Adentrado en Kharkiv, una de las regiones ucranianas más afectadas por la invasión rusa, El Litoral llegó a la unidad de la Cruz Roja de aquella ciudad y dialogó con funcionarios y refugiados del lugar para conocer cómo funciona y cuál es su trabajo en época de guerra.
La organización llegó a Kharkiv hace más de 100 años y presta ayuda a la gente que está en alguna necesidad o, en este caso, sufriendo las consecuencias de un conflicto armado.
Trabajadoras de la organización
¿Cómo hicieron su trabajo y cuales son las mayores dificultades?
Gracias a la ayuda de voluntarios continuamos con nuestra rutina. Antes de la guerra éramos 37 personas y ahora somos 500 y estamos divididos en distintas áreas y tareas.
Tenemos dos líneas: proveer y entregar ayuda (alimentos, productos de higiene) a todos y principalmente a los refugiados de zonas ocupadas. La mayor dificultad son los traslados y el costo de combustible por las distancias entre los pueblos.
La segunda línea es la evacuación de la gente de zonas fronterizas o zonas ocupadas. El transporte es lo más difícil ya que se necesitan coches 4x4 y, a su vez, los combates complican el acceso.
Siempre pedimos a las donaciones que aporten para comprar un coche blindado, los de Cruz Roja andamos con protección pero los civiles no.
La asistencia en números
Durante el año se hicieron 5 millones de entregas de porciones de ayuda, lo que equivale a dos millones de personas que recibieron colaboración de la Cruz Roja. Por día actualmente hay 30 viajes con entrega de ayuda mediante las cuales se asisten entre 800 y 1200 personas a diario. En total son 30 o 40 mil personas las que reciben ayuda por mes y en enero ese número creció a 80 mil personas en la región de Kharkiv.
¿La situación de los centros de refugiados sigue siendo complicada?
De ninguna manera tienen menos trabajo o es más tranquilo, seguimos evacuando y cada vez viene más gente. Evacuamos a los que tienen movilidad reducida, familias numerosas o discapacidad. Intentamos ayudar lo máximo porque tenemos los recursos gracias a diversas organizaciones.
¿Hacia donde se trasladan luego los asistidos?
Es diferente. Muchos regresan a su casa, otros van a sectores más seguros de Ucrania y algunos van a otras partes de Europa. El 50% aproximadamente regresa a su casa dependiendo del estado físico de su vivienda. Si una parte al menos está ilesa y no hay combates en la zona, regresan si o si.
Tenemos un proyecto que es “El cuidado en casa”. Los trabajadores sociales de la Cruz Roja visitan en sus domicilios a aquellas personas con movilidad reducida (mayores de edad, familias refugiadas, niños refugiados). Participan del proyecto 38 voluntarios y se asiste a 180 personas en este momento.
Para ser voluntario no exigen ningún requerimiento ya que no prestan ayuda médica, lo que facilita encontrar a la gente que quiere ayudar. Los voluntarios son introducidos en ayuda psicológica básica y en primeros auxilios para llevar a cabo su trabajo.
Trabajos de evacuación en Kharkiv
El trabajo de evacuación comenzó en mayo de 2022 desde las primeras zonas de riesgo hacia Kharkiv, luego ya en regiones afectadas directamente por la invasión y ahora colaboran con el envío de la ayuda. La primera tarea de la organización fue la evacuación de zonas de combates o zona “en gris” y la segunda el traslado de la ayuda humanitaria.
¿Cuál era la actitud de la gente? ¿Querían quedarse?
La gente vivió sin tratamientos médicos durante varios meses. Los que vivian en pueblos pequeños y que no sufrían muchos bombardeos, querian seguir viviendo en sus casas. Cuando se trata de la línea 0 o zona gris, esos pueblos ya no existen , están completamente destruidos. Esa gente sí quiere irse lo más pronto posible. Durante los días de combates activos los vehículos que llevaban hasta 4 personas, llegaron a trasladar a 16.
¿Cuándo se mueven en esa zona como es la actitud de las fuerzas invasoras?
A los que llevamos el símbolo de la Cruz Roja no nos tienen un respeto especial, nos bombardean con todo lo que tienen. Una vez un helicóptero atacaba nuestro coche y los refugiados debían saltar para sobrevivir.
¿Qué se siente trabajar de esta manera y sin cuidado?
Somos voluntarios y cada uno vino con su motivación propia. En nuestra unidad hay estudiantes, comerciantes y trabajadores de distintas edades. Es un trabajo que hay que hacer y la principal motivación es que ayudamos a la gente.
Entendemos que la Cruz no nos beneficia, por eso tomamos muchas medidas y llevamos chalecos antibalas, casco. Nos encomendamos al máximo para llevar nuestras operaciones de forma segura y clandestina.
La unidad de Kharkiv es la principal de la región. Entendemos que hay mucho trabajo por delante y tendremos que colaborar con otras regiones. Siempre hay pérdidas y daños en los vehículos e infraestructura.
La experiencia de una evacuada
Nina es una ciudadana ucraniana de 77 años proveniente de Bonchesku y evacuada el 10 de octubre hacia Kharkiv. “Cuando empezaron los bombardeos la gente local llamaba a la Cruz Roja para que los evacuen”, contó a El Litoral. “A todas las casas llegaron los voluntarios y los trajeron hacia aquí”, relató. Su hijo se quedó en su casa pero desde hace 3 días no tiene conexión con él. .
“Queremos que (la guerra) termine pronto pero dudamos de que pase”, expresó y contó que “tiene preocupación” porque ve en los medios que a los soldados les falta munición y los ve en las condiciones que están en la trinchera.
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