Riesgos en la 168
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Riesgos en la 168
"Quiero expresar mi acuerdo respecto del mensaje publicado por un lector, sobre la falta de iluminación de la 168. Encima hay algunos inconscientes que cruzan caminando porque faltan los paneles de alambre tejido, lo cual no significa una gran inversión para Vialidad Nacional. También falla la señalización. Entonces dónde están los que tienen que controlar esto. ¿O solo están presentes para cobrar sus sueldos a fin de mes?".
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Mínimo no imponible
"Quisiera saber qué va a pasar con el descuento por ganancias. Los que superan el mínimo no imponible cada vez ganan menos, los descuentos a veces son impresionantes. La pirámide se achata, el costo de vida aumenta para todos igual. Los derechos adquiridos por quien trabaja dignamente y recibe a cambio un salario, se van al tacho... Una franja de gente quedó perjudicada... Hay empleados que cobran plus por carga horaria, o reciben premios por ventas o por horas extras y el Estado se queda con ese dinero ¡Es muy injusto! Gracias".
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Economía
"A veces me dan ganas de llorar y otras de reír, cuando escucho a 'sesudos' -lo que no implica inteligentes- economistas nacionales asegurar la monocausalidad de nuestra crisis terminal económica, la inflación y el no acuerdo con el FMI. No un Banco capitalista, un Banco de los países, que incluso ahora China quiere compartir. Algunos agregan el valor del dólar. En sociología siempre decimos: no hay causas únicas, pero tampoco efectos incausados. Con un poco de sentido común (el menos común de los sentidos) repudiado por el cientificismo capitalista desde el siglo XIX, veríamos que el problema nacional es el de cualquier familia. Nadie labura, nadie produce, nadie invierte. Todo es vagancia paga o semipaga, con el terrible déficit fiscal, lo que obliga a emitir. Se crea el círculo vicioso. Ello conlleva la nueva emisión, más inflación y más suba del dólar, por devaluación del ya inservible peso".
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Inseguridad en la autopista
"Estoy escuchando los detalles del último robo violento practicado en la autopista Santa Fe – Rosario, a 10 km de la ciudad capital. Como muchos, no salgo de mi asombro. Porque estamos hablando de la principal autopista que tiene la provincia; no de una ruta que va de Gato Colorado a otro pueblito, en el norte santafesino. No: estamos hablando de la capital de la provincia, en su comunicación terrestre más importante. Esto se suma a todo lo que se viene viviendo en Rosario, en Santa Fe, en todos lados. Realmente, a mí, como ciudadano, lo que me nace es decirle al gobernador que renuncie y se vaya, porque evidentemente no tiene ni las herramientas, ni el coraje, ni nada como para frenar esta locura que estamos viviendo en la provincia, que supera todos los límites imaginados. Ministro de Seguridad: ¡¡por favor!! ¿Qué hace todavía sentado en su sillón? Yo ya he hecho mensajes semejantes a este y el diario me los ha publicado, muy generosamente; pero volvemos con el mismo tema, en forma recurrente. Estamos muy cansados de soportar esta situación. Y no vemos que alguien se agite en el gobierno. Nadie se pone colorado, ni nervioso... ¡Por favor! Háganle honor al cargo que ocupan o dejen el lugar a quien sepa y quiera arreglar esto".
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Un caballero no cede a la extorsión
Habían discutido toda la noche, una y otra vez trazaron líneas sobre el mapa de Checoslovaquia.
Algunos argumentaban que esas fronteras eran artificiales, producto del mal acuerdo de Versalles, y que era justo que los territorios con mayoría de población de habla alemana se reintegrasen a ese país. Otros, que el desmembramiento de Checoslovaquia violaría las garantías que ellos, los gobiernos de Inglaterra y Francia, habían dado a los checos. Además la destrucción de Checoslovaquia llevaría las fronteras del Reich al sur de Polonia.
Al día siguiente, el Primer Ministro Neville Chamberlain viajaría a Berlín a entregarle a Hitler todo lo que éste exigía. La paz está asegurada, decía, pagamos un alto precio, pero evitamos la guerra.
Winston Churchill no estaba de acuerdo: "Este no es más que el primer sorbo, el primer anticipo de una copa amarga que les ofrecerán año tras año... Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra, elegisteis el deshonor, y tendréis la guerra".
Amanecía en el castillo de Lord Halifax y el mayordomo retiraba las copas. El Lord hizo algo que jamás había hecho: le preguntó al mayordomo qué opinaba.
"Opino que no deben firmar el acuerdo", le contestó. Y ante la mirada interrogante de su señor, continuó: "Nada sé de política internacional, diplomacia o tratados. Pero antes de a usted, serví a su padre y a su abuelo. No sé si ese señor canciller de Alemania tiene razón o no en su exigencia territorial, pero, si entendí bien, los está amenazando. Y recuerdo haberles escuchado decir a sus antepasados que no es propio de un caballero ceder a una extorsión".
Cuando comenzó la Dictadura Sanitaria Global, la gente decía: son solo quince días, es solo quedarme en casa, es solo un trapo en la cara, es un sacrificio que hay que hacer.
Siempre supe que era el primer trago de una larga copa de veneno. Es solo otro mes más, solo otro pinchazo. La obediencia no te hará libre, solo alarga y profundiza la opresión. Te dieron a elegir entre la esclavitud o la enfermedad. Elegiste la esclavitu y perderás la salud. Hoy me dicen que si no me inyecto esa cosa no voy a poder ir a un recital, a un restaurante, recital o bar. Les contesto que no es propio de un caballero ceder a la extorsión.
Que voy a viajar adonde se me cante, porque mi libertad es mi derecho natural, no depende de ellos. Si no puedo ir a tu bar, me tomaré un Cuba Libre en la playa, si no puedo ir a un mal ventilado salón de fiestas, haremos nuestra fiesta en los campos, en las playas o en las montañas.Podrán tener dinero, fuerzas de seguridad, medios de comunicación, el alma de médicos, políticos y jueces en el bolsillo. Lo que nunca, pero nunca tendrán, es nuestra obediencia.