dpa
La actitud de una joven de 19 años en el control de frontera de Tarajal, en la ciudad autónoma de Ceuta, llamó la atención de los agentes, que pensaron que llevaba drogas en su pequeña maleta de ruedas: en vez de ello dentro había un niño de ocho años que quería reunirse en España con su padre.
Según informó la Guardia Civil, la joven quiso pasar sin colocar la maleta en la cinta del escáner, pero los agentes insistieron al sentir sospechas. La sorpresa fue mayúscula cuando la imagen que apareció en el aparato fue la de una persona acurrucada. Al abrir el trolley salió un niño que dijo en francés llamarse Abou.
Pese a que la maleta no tenía respiraderos, el niño, originario de Costa de Marfil, estaba bien, aunque asustado, porque no conocía a la mujer que quería pasarlo por la frontera del enclave español situado en el norte de África.
La Guardia Civil cree que le pagaron por transportar al pequeño.
Una hora y media más tarde un inmigrante que también procede de Costa de Marfil pero reside en las islas Canarias pasó por el mismo punto de control, y los agentes le preguntaron si Abou era su hijo. El hombre se derrumbó al saber que el niño no había cruzado la frontera y confirmó que era su padre.
Declaró que quería llevárselo con él a Canarias. Tanto él como la joven de la maleta fueron detenidos, acusados de un delito de tráfico de personas.