Cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad. ¡Un día para estar feliz!, por supuesto. La felicidad es una meta humana fundamental.
La fecha busca reconocer la importancia del bienestar humano y fomentar su inclusión en las políticas de estado.
Cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad. ¡Un día para estar feliz!, por supuesto. La felicidad es una meta humana fundamental.
La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce este mismo objetivo y pide "un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado del crecimiento económico que promueva la felicidad y el bienestar de todos los pueblos".
Los gobiernos y las organizaciones internacionales deben invertir en condiciones que favorezcan la felicidad mediante la defensa de los derechos humanos y la incorporación de las dimensiones de bienestar y medio ambiente en los marcos políticos, como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La eficacia de los gobiernos en el mantenimiento de la paz y el orden social, así como en los ámbitos de la recaudación de impuestos, las instituciones jurídicas y la prestación de servicios públicos, está estrechamente relacionada con el promedio de satisfacción vital.
Las Naciones Unidas invitan a todas las personas de cualquier edad, así como a todas las aulas, empresas y gobiernos, a unirse a la celebración del Día Internacional de la Felicidad.
El Informe mundial de la felicidad 2024 se publica coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Felicidad de la ONU. Las reflexiones de este año estarán centradas en el tema de la felicidad de los jóvenes, los mayores y todas las personas en general.
Se lanza el miércoles 20 de marzo a las 12 horas (hora de Nueva York).
La Asamblea General de la ONU decretó en la resolución 66/281 de 2012 que el 20 de marzo se celebrase el Día Internacional de la Felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
La resolución reconoce además la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.
La resolución fue iniciada por Bután, un país que desde principios de la década de 1970 reconoce el valor de la felicidad nacional sobre el de los ingresos nacionales y que prioriza la Felicidad Nacional Bruta sobre el Producto Nacional Bruto.
Fue, además, país anfitrión de una Reunión de alto nivel sobre "Felicidad y bienestar: definición de un nuevo paradigma económico" durante el sexagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General.
Bután es considerado el país más feliz del mundo debido a su enfoque en el Índice de Felicidad Nacional Bruta, que valora la calidad de vida sobre el crecimiento económico.
Prioriza la salud mental, la preservación cultural y ambiental, y la igualdad social.
Su gobierno promueve la autenticidad, la espiritualidad y la comunidad. Los ciudadanos disfrutan de un equilibrio entre trabajo y vida personal, con acceso a educación y atención médica gratuitas.
La conexión con la naturaleza y la práctica del budismo contribuyen a una mentalidad centrada en la paz interior.
En resumen, Bután prioriza el bienestar colectivo sobre el desarrollo material.