Por Julieta Ninno
Contemplamos los sueños, esperanzas, planes y ambiciones que hemos anclado en el corcho de la pared, y corremos ansiosos como niños pequeños a ver si están escritos en el cielo.
Por Julieta Ninno
El mundo se siente diferente a la hora de cambiar de año. Para algunos, transiciones como ésta son solo una cuestión de cifras sobre un papel, de formalidades irrelevantes en el gran esquema de las cosas. Para otros, estos son momentos en los que cada bocanada de aire sabe diferente, cada pestañear un poco más mágico, cada segundo más próximo a un fin y más cercano a un nuevo comienzo. Resulta innegable, eso sí, la sensación de que nuestros alrededores se sienten un tanto distintos, como tintineantes. Y en estos momentos, abundan las entrevistas y los artículos periodísticos sobre astrología. ¿Qué nos depara el año siguiente de acuerdo a esta disciplina? Contemplamos los sueños, esperanzas, planes y ambiciones que hemos anclado en el corcho de la pared, y corremos ansiosos como niños pequeños a ver si están escritos en el cielo. Nos estremecemos ante el cambio climático, la pobreza, la desigualdad social, la guerra y los numerosos problemas que azotan la actualidad, pensando en si el año entrante traerá consigo un planeta mejor. Incluso quienes consideran absurda la astrología echan un vistazo de reojo a sus predicciones para el 2022. "Tal vez", pensamos. Y soñamos un poquito más grande.
La astrología ha sido parte de la historia de la humanidad desde sus inicios, pero en las últimas dos décadas su cobertura mediática ha ido en aumento. Astrólogos en TikTok e Instagram, incrementos en las consultas, información online… En pleno siglo XXI, era de la tecnología informática y la ciencia biomédica, prolifera la astrología. No solo persiste, porque eso ha sucedido siempre, sino que se expande constantemente. Es muy común entrar a una librería y cruzarse al menos treinta libros sobre esta temática, y a veces no saber por dónde empezar. Una gran introducción al tema es el nuevo libro publicado por el sello Kepler de Ediciones Urano: "Los Doce Soles", de Natalia Porro. ¿Cuáles son las características principales de los doce signos del zodíaco? ¿Cuáles son los miedos de Acuario? ¿Cómo conquistar el corazón de Capricornio? "Los Doce Soles" es un manual detallado y dinámico que recomiendo muchísimo para iniciarse en el mundo de la astrología, así como para los amantes de la materia.
Pero esta no es solo una novedad editorial fascinante, súper educativa y llevadera, y perfecta para esta época del año. También, Natalia Porro, con su extensa currícula, tiene mucho que decirnos. La autora trabajó como actriz durante catorce años, participando en diversos programas de televisión y obras de teatro. A los diecinueve años, cambió completamente en rumbo de su vida en plenos estudios de una Licenciatura en Economía, recibiéndose luego de Técnica en Astrología Científica en la Fundación Centro Astrológico Buenos Aires con mención especial. Actualmente ejerce como numeróloga y terapeuta floral, atiende consultas de manera personal en CABA y a distancia, dicta conferencias, y da clases personalizadas y grupales, entre muchas otras cosas. A continuación, comparto una imperdible entrevista con la autora.
- Natalia, has recorrido tanto ámbitos académicos como laborales sumamente diversos. Hasta ahora, nunca has sido una sola cosa. Los títulos se desprenden detrás de tu nombre. Y ahora, has escrito en tus redes que estás siguiendo tu camino. ¿Qué querías ser de grande cuando eras chica? ¿Qué contemplabas para el resto de tu vida durante tu niñez y adolescencia? ¿Y qué pensás ahora al mirar para atrás?
- Cuando era chica, deseaba ser artista cuando fuera grande, e incluía allí, la posibilidad de ser actriz, cantante y/o conductora. Creo que interiormente quería acercarme a la gente y en esos roles, eso era una posibilidad bastante factible. En la adolescencia, contemplaba la posibilidad de ser un camino para lograr sacar a la luz la mejor versión de cada uno. Ahora pienso que logré ese acercamiento desde un rol que nunca hubiese imaginado.
