Cosas que pasan: la historia de una santafesina que Ricardo Arjona eligió para cantarle una canción
Le retrasaron el vuelo, hizo 3 cuadras de cola para subir a un taxi pero igual llegó al recital. Sus tatuajes y su historia llegó a oídos del artistas, quien le dedicó un escrito en las redes y luego le cantó a solas.
Cosas que pasan: la historia de una santafesina que Ricardo Arjona eligió para cantarle una canción
Estefanía Cappeletti jamás pensó en que un día estaría sentada, sola, escuchando cantar a Ricardo Arjona. Hablando con él. Cosas que pasan… y pasó. La santafesina fue al recital que dio en Buenos Aires el fin de semana pasado y, tras una sucesión de hechos desafortunados, cumplió un sueño.
“Tengo la entrada comprada desde hace más de seis meses. Promocionaban solo el recital del 5 de agosto, pero no podía más de la ansiedad y me conecté a la medianoche para comprarla, sin embargo no podía hacer la reserva. Hasta que al otro día, a las 7 de la tarde, pude comprar la entrada, aunque ya no en las primeras filas porque se terminaron rápido”, comenzó relatando Estefi a este medio.
“Como era un viernes el evento y yo trabajaba, lo más conveniente era ir en avión, así que también compré el pasaje. Una amiga mía vive allá y la idea era ir tranquila, con tiempo, para descansar antes e ir luego al recital. Eso no sucedió: dos semanas antes me llegó un mail con la información de que se atrasaba dos horas el vuelo, por lo tanto llegaba a Aeroparque a las 20, y el recital era 21.30. Años anteriores me sucedió algo peor: compré pasajes ida y vuelta, pero hubo un paro de pilotos y tuve que viajar en colectivo y llegar sobre la hora. Fue un caos”, contó.
“En esta ocasión sí pude tomar el vuelo pero llegaba apenas un rato antes del recital, sin poder ir a la casa de mi amiga sino teniendo que ir directamente al evento -prosiguió-. Había tres cuadras de demora para tomarse un taxi. Eran las 21 y seguía haciendo cola para subirme a un taxi. Cuando finalmente me suben, la taxista me dice ‘mostrame el QR’. Respondí: ‘¿Qué QR?’. Había que escanear un QR para que habilitar el viaje y que quede registrado que te están llevando, si no, ‘no te puedo llevar’, me dijo. Me bajé, descargué la aplicación y me volví a subir a otro taxi, pero tampoco servía lo que había escaneado. Le dije al taxista que no me iba a bajar, que me llevara igual porque estaba a 15 minutos de que empiece el show. El chofer, amablemente, me descargó el QR correcto y pudo llevar”.
La joven llegó a las 21.35 al recital. “Allí no me dejaban pasar con la mochila con mis pertenencias. Hasta que pude acceder y ya estaban los músicos sobre el escenario. Disfruté del espectáculo, lloré un montón por todo lo que había pasado. Y cuando salí del lugar, ya había quedado con el taxista que me llevó para que me buscara. Pero se ve que no lo guardé bien al número porque no lo encontré en mis contactos, entonces me agarró una desesperación grande porque no tenía cómo volverme”.
Contó Estefanía que vio a la gente de Mundo Arjona. “Ahí conocí a Macarena, que estaba filmando a otras chicas. Entonces la hablé para comentarle sobre mis tatuajes. Ahí me filmó, le conté la historia, el significado en mi piel, lo cual llevo con mucho orgullo. Me pidió mi correo electrónico y pensé que estaba bien escrito, porque realmente no veo bien”.
Al otro día, cuando estaba con su amiga paseando en Buenos Aires, uno de sus hermanos, desde Santa Fe, se comunicó con ella para decirle que “una gente de Mundo Arjona quería contactarse conmigo, que me escribieron un mail y no respondí. Así le pasaron mi número telefónico a ellos y me llamaron para decirme que querían entrevistarme. Al ratito me compartió el enlace en el cual Ricardo (Arjona) había compartido, en su Instagram personal, la historia de mi tatuaje. Hizo una dedicatoria especial, que tuvo que leerme mi amiga porque yo no paraba de llorar y reírme de la alegría”, describió la santafesina.
Momento soñado
“Cuando desde Mundo Arjona me convocaron para la entrevista, fui al lugar un rato antes. Me hicieron pasar, me dijeron que querían darme un regalo, como un libro de él. Yo estaba muy contenta. Estábamos en un stand donde venden cosas de Arjona, pero el muchacho del equipo me dice ‘no hay libros acá’. Lo quedé mirando, un poco sorprendida. ‘Vamos a ver para allá’, dijo. Pensé que había como un depósito, pero nadie me decía nada. Ingresé a un lugar y había más gente filmando. Jamás se me cruzó por la cabeza la posibilidad de verlo, porque era algo muy lejano, demasiado lejano. Y bueno… ocurrió.
“Sale él de ahí, de esa puerta, y cuando lo vi… no supe qué hacer. Fui totalmente sincera: miré a la persona que, a través de sus canciones, de sus poemas, porque para mí es un poeta, expresa lo que muchas mujeres sentimos. Y no es solamente sobre el amor, sino sobre la vida misma. No podía creer que lo tenía al lado. Pero sí, lo tenía ahí. Estaba sola en ese lugar, siendo de Argentina, de Santa Fe, como no creía que era verdad. Pero lo disfruté muchísimo, fue muy lindo y sincero el encuentro”.
Pra Estefanía, si no hubiera sido por la gente de Mundo Arjona, no habría pasado todo esto. “Cuando les mostré mi tatuaje, jamás pensé que llegaría a verlo. Nunca soñé algo así: él es hombre y un artista que jamás perdió su esencia, siempre se mantuvo igual. Es algo que admiro y valoro. Recibí muchos mensajes hermosos que me alegraron el alma y poder expresar lo que viví me llena el corazón. Me emociona mucho hablar sobre ese momento y es algo que va a quedar para mí, y para siempre”.