Los miembros de las Naciones Unidas concluyeron este sábado un texto que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Se trata de un gran avance tras casi 20 años de negociaciones y colocaría al 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas.
Los miembros de las Naciones Unidas concluyeron este sábado un texto que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Se trata de un paso largamente esperado que, según grupos ecologistas, ayudará a revertir la pérdida de biodiversidad marina y a garantizar el desarrollo sostenible.
El pacto jurídicamente debatido durante 20 años, se acordó finalmente tras cinco rondas de largas negociaciones dirigidas por la ONU.
Tras el último día de las intensas negociaciones, la presidenta de la Conferencia de la ONU, Rena Lee, declaró: "El barco ha llegado a la orilla”.
El tratado se considera un parte importante de los esfuerzos mundiales por proteger el 30% de la superficie terrestre y marina del planeta para finales de la década, un objetivo conocido como "30 para el 30" acordado en Montreal en diciembre.
Los intereses económicos fueron uno de los principales puntos de fricción de la última ronda de negociaciones, con los países en desarrollo reclamando una mayor participación en el botín de la "economía azul", incluida la transferencia de tecnología.
Un acuerdo para compartir los beneficios de los "recursos genéticos marinos" usados en industrias como la biotecnología también siguió siendo un punto de discordia hasta el final, alargando las conversaciones.
Según Greenpeace, es necesario proteger 11 millones de kilómetros cuadrados de océano cada año hasta 2030 para cumplir el objetivo.
"Los países deben adoptar formalmente el tratado y ratificarlo lo antes posible para que entre en vigor, y así conseguir los santuarios oceánicos totalmente protegidos que nuestro planeta necesita", dijo Laura Meller, una activista de la organización.
Y cerró: "El reloj sigue corriendo para cumplir el objetivo de 30 para el 30. Nos queda media década. Nos queda media década y no podemos dormirnos en los laureles".