En un contexto de represión a voces disidentes en pleno conflicto en Ucrania, un tribunal ruso condenó al opositor Vladimir Kara-Murza a 25 años de prisión.
El tribunal lo declaró culpable de "alta traición", difusión de "falsas informaciones" sobre el ejército y trabajo ilegal para una organización "indeseable".
En un contexto de represión a voces disidentes en pleno conflicto en Ucrania, un tribunal ruso condenó al opositor Vladimir Kara-Murza a 25 años de prisión.
Kara-Murza, una de las últimas voces críticas contra el Kremlin que no estaba en la cárcel o exiliado en el extranjero, fue declarado culpable de "alta traición", difusión de "falsas informaciones" sobre el ejército ruso y trabajo ilegal para una organización "indeseable".
Luego de que se conociera la condena, una de las abogadas defensoras anunció que iba a apelar, denunciando "violaciones burdas de procedimiento" durante el juicio.
En sus últimas declaraciones, el opositor manifestó sentirse "orgulloso" de su compromiso político. "No solo no me arrepiento de todo eso, sino que estoy orgulloso", declaró.
"También sé que llegará un día en el que las tinieblas que cubren nuestro país se disiparán (...) cuando los que instigaron y provocaron esta guerra (en Ucrania) serán tachados de criminales, y no los que intentaron detenerla", agregó.
En detención provisional desde abril de 2022, Kara-Murza estuvo a punto de morir después de ser envenenado en dos ocasiones, en 2015 y 2017, según él, por orden del poder ruso.
El hombre de 41 años, fue declarado "agente del extranjero" por parte de las autoridades, fue acusado de "alta traición" por haber criticado al poder en intervenciones públicas en países occidentales.
Además, instó a Estados Unidos, Europa y Canadá a adoptar sanciones contra responsables rusos por las graves violaciones de derechos humanos que cometieron.
Kara-Murza, también trabajó para la organización Open Russia del exoligarca en el exilio y detractor del Kremlin Mijaíl Jodorkovski, declarada "indeseable" por las autoridades rusas en 2017.
La acusación de difusión de "falsas informaciones" sobre el ejército se basa en la ley introducida tras el inicio de la ofensiva contra Ucrania, que permite reprimir cualquier información que las autoridades consideran falsa.
Prácticamente todos los opositores rusos fueron condenados a duras penas o han tenido que abandonar el país en estos últimos años.
El más conocido de ellos, el activista anticorrupción Alexéi Navalny, fue encarcelado a principios de 2021 y condenado a nueve años de prisión por estafa. Fue detenido a su regreso a Rusia tras haber sufrido un envenenamiento que atribuyó al Kremlin.