Los primeros camiones con ayuda humanitaria ingresaron este sábado a la Franja de Gaza a través del único paso fronterizo con Egipto, tras una negociada reapertura temporal para asistir a los 2,4 millones de habitantes del enclave y en medio de un pedido de la ONU y más de 30 países por un alto el fuego "inmediato" del conflicto iniciado hace dos semanas entre el movimiento palestino Hamas e Israel.
Un total de 20 camiones pudieron cruzar en esta primera misión y, tras bajar su carga, el paso volvió a cerrarse y se desconoce cuándo volverá a ser abierto para continuar con la asistencia ante el conflicto que dejó al menos 4.385 muertos del lado palestino y más de 1.400 personas en Israel, de acuerdo a los últimos balances oficiales.
Según las autoridades egipcias, 13 vehículos llevaron medicinas e instrumentos médicos, cinco comida y dos agua potable. Ninguno ingresó combustible, necesario para restablecer el suministro eléctrico en el enclave asediado.
"Este primer convoy no debe ser el último", declaró el coordinador de operaciones de emergencia de la ONU, Martin Griffiths, quien se encuentra en El Cairo.
Unos 175 camiones con ayuda humanitaria llevan días esperando del lado egipcio para poder entrar por el paso fronterizo de Rafah a la Franja de Gaza, gobernada por Hamas y bajo intensos bombardeos israelíes desde el 7 de octubre pasado.
Pero por el momento solamente entraron 20 de estos camiones de la Media Luna Roja, que se encarga del transporte de ayuda de la ONU.
"La entrada de los 20 camiones es un bienvenido atisbo de esperanza, pero esta minúscula ayuda representa una gota en el océano. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que garantice el flujo continuo de ayuda humanitaria a Gaza, incluso a través de los pasos controlados por Israel", indicó la Media Luna Roja en un comunicado.
El número de esta primera misión coincide con lo adelantado el viernes por el presidente estadounidense, Joe Biden, cuando anunció un acuerdo con Egipto para permitir un primer convoy de hasta dos decenas de camiones.
"Suministros médicos cruzaron la frontera de Rafah, pero las necesidades son mucho mayores", indicó hoy en su cuenta de la red social X (antes Twitter), el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El médico etíope exigió de forma "urgente" que se permita el paso seguro de más camiones, la protección de todos los trabajadores humanitarios y un acceso sostenido de la ayuda sanitaria.
La agencia sanitaria de la ONU indicó que cuatro camiones con suministros médicos aguardan el ingreso también por el cruce de Rafah para ayudar a los hospitales de Gaza que trabajan al "límite debido a la escasez y el agotamiento de medicamentos".
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, bajo control de Hamas, indicó que esta primera misión constituye una cantidad insuficiente de material para cubrir siquiera un día de necesidades de la población del enclave.
En un comunicado, aseguró que el convoy representa sólo el 3 por ciento de lo que entraba diariamente para necesidades sanitarias y humanitarias antes del comienzo de la guerra.
"Excluir al combustible dentro de la ayuda humanitaria mantendrá el peligro para las vidas de los enfermos y heridos y la continuación de los servicios de salvamento", se quejó la cartera a través de un comunicado citado por la agencia de noticias Europa Press.
Por su parte, el Ejército de Israel avisó que no permitirá que la ayuda humanitaria llegue al norte de la Franja, donde los militares dieron una orden de evacuación a los civiles al argumentar que allí se concentran las posiciones de Hamas.
"Los habitantes de la Franja de Gaza necesitan mucho más, es necesaria una entrega masiva de ayuda", dijo ayer el secretario general de la ONU, António Guterres, que estuvo en el paso de Rafah y habló en una cumbre por la paz organizada por Egipto con dirigentes de países occidentales y árabes.
En esa cita, que tuvo lugar en la Nueva Capital Administrativa, al este de El Cairo, participaron representantes de más de 30 naciones que instaron a un alto el fuego "inmediato", llamaron a proteger a los civiles y pidieron "reactivar" el proceso de paz en Medio Oriente.
"Condenamos los ataques contra todos los civiles", dijo el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, en la apertura de la llamada Cumbre de la Paz.
"Insto a trabajar juntos para alcanzar un consenso sobre una hoja de ruta para poner fin a la actual tragedia humanitaria y reactivar el proceso de paz", indicó el anfitrión y preguntó: "¿No es el momento para buscar soluciones para las crisis en Oriente Medio?".
Al hablar en la cumbre, el rey de Jordania, Abdullah II, también pidió el "fin inmediato" de la guerra e instó a acelerar la entrega de suministros humanitarios a la Franja de Gaza.
Por su parte, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, defendió el reconocimiento de dos Estados, Israel y Palestina, como solución al conflicto, y urgió a proteger a "todos los civiles" afectados por la nueva guerra.
"Lo que necesitamos hoy es proteger a todos los civiles. Repito, proteger a todos los civiles: aquellos que son mantenidos como rehenes (por Hamas) y que necesitan ser devueltos con sus familias y los que están sufriendo el horror en Gaza", demandó en su intervención.
A su turno, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, advirtió contra el desplazamiento forzado de los palestinos que residen en la Franja de Gaza y agregó que la paz y la seguridad en la región se establecerán "una vez que se creen dos Estados".
Latinoamérica estuvo representada por el canciller de Brasil, Mauro Vieira, quien aseguró que "no hay ganadores" en esta guerra e instó a la apertura de corredores humanitarios en la Franja de Gaza.
"La esperanza es que se tome conciencia de que ha llegado el momento de poner fin a este derramamiento de sangre y a esta guerra, que en última instancia afecta a todos", afirmó.
Estados Unidos, China y Rusia también participaron de la cumbre a través de sus enviados nombrados especialmente para coordinar los trabajos diplomáticos ante la nueva escalada de violencia.
Israel impuso el 9 de octubre un "asedio total" a la Franja de Gaza, controlada por Hamas, que dos días antes lanzó una incursión sin precedentes en suelo israelí en la que secuestró a 210 personas, según el último balance que no incluye a las dos estadounidenses liberadas ayer.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa) elevó a 1,4 millones la cantidad de personas desplazadas dentro del enclave por los bombardeos, casi el 60% de su población total.
La tensión también es alta en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel, y en la frontera con Líbano, donde siguen los cruces de disparos entre tropas israelíes, el grupo islamista Hezbollah y milicias palestinas.
Más rehenes
El Ejército israelí informó que el movimiento islamista palestino Hamas mantiene 210 rehenes en la Franja de Gaza, siete más que la última cifra comunicada. La última cifra de personas capturadas durante la incursión de Hamas en territorio israelí hace dos semanas era 203, pero el portavoz advirtió que ese número no es definitivo, ya que el Ejército se encuentra investigando el paradero de al menos 100 desaparecidos. Este nuevo número se conoce un día después de que el movimiento palestino liberara a dos rehenes de nacionalidad estadounidense por "motivos humanitarios", tras una negociación mediada por Qatar. Una mujer estadounidense y su hija fueron liberadas "por motivos humanitarios, tras la mediación de Qatar", informó Hamas ayer vía Telegram y agregó que con eso esperaba "demostrar al pueblo estadounidense y al mundo la falsedad de las acusaciones" vertidas por el presidente de Estados Unidos Joe Biden un día antes, cuando dijo que el grupo pretende "aniquilar" democracias.