- La astrología siempre ha sido una disciplina presente en la vida humana, pero recientemente ha recibido más atención, sobre todo en los medios de comunicación. ¿A qué pensás que se debe eso? ¿Y qué crees que la astrología tiene para ofrecernos en el mundo actual?
- Creo que el mayor énfasis que se está dando actualmente a la astrología es, fundamentalmente, porque funciona; no se trata de creer o no en ella. Hoy, la astrología nos ofrece rediseñarnos en función de las circunstancias. Suelo decir que no hay mal tiempo, solo "ropa inadecuada". Entonces, a través de la astrología, se puede ver qué ropa se debe usar ante cada evento, en relación a las herramientas con las que cuenta la persona. Mi mirada es interpretar la carta natal de la persona y abrirle el camino hacia oportunidades que tiene marcadas y que puede desconocer. Con viento a favor, de este modo, siempre se llega más lejos. En las consultas que realizo, es como si fuera una "partera de las posibilidades", para que el o la consultante logre lo que quiera lograr y que al momento no le sale, ya sea por sus creencias o por sus propias conversaciones limitadoras.
- ¿Crees que cada trabajo, actividad y formación que has tenido influye en tu profesión actual? La actuación, por ejemplo. ¿Consideras eso solo una fase de tu vida previa a encontrar tu vocación o como una parte constitutiva de ello?
- Sí, por supuesto, todo suma y sigue sumando, ya que la actualización y la capacitación es una constante en mi vida. La actuación, como otras actividades que realicé, forman parte de lo que soy hoy, forman mi esencia. Fueron pasos en mi camino de vida.
- Se acerca el fin de año, y con ello los pronósticos del 2022. Ya abundan predicciones sobre un año maravilloso, al igual que otras de pura catástrofe. ¿Cuál es tu pronóstico del 2022?
- A nivel numerológico, el año estará marcado por la vibración numérica 6 (2+0+2+2), regida por el planeta Venus. Por lo tanto, será un año sumamente emocional.
A nivel astrológico, voy a hacer un recorrido por los planetas sociales, en primer lugar. El planeta Saturno continuará su tránsito a través del signo de Acuario. Dicha energía planetaria representa las reglas, las regulaciones, las restricciones y las maneras tradicionales de hacer las cosas. A Saturno también se lo denomina el señor del karma. Por estar en Acuario, esta configuración astral te pide disciplina; quiere que crezcas, madures y evoluciones. La energía es disruptiva, provocando la intermitencia en muchas áreas de tu vida. El planeta benéfico mayor, Júpiter, transitará el signo de Piscis después de 12 años, beneficiando a los nacidos bajo los signos del elemento Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis, y a los nacidos bajo el elemento Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
Y ahora, haciendo el foco de atención en dos de los tres planetas transpersonales. El planeta de Plutón continuará transitando el signo de Capricornio, regalándonos la energía, la renovación y de la regeneración. Por su parte, Neptuno seguirá su viaje por las acuosas sendas piscianas. Ambas energías, tanto la del planeta como la del signo, son asociadas con la fantasía, el misticismo y la ilusión. Por lo tanto, habrá actitudes huidizas, confusas y evasivas con las que habrá que lidiar.
- ¿Qué consejo puedes darles a tus seguidores en las redes y a tus lectores ahora para la transición entre el 2021 y el 2022?
- El consejo que puedo transmitirles es que no tomen decisiones definitivas por culpa de emociones temporales; mantengan la calma, tengan paciencia; hay momentos en que las preguntas son más importantes que las respuestas.
- El mundo que habitamos se encuentra plagado de problemáticas globales. ¿Crees que la gente recurre aún más a la astrología durante el cambio de año, ansiosa de saber si el mundo "será un lugar mejor" en el 2022?
- Sí, a fin de año las consultas se incrementan, aunque a cada persona las energías se le modifican cuando cumple años; es decir, cuando el Sol vuelve en grados y minutos a su posición natal.
Contemplamos los sueños, esperanzas, planes y ambiciones que hemos anclado en el corcho de la pared, y corremos ansiosos como niños pequeños a ver si están escritos en el cielo.
No tomen decisiones definitivas por culpa de emociones temporales; mantengan la calma, tengan paciencia; hay momentos en que las preguntas son más importantes que las respuestas.