Redacción El Litoral Agencias EFE/DPA La fiscal mexicana, Arely Gómez, aseguró que el grupo responsable de coordinar la fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera de una cárcel de máxima seguridad ha quedado desarticulado, tras varias detenciones recientes. En un mensaje a medios de comunicación, la funcionaria explicó que han sido detenidos todos los miembros del grupo responsable “que desde el exterior planeó, organizó y materializó la evasión”, ocurrida el pasado 11 de julio. Gómez dio detalles sobre la fuga y confirmó que el narcotraficante escapó por un túnel que comunicaba su celda en el centro de reclusión Altiplano, en el central Estado de México, con un edificio en el exterior y tras esto se trasladó al municipio de San Juan del Río, estado de Querétaro, por tierra. Allí lo estaban esperando dos avionetas que lo trasladaron por aire hasta su escondite, que no fue precisado por la fiscal, aunque según informaciones conocidas los últimos días el narcotraficante huyó a su estado natal, Sinaloa. Precisamente dos de los detenidos son los encargados de volar las avionetas, uno de ellos “uno de los pilotos históricos de la organización criminal que encabeza Guzmán Loera”, el cártel de Sinaloa o del Pacífico. Gómez añadió que los dos pilotos son además responsables, según información proporcionada por diversas instancias de inteligencia, del trasiego de droga vía aérea para esa organización. Cómplices Hasta el momento, dijo la fiscal, hay 34 personas consignadas (acusadas y puestas a disposición de un juez), entre funcionarios públicos que fueron presuntos cómplices en la fuga desde dentro del penal y presuntos miembros de la organización criminal que ayudaron a “El Chapo” a escapar. Entre los participantes en la evasión que ya se encuentran a disposición de un juez destaca el principal operador y organizador de la evasión, su abogado, quien fue el enlace con los responsables de la construcción del túnel. “Constantemente ingresaba en el penal para recibir instrucciones e informar de los avances de la fuga, así como contactar y transmitir órdenes a todos los participantes”, apuntó. Otro de los consignados es la persona encargada de la coordinación de las negociaciones para la compra del predio desde donde se construyó el túnel hasta el penal, quien es amigo de Guzmán y coincidió con él en prisión en la década de los noventa. También está detenido el responsable de organizar y dirigir la construcción del túnel, quien “por información de servicios de inteligencia es reconocido como el coordinador de la construcción de otros túneles en la frontera con Estados Unidos”. Y el cuñado del narcotraficante, cuya participación consistió en la supervisión de la construcción del túnel y además “fue el responsable de coordinar la salida y traslado del evadido hasta uno de los sitios donde se ha refugiado”. Gómez aseguró que esta fuga no es consecuencia de “una suma de casualidades”, sino de una operación perfectamente orquestada. La fiscal aseguró que hay “avances significativos” en la investigación y que se están explorando “nuevas líneas” que “serán agotadas hasta sus últimas consecuencias”. “Nadie está por encima de la ley”, dijo la fiscal, quien acabó su comparecencia ante la prensa sentenciando que aunque Guzmán logró escapar de prisión, “ni él ni quienes lo ayudaron escaparán de la justicia”. Gómez explicó algunas de la diligencias que se han practicado en estos tres meses y medio, entre ellas la toma de 273 declaraciones y 74 inspecciones, que han permitido la consignación de 34 personas y el decomiso de armas, droga, edificios y medios de transporte de la organización criminal. Siete vidas Como los gatos, “El Chapo” Guzmán parece tener siete vidas por el sinfín de rumores magnificados por la prensa sobre su persecución, desde una caída por un acantilado en la que resultó herido hasta la aparición de una misteriosa niña que evitó su captura. Las versiones sobre lo que sucedió desde que el barón de las drogas más buscado del planeta huyó por un túnel de 1,5 kilómetros desde su celda en el penal Altiplano, en el central estado de México, crecen como la espuma en medio de filtraciones y poca información oficial. El diario La Jornada reconstruyó este miércoles, las primeras horas del “Chapo” fuera del penal. Asegura que desde la casa en la que desembocaba el túnel fue trasladado en un vehículo flanqueado por otros dos automóviles hasta un aeródromo privado en San Juan del Río, en el estado central de Querétaro. Oficialmente se sabía que por este caso había sido capturado un piloto, pero ahora se sabe también que se llama Héctor Ramón Takashima Valenzuela y tiene “habilidades extraordinarias”. Esa es la información que maneja el periodista Carlos Loret de Mola, quien añade que los propietarios del aeródromo recibieron 150.000 dólares por permitir el despegue de la avioneta del capo y otra aeronave similar, usada como señuelo, sin encender las luces de la pista. El argumento esgrimido: que el cliente era “un poderoso hombre de negocios al que le gusta la discreción”. Mientras la avioneta del “Chapo” aterrizaba de madrugada en algún punto del Triángulo Dorado, como se llaman los dominios del criminal en una zona serrana que abarca los estados de Sinaloa (donde nació), Durango y Chihuahua, la otra se salía de la pista al aterrizar en Culiacán, la capital sinaloense, según Loret de Mola. Ese error llevó a la detención de dos pilotos y un mecánico, cuyos testimonios parecen ser la base de esa versión, corroborada también por la cadena estadounidense CNN. Según la CNN, fuerzas especiales vieron al criminal cerca de Cosalá, una población de Sinaloa en plena Sierra Madre Occidental, pero no lo detuvieron porque estaba con una niña. Luego fue visto de nuevo ya sin la menor y en la persecución emprendida para detenerlo se cayó “por un pequeño acantilado, donde se cree que se rompió una pierna y se causó heridas en el rostro”. Sus guardaespaldas le rescataron y se le llevaron “entre la espesa vegetación de la zona”. La CNN agrega que las fuerzas especiales ya habían visto a Guzmán tres días antes cerca del pueblo de Tamazula “en una motocicleta y en un Ferrari, acompañado de sus hijos”. La Jornada sostiene que, tras fugarse el 11 de julio del penal, Guzmán llegó en avioneta hasta la comunidad de Bastantitas, cerca de Tamazula, donde permaneció hasta el 17 de agosto. Ese día se desplazó a la comunidad de Los Limones, el lugar en el que el 6 de octubre dio esquinazo al personal de la Secretaría de Marina, que comanda las operaciones de búsqueda y captura. El diario incluso muestra imágenes de una cabaña de madera, “modesta pero acogedora”, en la que se escondió el narcotraficante en Bastantitas y donde “se supone que recibía visitas femeninas”. El experto Javier Oliva detalló que el área donde se esconde el criminal “es una zona de muy difícil acceso” tanto por la orografía como por la “protección social” que reciben los narcos como contraprestación por el dinero con el que compran a los ciudadanos. En los más de tres meses transcurridos desde su fuga de la cárcel, la semana pasada fue la primera vez en que las autoridades reconocieron haber localizado al delincuente y haberlo perdido, justo en esa zona de Sinaloa. Pero antes hubo una versión de que podía estar en Punta del Este o en Río de Janeiro, otra en Costa Rica y una más en la localidad holandesa de Ermelo.