Lunes 10.8.2020
/Última actualización 10:19
A una semana de cumplirse seis meses de la implementación de la cuarentena por el coronavirus, la Argentina ya ocupa el puesto 17 en el ranking de países que más casos acumulan en el mundo y se encuentra a punto de alcanzar a Italia, una de las primeras naciones en sufrir las graves consecuencias de la pandemia.
Así lo indica el portal de la universidad estadounidense Johns Hopkins, que mostraba a Italia con 250.566 contagios y 35.206 decesos, mientras que la Argentina, en el siguiente escalón tenía 246.499 casos positivos (la misma cifra reportada este domingo por el Ministerio de Salud de la Nación) y una mortalidad mucho menor, de 4.606 personas.
De esa manera, la Argentina se ubica en cantidad de casos por encima de otros países que estuvieron complicados con la pandemia mucho antes como Francia, que acumulaba 235.237 contagios y 30.327 víctimas fatales, o Alemania, que tiene 217.288 infectados y 9.202 muertes.
A nivel sudamericano, la Argentina se encuentra muy lejos de Brasil, que acumula más de dos millones de infectados y cien mil muertes, y también es superado en menor proporción por Perú, Chile y Colombia.
Por otro lado, la Argentina triplica actualmente en cantidad de casos de coronavirus a Suecia, que tiene 82.232 casos positivos y 5.763 fallecidos, y es un país cuyas medidas para contener la pandemia fueron objeto de críticas por parte del presidente Alberto Fernández, lo que le valió algunos cruces con las autoridades de la nación nórdica.
"El modelo de Suecia, que es una sociedad que admiro mucho, eligió una cuarentena más liberal. En el caso de Noruega fueron muy estrictos. En un caso hubo muchos muertos y en el otro muchos menos. El que menos muertos tiene es el que fue más duro con la cuarentena. Ahora cuando miramos la economía a los dos les fue igual", expresó a mediados de ese mes el presidente, durante una conferencia con ex presidentes nucleados en el Grupo Puebla.
El gobierno sueco ya había contestado las primeras afirmaciones de Fernández en el mismo sentido.
Los escandinavos advirtieron entonces que "es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países" y también señalaron que "pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor".