El dictador Emilio Massera, fallecido hoy a los 85 años, encabezó con Jorge Videla y Orlando Agosti el golpe del 24 de marzo de 1976, que inició el régimen terrorista de estado extinguido en 1983.
El almirante que representó a la Armada en los dos primeros años de la más tenebrosa dictadura de la historia argentina fue directo responsable del centro clandestino de la ESMA, por el que pasaron más de 5.000 detenidos-desaparecidos y de otros campos de concentración, torturas y exterminio.
En el Juicio a las Juntas de 1985, fue condenado por tres homicidios, 12 casos de tormentos, 69 privaciones de libertad y siete robos, apenas una parte de los delitos de lesa humanidad, imprescriptibles, cometidos bajo su siniestra conducción.
Indultado en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem, volvió a prisión en 1998 por el robo y apropiación de bebés nacidos en cautiverio.
Mientras lo protegió ese indulto, el juez español Baltasar Garzón imputó a Massera por el delito de genocidio y pidió su captura internacional, por lo que el marino no pudo salir del país ya que se habría expuesto a la misma suerte que el dictador chileno Augusto Pinochet, detenido en Londres y luego extraditado a Chile.
La Corte Suprema confirmó en agosto último la nulidad de los indultos menemistas y Massera -en prisión domiciliaria hasta su internación en el Hospital Naval, donde murió de un paro cardíaco- afrontaba además desde 2009 un juicio en ausencia en Roma por el asesinato de tres ciudadanos italianos durante la dictadura.
El mismo tribunal penal de Italia también investigó su pertenencia a la logia Propaganda Dos, en la que figuraba como miembro número 478, según la comisión parlamentaria que investigó en Italia a esa organización "criminal" de ultraderecha ramificada en varios países.
En los últimos años, Massera alternó la prisión domiciliaria con internaciones por un accidente cerebro vascular de 2002 y un infarto en febrero del año pasado.
Por pugnas internas, Massera había salido de la Junta dictatorial en septiembre de 1978, unas semanas después de la aparición del diario Convicción, con el que pretendía poner en pie un proyecto político bajo su exclusiva y megalómana impronta.
En esa publicación hizo trabajar a detenidos-desaparecidos, entre los casos de la práctica sistemática de esclavitud que buscó imponer mediante la tortura a prisioneros de la ESMA, para utilizarlos a su servicio.
Además del exterminio de opositores, el nombre de Massera está asociado al secuestro y asesinato de Helena Holmberg, agregada de prensa de la embajada de la dictadura en París, y también de empresarios.
El dictador abrigaba todavía la ilusión de un "masserismo" en 1982 durante la guerra de Malvinas, ese escape hacia el abismo del que reclamaba, con escaso disimulo, la autoría intelectual desde las tapas del diario Convicción.
En enero de 1983 intentó todavía candidatearse para las elecciones presidenciales del retorno a la democracia pero en junio de ese año fue detenido por la Justicia Federal en la causa que investigó la desaparición de un empresario.
Massera nació en Paraná (Entre Ríos) el 19 de octubre de 1925 y comenzó en 1942 como cadete su carrera en la Armada, de la que pasó a ser su máximo jefe en 1973.
Télam