Martes 19.7.2022
/Última actualización 16:02
Revolución Beatles es un festival itinerante e internacional que te propone viajar a los 60 para disfrutar del legado de The Beatles. Una noche con un espectáculo único y una auténtica experiencia: las mejores bandas homenaje, stands de merchandising, actividades interactivas, juegos, sorteos, charlas, proyección de videos y mucho mas.
El viernes desde las 21, en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) los shows musicales estarán a cargo de Diego Souto & The Revolvers, The Submarine y The Mersey. Las entradas están a la venta en la boletería de Tribus (de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos).
Diego Souto & The Revolvers es un tributo a The Beatles formado en 2015 y desde entonces han actuado en 5 países, y 16 ciudades ante más de 50.000 espectadores. La banda cubre 60 años de música beatle, desde The Quarrymen hasta los nuevos lanzamientos de Paul y Ringo. Agregando a la mezcla una presencia escénica explosiva, músicos de renombre en la Argentina y a quien se considera “el frontman mas carismático de la escena beatle”.
Por su parte The Submarine y The Mersey, integradas por músicos de larga trayectoria, buscan lograr en sus shows la pureza y calidad musical que merece el hecho de recrear la música de Los Beatles.
En la previa, El Litoral conversó con Souto, para adentrarse en la cocina de un homenaje con identidad propia.
Fanatismo
-¿Cómo surgió el proyecto de The Revolvers, con sus características específicas, y cómo se convirtió en la banda que es hoy?
-El proyecto surgió por supuesto por una admiración, una fascinación por Los Beatles; en donde teníamos ganas de tocar esas canciones. Las características específicas son que por nuestras influencias musicales terminó mutando en una cosa que es un poco más rockera que lo que suele ser una banda tributo a Los Beatles; que es lo que nos diferencia de otros colegas. A partir de ahí se fueron dando un montón de situaciones muy lindas como viajes, giras, de las cuales estamos muy contentos de estar involucrados.
-Tiene que ver con esa consigna que ponen: “Canciones de los 60 con espíritu de los 70 y sonido actual”. Que los hace diferentes de otras bandas que buscan la imitación o el sonido específico?
-Exactamente. Un poco en nuestro caso es inevitable no ir por ese lado de la imitación, y por otro fue buscado. Para empezar, para hacer una imitación tenés que ser un imitador: tenés que lograr características de la voz, del parecido físico, que para nosotros ya no estaba en la mesa al principio. De todas maneras no lo hubiéramos elegido aunque nos pareciéramos.
A medida
-Otra cosa que tienen es que abarcan, además de la carrera de Los Beatles, toman la época previa de The Quarrymen y las carreras solistas posteriores de cada uno. ¿Cómo se trabaja un repertorio tan extenso, y cómo se administra en vivo?
-Esa es una de las partes más difíciles de tener este tipo de banda, y la verdad es que es un problema lindo. Hay bandas que tienen tres hits, entonces si uno le quiere hacer un tributo es un problema encontrar canciones que completen la hora de show que tenés que hacer. En el caso de Los Beatles uno tiene para hacer 150 horas de música, y tratamos de que haya un poquito de todo; también va cambiando en base a qué tipo de lugar vamos: si vamos a un lugar que sabemos que es un show más para fanáticos extremos, tocamos todos temas de los que se llaman “lado B”, “oscuros”. Si vamos a algún festival que no es solamente beatle, enfocamos más en los grandes éxitos. La verdad es que es un trabajo muy difícil, por la cantidad de material espectacular que hay para elegir.
-¿Cuánto de Beatles y cuánto de Paul o de John van mechando?
-Depende: ahora en Santa Fe vamos a ir a hacer algo que es casi exclusivamente de la época beatle. Por lo general metemos un tema de cada uno solista, pero en la situación de teatros o festivales apuntamos un poco más a degüello (risas); no significa que no vaya a haber canciones raras, ni nada de eso, pero sí va a estar más armadito con cosas que conoce la mayoría.
Reconocidos
-En 2017 Bill Heckle de The Cavern los eligió como Mejor Banda Beatle de Latinoamérica 2017. ¿Cómo se vivió ese reconocimiento, y qué puertas las abrió?
-La verdad es que fue un momento espectacular, aunque después Bill siempre nos dice que nos eligió porque estaba borracho (risas). Fue una experiencia hermosa, y esto que nos dice también muestra de la relación que hemos desarrollado a lo largo de los años con la gente de Liverpool y de Inglaterra.
Abrió un montón de puertas, porque tocar ahí es estar en un escenario en donde hay bandas, promotores y dueños de locales de todo el mundo. Entonces a partir de ahí salió Estados Unidos, salió Brasil. Es increíble, y lo más importante, como decimos siempre: no nos gusta ir a tocar a un lugar, nos gusta volver a tocar, porque significa que nos fue bien. Ahora a fines de agosto estamos yendo de nuevo a tocar en Inglaterra, así que está buenísimo.
-También entrar a Estados Unidos fue meterse en un mercado anglo difícil. En el festival al que fueron (Beatles Music Fest 2019, en Indiana) eran los primeros latinoamericanos en presentarse.
-De la historia, sí. Bueno, eso fue un desafío buenísimo, sobre todo para mí que soy como el maestro de ceremonias en los shows: el que habla entre tema y tema. Poder lograr la comunicación con audiencias en otro idioma, que salga bien y conectar con la gente es algo que te deja súper contento.
-Ese mismo año acompañaron acá en la Argentina a Clark Gilmour, que es el intérprete de música beatle residente en The Cavern.
-Es uno de los residentes de The Cavern, y fuimos su banda de apoyo acá en su visita a la Argentina.
-¿Los recomendó Bill para acompañarlo? ¿Qué devolución tuvieron de su parte?
-No, ya lo conocíamos también de Liverpool y teníamos una relación con él desde antes. Así que fue básicamente de un grupo de amigos de diferentes países a tocar canciones de Los Beatles, y estuvo muy divertido.
-Ya los tenía fichados y sabía que quería tocar con ustedes.
-Sí, no sé si le dieron muchas otras opciones, capaz no le quedó otra. Pero por lo menos le dimos de probar fernet y esas cosas y se fue contento.
-Es difícil para los europeos el fernet con Coca, por ahí no lo entienden
-La verdad que este muchacho le entró de lo lindo (risas), así que me parece que lo entendió perfecto.
-Los Beatles y el fernet son lenguajes universales.
Reactivar
-Están girando por todo el país, haciendo teatros, casinos, bares, lugares muy distintos. Con el fin de los aislamientos pudieron retomar esa actividad. ¿Cómo se vive esa intensidad, después de haber tenido que haber tenido que bajarse por dos años?
-Fue tremendo, la verdad es que fue muy duro. No solo por una cuestión económica de que nos frenó nuestro trabajo; sino que es un trabajo que disfrutamos mucho: viajar, conocer lugares nuevos, volver a otros. Estaba haciendo números y hace tres años que no vamos a Santa Fe, y no porque no hayamos querido. Ese hueco en la vida de la gente fue muy duro, y para nosotros también, no fuimos ajenos a eso.
-Prender el motor de nuevo después de que se enfríe es complicado: volver a activar tanto a los músicos como a la empresa o el proyecto de banda.
-Claro, de más está decir que en los primeros shows se notaba que la maquinaria estaba oxidada (risas). Y además con la tensión y los nervios: uno cuando ya tiene cierta continuidad haciendo algo el tema de los nervios se va pasando; pero cuando te meten un parate es casi como volver a empezar. Fue “interesante”, por decirlo de algún modo bonito (risas).