Martes 23.1.2024
/Última actualización 15:12
Es enero y el calor inunda la ciudad. Los santafesinos buscan distintas formas de mitigar las altas temperaturas. Durante el día, cuando el sol abraza más fuerte, se refrescan en la pileta y usan menos ropa. Por las noches, la mejor opción es tomar un buen liso que apague el fuego exterior. Pero algunas personas enfrentan estas tareas con mayores complicaciones.
Para los cuerpos gordos, llegar al verano es bastante estresante. Así lo expresó Florencia Alegre, activista, modelo plus size y creadora de contenido: “Es difícil, cuando se trata de piletas públicas o espacios públicos suele ser muy hostil. Hay personas gordas que no les admiten el acceso a la pileta directamente. También está la cuestión propia de no querer exponerse porque saben de los riesgos que pueden llegar a tener”.
El rechazo a las personas con el pretexto de la gordura acecha tanto a hombres como mujeres, y está presente en todos los ámbitos de la vida: “La gordofobia no es solamente no encontrar ropa, es no entrar en los espacios públicos, que no te admitan la entrada, es no conseguir trabajo”, explicó la influencer en diálogo con El Litoral.
Entre presiones y exigencias
Flor, como es conocida en las redes, agrega que al género femenino se le suma la exigencia impuesta de tener un cuerpo atractivo. En las calles de Santa Fe, las mujeres consultadas por El Litoral afirman que “llegar al verano” se traduce en una apuesta para adelgazar. La presión por hacer dieta, empezar a ir al gimnasio y estar “siempre perfecta” se incrementa en esta época del año, cuando el cuerpo está más expuesto.
En este sentido, la activista santafesina, apuntó a la mirada crítica por parte de la sociedad hacia la gordura: “Cuando se trata de contar nuestra historia, usualmente no nos dejan hablar y ahí somos hiperinvisibilizados. Cuando se trata de cuestiones como el cuerpo y se empieza a ver, ahí somos hipervisibilizados”.
Con el fin de repensar nuestro imaginario social, Florencia sugiere el diálogo activo tanto con uno mismo como con el otro. Cuestionar nuestras actitudes y las del resto nos permitirá entender de dónde vienen muchos pre conceptos y lograr, finalmente, desnaturalizar la gordofobia y aceptar las diversidades corporales.