José Zenclussen - jzenclussen@ellitoral.com
A través de la reglamentación de la Ley Nacional Nº 26.190, se estableció que en un plazo de 10 años, el 8% del consumo eléctrico debe ser abastecido a partir de fuentes de energías renovables. De esta forma, el desarrollo de energías alternativas, como la eólica, tomó fuerza y se espera que para el año 2020 -así está fijado por el Plan Estratégico Industrial- se pueda alcanzar los 1.000 Mw de producción anual, con torres fabricadas en el país.
En este sentido, luego de un largo estudio por talleres de todo el país, Impsa -empresa que brinda soluciones para generar energía eléctrica a partir de recursos renovables- apostó por la empresa esperancina Sica Argentina, para que sea la encargada de fabricar las primeras dos torres de energía eólica en el país.
En diálogo con El Litoral, Jorge Simonutti, presidente de Sica, manifestó que las unidades están terminadas hace tres meses, pero aún no han sido trasladadas porque falta la visita de la presidenta de la Nación para inaugurar la obra. “El acto se iba a desarrollar a mediados de julio, pero por cuestiones de agenda se fue postergando, y en breve estaría por Esperanza”, aclaró.
Simonutti aseguró que fue una experiencia muy positiva para la empresa, pero lamentó la falta de continuidad en el proceso. “Hicimos dos torres y ahí quedaron paradas. La inversión que hizo Sica para desarrollar las unidades fue muy importante. Por ahora no hay financiamiento del gobierno para continuar con el desarrollo del proceso que permita impulsar las energías renovables”.
El empresario agregó que en los últimos meses estuvieron reunidos con funcionarios nacionales, entre ellos la ministra de Industria Débora Giorgi y el titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lorenzino, para encauzar el tema del financiamiento. “Habría, en estos días, un encuentro con Guillermo Moreno para lograr continuidad y hacer todas las torres eólicas en el país”.
Las torres construidas en Esperanza tienen una base de 4,5 metros de diámetro y 83 metros de alto y serán instaladas finalmente en la provincia de Santiago del Estero, aunque se preveía que serían trasladadas al Parque Eólico Arauco, en el norte de La Rioja. Para que comiencen a producir energía sólo resta que Impsa les coloque las turbinas y los generadores.
Apuesta al futuro
Otro de los beneficios importantes que traería la consolidación de energías renovables, en este caso la eólica, es que permitirá mejorar el déficit comercial energético que enfrenta el país, por sus malas políticas energéticas aplicadas en los últimos años y que llevaron a la necesidad de importar combustibles para la producción de electricidad.
Según estimaciones propias del sector, con la producción de energía eólica se podrían dejar de importar combustibles por entre 1.000 y 1.300 millones de dólares anuales, a los que hay que sumarles unos 2.250 millones de dólares producto de la sustitución de importaciones debido a la fabricación de aerogeneradores de origen nacional.
“Si realmente las autoridades nacionales se convencen de los beneficios de esta energía alternativa se podría ahorrar mucho y bajaría, en parte, el déficit energético actual. Sería un beneficio no sólo para la industria local, sino para todos los argentinos”, explicó Simonutti.
En este sentido, el empresario manifestó que ante la necesidad de reforzar el desarrollo de la industria eólica, la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital (Cipibic) creó el “Cluster Eólico Argentino”. El mismo está integrado por 60 empresas distribuidas en 10 provincias, que son el emergente de una cadena de valor que alcanza alrededor de 200 empresas.
“Si realmente existiera el compromiso de las cuatro empresas que actualmente son hacedoras de parques eólicos -se puede hacer el 100% con tecnología argentina- ello permitiría que hasta el año 2020 se generaran entre 8 y 10 mil puestos de trabajo en las 10 provincias que integran el Cluster. Esto es posible porque el país es uno de los más beneficiados en el mundo con un recurso natural como es el viento, además de contar con tecnología y recursos humanos para lograrlo”, anticipó.
Por otra parte, Simonutti expresó que desde el Ministerio de Industria, a través de las secretarías de Industria y de la Pyme y Desarrollo Regional, se convocó a una mesa de trabajo en la que participaron las cuatro empresas que desarrollan los parques eólicos, industrias del sector y entidades financieras con la intención de monitorear la marcha de los proyectos y las necesidades de financiamiento.
“Allí quedo claro que el desarrollo depende pura y exclusivamente de la financiación que se logre. Existe financiamiento del exterior, pero viene atado a la provisión de equipos extranjeros, por eso se deben buscar los mecanismos de financiamiento necesarios que promuevan la integración de componentes fabricados en el país”, concluyó el empresario.
Continuidad
“Hace poco dos parques eólicos fueron financiados a través de Enarsa -con fondos de la Anses-, y las empresas hacedoras han traído tecnología del exterior, sin siquiera comprar un bulón a la industria argentina. Estamos tratando de revertir esta situación. Ojalá tengamos eco en los diferentes ministerios del gobierno nacional y logremos que el proyecto de trabajo tenga continuidad en los próximos 10 años”. Jorge Simonutti, presidente de Sica Metalúrgica Argentina.
La empresa
Sica es una compañía especializada en el diseño y fabricación de recipientes sometidos a presión para la industria del petróleo, gas y química, además de la construcción de torres eólicas. Con más de 25 años de trayectoria en los negocios, la empresa exhibe hoy los máximos estándares de calidad en la industria
metalmecánica, como son la certificación ISO 9001:2008 y la estampa Asme, entre otros. La empresa exporta sus productos a los países de Latinoamérica y sur de África, operando plantas de fabricación propias en Argentina y Paraguay, así como un joint venture industrial en Sudáfrica.