El Centro Carter presentó ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) las actas de las elecciones en Venezuela, que demostrarían el fraude de Nicolás Maduro y la designación de Edmundo González Urrutia como nuevo presidente.
Jennie Lincoln, representante del Centro Carter para el área de América Latina y el Caribe, expuso documentación original -emitida durante las elecciones del 28 de julio pasado- ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos. Era lo que reclamaban la oposición venezolana y la comunidad internacional desde el día de los comicios.
El Centro Carter presentó ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) las actas de las elecciones en Venezuela, que demostrarían el fraude de Nicolás Maduro y la designación de Edmundo González Urrutia como nuevo presidente.
Jennie Lincoln, representante de la entidad para América Latina y el Caribe, expuso en el Consejo Permanente de la OEA y mostró las actas originales, algo que tanto la oposición venezolana como la comunidad internacional pedía conocer desde el día de los comicios.
El pasado 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo brindó un informe tras el cierre de mesas, en el que aseguró que Maduro había sido reelecto con el 51% de los votos, mientras que González Urrutia había recibido el 44%.
Sin embargo, nunca se dieron a conocer los documentos finales que certificaban estos números, lo que hizo crecer las acusaciones sobre un posible fraude. En ese sentido, el Centro Carter explicó que las actas "son documentos públicos" que se imprimen "inmediatamente en la mesa", lo que permite que los testigos electorales de todos los partidos, observadores y ciudadanos "pueden calcular los totales de los votos basándose en las actas que recaban de las 30.062 mesas".
Lincoln consideró que estos documentos, que según contó le fueron enviados por "correo internacional", son "elementos claves" para confirmar quién ganó en las elecciones. Esto, debido a que tienen un código QR "significativo" que "le permiten a los testigos de miles y miles de mesas recabar información de manera sistemática de los datos originales elaborados por el CNE".
"Este es un punto clave en estas elecciones. El sistema de votación es electrónico, pero tiene pruebas en papel de lo que informan las máquinas electrónicas. Y esto es lo que recolectaron miles y miles de testigos, no solamente de la oposición, sino también del partido del gobierno, que también cuenta con la misma información", expresó.
Al respecto, la representante del Centro Carter aseguró que las actas mostradas "se recolectaron y se analizaron" por parte tanto de la oposición venezolana como de observadores independientes "que contaban con los datos originales del CNE, que mostraban que Edmundo González había ganado la votación en un 67% y Nicolás Maduro había logrado un 31%".
"Los observadores no declaran los resultados electorales. Ellos tampoco deciden las elecciones. Esa responsabilidad la tienen las autoridades electorales. La falta de transparencia del CNE venezolano y su denegación de brindar los datos de las mesas de sus máquinas y de las actas para explicar la declaración de un ganador no cumple los estándares internacionales", arremetió Lincoln.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (equivalente a un parlamento) y reconocido referente chavista, Jorge Rodríguez, adelantó días atrás que "todas las leyes electorales" del país "serán reformadas con miras a prohibir la participación en futuras elecciones de fascistas", término empleado usualmente por el oficialismo para referirse a sus adversarios.
"Anuncio nuestra iniciativa para que sean revisadas todas las leyes electorales aprobadas por la Asamblea Nacional" de Venezuela, dijo Rodríguez.
En la revisión entrará un paquete de leyes como la Ley Orgánica de Partidos Políticos y manifestaciones públicas; la Ley Orgánica de procesos electorales y la Ley del Poder Electoral. Que "todas esas leyes tengan el fin último de cuidar, proteger la política, sí, pero principalmente cuidar y proteger la población venezolana y a nuestro territorio, no puede haber un político que pida invasiones, ¡No!", afirmó Rodríguez.
La proclamación del presidente Nicolás Maduro para un tercer período consecutivo en los comicios del 28 de julio -que la oposición denunció como un fraude- desató una crisis poselectoral con protestas que dejaron 27 muertos, unos 200 heridos y al menos 2.400 detenidos, 164 de ellos menores de edad.
La reelección de Maduro ha sido desconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, que han pedido la publicación del escrutinio detallado. En criterio del presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, "no deberían participar en futuros comicios quienes hayan desconocido los resultados emitidos por el CNE".
El jefe parlamentario Jorge Rodríguez aludió duramente en reciente mensaje al ex diplomático Edmundo González Urrutia, rival de Nicolás Maduro en los comicios y exiliado en España desde el pasado 8 de septiembre, cuya victoria reivindica la oposición. La idea, según el encumbrado representante del régimen chavista, "es señalar con claridad que si quieres guerra vete para la guerra, si quieres guerra dale, pero no seas tan cobarde para declarar la guerra desde bajo de la cama de una embajada y después hacerte el loco o desentenderse", lanzó Rodríguez.
Rodríguez señaló, por ejemplo, que no deberían participar en futuros comicios quienes hayan desconocido los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista.
El jefe parlamentario además, nombró "una comisión especial" que él mismo presidirá para convocar "a todos los partidos políticos que participaron en la pasada elección del 28 de julio del año 2024" para que asistan el jueves 3 de septiembre a la Asamblea Nacional para "iniciar un diálogo político".
"Nuestra aspiración debe ser que nunca más un ladrón, un tránsfuga, un apátrida, un violento, un fascista vuelva a ser candidato absolutamente a ningún cargo de elección popular en Venezuela, nunca más", zanjó el poderoso dirigente del chavismo. Y no hablaba de Maduro, no sean mal pensados, no... hablaba de González Urrutia.