Nuevas declaraciones del encarcelado ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, divulgadas por televisión, volvieron a relacionar a los ex presidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff con el mayor escándalo de corrupción del país.
Declaraciones del encarcelado ex ministro de Hacienda de Brasil volvieron a vincular a los ex presidentes con el mayor escándalo de corrupción del país
Nuevas declaraciones del encarcelado ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, divulgadas por televisión, volvieron a relacionar a los ex presidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff con el mayor escándalo de corrupción del país.
Palocci, preso desde 2016 por corrupción y lavado de dinero, fue uno de los hombres más influyentes en los gobiernos de Lula y Rousseff, dirigió sus campañas electorales y se desempeñó como jefe de la cartera de Hacienda del primero, y ministro de la Presidencia de la segunda.
En un acuerdo de cooperación que firmó con la Policía Federal, Palocci dijo que Lula, cuando era presidente, presionó a directivos de fondos de pensiones para invertir en una empresa creada para construir navíos-plataformas de perforación de la estatal petrolera Petrobras, según divulgó anoche la cadena de televisión Globo.
Según el informe, el ex ministro afirmó que tanto Lula como Rousseff habrían presionado a directivos de los fondos de pensiones del Banco do Brasil, de la Caixa Economica Federal y de Petrobras, quienes fueron nombrados para esos cargos por el Partido de los Trabajadores (PT), a fin de inyectar dinero en el "proyecto" de los navíos-plataformas.
El objetivo de esas acciones, según las declaraciones de Palocci, era recaudar dinero para las campañas del PT, especialmente para Rousseff, de cara a las elecciones de 2010.
De acuerdo con el ex ministro, los presidentes de los fondos de pensión eran obligados a invertir sin analizar y las órdenes del Lula eran cumplidas, lo que, según el reportaje, fue corroborado por la Policía Federal con evidencias que confirmaron que los directivos ignoraron plazos, estudios técnicos y de riesgos y pérdidas.
Lula, preso en una cárcel de Curitiba, cumple una condena de 12 años por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de recibir a manera de soborno un apartamento de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
De acuerdo con el reportaje, la defensa de Lula declaró que el expresidente no practicó ningún acto ilícito antes, durante o después del ejercicio de la presidencia, y según los abogados, las afirmaciones de Palocci sobre el exmandatario son mentirosas y carentes de pruebas.