Elecciones y ancianidad
Los lectores se comunican para dejar sus opiniones y reclamos.
Elecciones y ancianidad
MARIO PILO
"Este nuevo ciclo del peronismo como movimiento y coalición es el que más ha corrompido la calidad de vida de nuestros adultos mayores, defendida por los artículos 42 y 43 de la Constitución Nacional. Vacunó mal y tarde, salvo a ellos mismos en el vacunatorio vip. Se rió de más de 120 mil muertos, con sus festicholas vip, derogó la ley jubilatoria porque era de Macri y que sí le hubiese ganado a la inflación. Inflación que crece a niveles nunca vistos. Mató la educación de nuestros hijos y los obliga a emigrar al no tener futuro. Libertó a miles de criminales, y con Aníbal Fernández, auspiciando el narcotráfico político, seguirá matando a nuestros chicos, de todas las clases sociales. Y ahora piden el voto, ya resignados, solamente a los jóvenes, pretendiendo mantener el romanticismo juvenil, de que luchan contra el capital. Es verdad, lo reconozco, pero el capital ajeno, el que se robaron y solo porque ya no queda ni obra pública para robar. Ese capital se guarda muy bien en las islas Seychelles, otros paraísos fiscales o en los bancos del banquero Heller, que va por otra reelección con el apoyo de Bonafini y Carlotto".
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Vergonzoso
UN LECTOR
"Quiero decir que por cuarto día consecutivo y durante, confirmadamente, dos horas y media y dentro del horario en que funciona la Secretaría de Comercio Interior, es imposible comunicarse porque ni siquiera se dan el lujo de atender el teléfono. Es una vergüenza, y es en relación al incumplimiento de los precios congelados, que si bien no creo que sean una solución, pero si están me parece que el Estado debe asegurar su cumplimiento. Evidentemente a la provincia de Santa Fe no le interesa; a la Secretaría de Comercio Interior menos todavía, porque ni siquiera atienden un teléfono. Es la única conexión que tiene un usuario para hacer una denuncia. Realmente, es vergonzoso. Es la palabra más suave con la que puedo calificar la acción de este señor secretario".
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Ataques a la dignidad humana
ALFREDO SALOMÓN
"Cada vez son más los casos de violación y abusos que tenemos que soportar en nuestro país y no veo una contrapartida efectiva por parte de los que gobiernan. La mayoría de los casos parecieran ser provenientes de jardines de infantes, colegios religiosos y demás. Lo que no veo es una gran voluntad de desterrar para siempre semejante atropello a la dignidad humana por parte de seudodocentes y otras yerbas. Se debería tomar y actuar con el máximo rigor, hacia esa clase de gentuza, para hacer desaparecer semejante actitud destructora de la dignidad humana. Ojalá que así sea".
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El futbolista villano y la modelo
ROBERTO R. SÁNCHEZ
Sigue la mise en scene de estos dos personajes, alentada por los medios y los cholulos de siempre llenando páginas de chismeríos irrelevantes y bizarros para un sector de la sociedad. En qué nos puede beneficiar saber la marca de sábanas o ropa interior que usan si estuvieron o no juntos, el fin solo es publicitario. Se infiere por los trascendidos que ambos han incurrido en infidelidades y otras situaciones impropias de estos personajes que no tienen escrúpulos en exponer su vida privada a cambio de estar en la palestra, mientras facturan sin pudor.
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Acciones en las empresas del Estado
JUAN R. BELL
"Cuando me sobraban unos pesos, prefería invertirlos en la Bolsa. Allí, me sentía propietario de un pedacito de una empresa. Y es así. Al invertir en la Bolsa, puedo decir que soy dueño a algo, sólido. Pero siempre que el Estado no se meta. Recuerdo haber comprado varias acciones de SASETRU, y hoy ni para papel higiénico sirven. Se trataba de una empresa que supo hacer las cosas e hizo una integración económica. Pero el Estado, vía su poder, la llevó a la quiebra, que según rumores muy creíbles, a pedido de la competencia, (Born y Hnos.), amenazó con irse del país y dejar el tendal. No era político, así que se aceptó la sugerencia y le cortaron la cadena de la integración, llevándola a la quiebra. Así todos los que habíamos comprado las acciones, las enmarcamos en un cuadro. Nunca más ni tuvimos sobrante del sueldo y operamos en la Bolsa. Pero hoy, nos estafa el Estado vía inversiones para una sociedad y no nos entrega nada a cambio. Como ejemplo, los cordobeses realizan una "colaboración" para hacer obras, que se observa en la factura de EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba): "Fdo.Des.Ene.Prov." 5% de descuento sobre los consumos. De eso, ¿se rinde cuenta de la inversión realizada? Nada, como todo lo que va al Estado. Pasando a ser un ¿robo o estafa? Nadie realiza un reconocimiento de la inversión forzada que realizan los ciudadanos a las empresas del Estado. Atentamente".
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Llegan cartas
Vivir en "la otra ciudad"
UNA ASIDUA LECTORA
Cuando no vivís, pero tenés el ejercicio de recorrer desde hace más de 20 años la "ciudad cordial" en auto, en bici y caminando, tenés algo para decir... Aunque los académicos se esmeren en alguna facultad en decir lo contrario, existen dos ciudades. Hay clases predominantes y clases imperceptibles, y en el medio: la gente. Lugar común decía en la cátedra un director de redacción que te hacía contar los caracteres. Hay personas que miran sin ver y otras que ven seres sufrientes en las esquinas (sin romantizar la pobreza) entre bulevares... Donde abundan las pitucas que sacan el perro a pasear (defecar) y miran sin ver, como en lontananza...
También existe la solidaridad desde los lugares más humildes hasta los otros, algunas silenciosas y otras que hacen ruido. A las últimas, si les decís lo que pensás te bloquean. Nada es inocente en tiempos políticos: te desaparecen...
En las dos ciudades hay personas que sufren. Buen ejercicio para los políticos sería vivir al menos un mes como lo hace un vecino de un barrio periférico, con carencias de recursos, de agua, de luz, de seguridad. Con atención primaria de seres abnegados y con una espera hospitalaria de turnos en especialidades de 4 meses... Tienen que experimentar vivir en la "otra ciudad", donde las balas se sienten a cualquier hora, donde el miedo paraliza a los mismos vecinos que sufren los robos de sus "bienes esenciales" por delincuentes del mismo barrio... Trabajo de campo, para entender la miseria extrema en todas sus dimensiones, para que en lugar de repartir dádivas y sacarse fotos, repartan dignidad.