esta colección que ahora se reedita, había sido creada a mediados de los 80 por Montes y Graciela Cabal, editada por Libros del Quirquincho. Era un contexto social y político muy especial: hacía poco tiempo que el país había retornado a la senda democrática tras la dictadura militar de 1976. Y era necesario buscar formatos para reintroducir en el público juvenil el reconocimiento y el debate en torno a temas como la participación ciudadana, el respeto a los derechos humanos, la separación de poderes, la igualdad ante la ley, el estado de derecho, la transparencia y la rendición de cuentas, la tolerancia hacia la diversidad de opiniones y la construcción de consensos para la toma de decisiones colectivas.
Las escritoras argentinas Graciela Montes junto a Ema Wolf en 2005. Foto: Archivo / EFEEn una reciente entrevista concedida a la agencia Télam, Montes expresó: “Me parece que se hablan más cosas pero de manera mucho más envasada. No está instalada la discusión que estaba en aquel momento, en los 80. La discusión era más cercana, ahora está muy mediatizada y estructurada de manera muy rígida. Tal vez es como la percibo. Aquella colección la hice con un sentido de extensión de la propia conversación familiar, por eso el tono es muy sencillo y al mismo tiempo muy franco. Está pensado para niños que quieren entender y hacen todas las preguntas que se les ocurren, nadie les prohíbe hacer preguntas. Eso pone a los adultos frente a sus propias contradicciones y a veces eso es incómodo”.
Así las cosas, la reedición de “Entender y Participar” no sólo rescata un patrimonio cultural literario, sino que a la vez promueve la lectura crítica y el pensamiento reflexivo en las nuevas generaciones. Estos libros siguen siendo faros de conocimiento y reflexión en un mundo en constante cambio. Es más que una publicación, implica un acto de preservación cultural y una invitación y la participación activa en la sociedad.