Viernes 30.6.2023
/Última actualización 23:16
Luego de 2 años, privada de su libertad, la abuela Betty -tal como es conocido este terrible caso en Tribunales- recuperó su libertad al ser “absuelta de culpa y cargo” por el tribunal oral compuesto por los Dres. Nicolás Falkenberg, Martín Torres y la Dra. Rosana Carrara. Se rechazaba, así, el pedido de la acusación de 20 años de prisión efectiva.
No obstante, el alivio de la abuela de 65 años de edad duró poco. La acusación apeló el fallo de primera instancia y el caso fue elevado al tribunal de alzada.
La audiencia de apelación se realizó en el 11 de mayo de este año y a cargo estuvieron los jueces de cámara, Dres. Gentile Berzano, Roberto Prieu Mántaras y Bruno Netri.
56 días pasaron desde aquella audiencia. Beatriz Franco, sufre –aún- la incertidumbre de una tortuosa espera en la que su ansiedad se debate entre la definitiva libertad y el fin de la pesadilla
En una emotiva entrevista realizada en el programa radial, Notife, emitido por Sol Play, la abuela Betty, entre lágrimas, reconoció que su salud se había deteriorado notablemente en las últimas semanas. Los desmayos se hicieron recurrentes y un estado depresivo le impedía trabajar, con la alegría, que la acompaño desde pequeña, a pesar de una vida signada por lo trágico
“Me siguen torturando”
- Esto no es vida - confesó Betty- ¿Qué más quieren de mí? ¿Hasta dónde quiere llegar la fiscal? No puedo dormir, estoy nerviosa todo el día. No puedo planificar mi vida, ni confiar en reunir a la familia, a mis nietas, para comenzar a reconstruir todo lo que la Justicia destruyó.
Sufrí mucho en mi vida, desde pequeña cuando me separaron de mi hermana en el orfanato, cuando sufrí picana de jovencita porque me acusaron de robar a mi patrona. Por eso me pregunto, a mí misma y lo hago en mi libro ¿Por qué a mí? Esto es una tortura que no merezco, perdí a mi hijo estando detenida, me lo quemaron vivo, yo estoy recuperando a una de mis nietas del consumo y la mala vida, pero créanme ¡No doy más! ¿Qué les hice? ¿Qué les hicimos para que nos torturen? ¿Es un delito trabajar toda la vida, limpiando casas, atendiendo ancianos de sol a sol?
¿Qué pasa cuando mirás para atrás en tu historia?
Tuve que hacerme cargo de 5 nietos, los crié yo solita y mis dos perros Bulldog, que me los cuidaban cuando yo salía a trabajar. ¿Ese es un delito?
Me acusan de prostituir a una nieta cuando, hice todo para que no tomen ese camino. Iban a la escuela, la terminaron, sufrí la adicción de ellos que en los barrios se está llevando cientos de pibes.
¿Qué pueden saber ellos de lo que nos pasa desde un escritorio?
Mis nietas me necesitan entera, no así. Por favor de una buena vez ¡Basta!
Si no van a ayudar a las mujeres que debemos afrontar tanto dolor, por lo menos no nos torturen más.
“Fiscalía nunca presentó una sola prueba”
Por su parte, Martin Risso Patrón, abogado defensor y amigo de Betty, fue tajante en denunciar que “jamás hubo, siquiera, una denuncia concreta contra Betty, todo se arma a partir de la intervención de Niñez y declaraciones de una de sus nietas, en distintos expedientes administrativos, cuando está se encontraba institucionalizada, ejercía la prostitución y siquiera vivía en la casa de Betty”.
A si mismo se mostró contrariado explicando que “…su propia nieta, Y.M., lo dijo en el juicio oral y culminó en un abrazo de abuela y nieta que conmovió a todos, jueces, abogados, personal judicial y agentes penitenciarias. Solo los fiscales, no pueden empatizar con una mujer vulnerable por su condición de mujer, trabajadora y humilde e insisten con matarla en vida en una cárcel por el resto de su vida.”
Finalmente, Risso Patrón, se mostró confiado en la resolución del tribunal de alzada y se manifestó comprensivo con los “tiempos de la Justicia”.
“Empecé como abogado de Betty y aunque no sea recomendable, profesionalmente, hoy forjamos una amistad con ella, no por lo que sufre, sino por lo que es. Entiendo a los magistrados, pero me preocupa la salud de Beatriz y entiendo que sigue siendo castigada por algo que jamás ocurrió y, lamentablemente, es algo que veo diariamente en el accionar, de un pequeño grupo de fiscales, del MPA, que no investiga lo suficiente, lo hace mal y a veces parecería que tiene mala fe. “