Vecinos demandaron a Indalo por ruidos molestos y ganaron
Un grupo de vecinos de los barrios Peumahue y Viejo Cauce, en Valentina Norte, le ganó la pulseada a la empresa Autobuses Neuquén para que deje de hacer ruidos molestos durante la madrugada.
Vecinos demandaron a Indalo por ruidos molestos y ganaron
Miércoles 23.10.2019
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Última actualización 19:40
Lograron que el Municipio mida la contaminación sonora y confirmaron que los decibelios están por encima de lo que permiten las ordenanzas. La empresa concesionaria del transporte público tiene plazo hasta hoy para explicar cómo hará para que las familias puedan dormir tranquilas.
Quienes se quejaron viven a pocos metros de la base de operaciones de la ex Indalo, ubicada en Laprida 7075. En algunos casos, solo los separa un alambrado perimetral. Por eso, están hartos de que prendan los motores de los 120 colectivos todas las noches, a las 3 de la mañana, para hacer tareas de mantenimiento. El ruido es tan intenso que les vibran las ventanas y nadie puede pegar un ojo.
“Llevan siete años acá y siempre fue igual, hicimos reclamos, pero es como David contra Goliat”, explicó Laura Figueroa, una de las demandantes. Aclaró que, para quien no vive ahí, “puede parecer una pavada, pero son ruidos las 24 horas del día, los siete días de la semana, con efectos en nuestra salud y la de nuestros niños”.
Alentados por lo que ocurrió con la gigante de los servicios petroleros Halliburton, acudieron en septiembre a la Defensoría del Pueblo a pedir una mediación. Así, lograron el compromiso de la subsecretaria municipal de Ambiente, Silvia Gutiérrez, para medir los ruidos molestos con un sonómetro.
La medición se hizo el 3 de octubre, entre las 4:35 y las 6:25 de la madrugada, en cuatro casas cercanas al taller. En tres casos, el nivel de impacto fue superior a lo permitido. El límite máximo tolerable es hasta 7 decibelios o dB (A) y en la casa de un vecino de Viejo Cauce pegada a la empresa, el resultado dio 12. En otras dos viviendas de Peumahue, el equipo marcó 11 y 8 decibelios respectivamente.
Eso llevó al Municipio a intimar a Autobuses Neuquén. La empresa tiene plazo hasta hoy para presentar un plan que “mitigue o elimine” el ruido. Puede demorar un par de días más en contestar, pero no debería pasar de esta semana.
Para los vecinos, es una primera victoria, aunque la solución de fondo es que la firma se mude. Laura contó que existe otro estudio ambiental de 2012 que comprobó la contaminación auditiva. “En cinco años no se hizo nada, por eso no tenemos seguridad de que los controlen”, sostuvo.
Dijo que la firma se asentó en el barrio en 2012 “por un decreto de excepción del intendente, porque no podía haber una actividad industrial acá, y está claro que se manejan muy cerca del Municipio”.
Los vecinos también denuncian otras irregularidades, como tanques de combustible al aire libre, un lavadero de chasis que tira los residuos a un canal de riego y colectivos que circulan a gran velocidad. Por ahora, demostraron que tenían razón con los ruidos molestos. Lo demás dependerá de cómo siga la mediación.