Este miércoles, en el recinto de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe, se realizó la entrega del “Diploma Especial” por la “Donación de Órganos” a Silvia Massa y Alejandro Trivisonno, padres de Antonella.
La niña, de 6 años, oriunda de la ciudad de Rosario, perdió la vida tras un accidente vial ocurrido en 1999 y, desde entonces, sus papás realizan campañas de concientización sobre la importancia de donar para “intentar mejorar la calidad de vida de otros”. La actividad se desarrolló en la Legislatura provincial.
Este miércoles, en el recinto de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe, se realizó la entrega del “Diploma Especial” por la “Donación de Órganos” a Silvia Massa y Alejandro Trivisonno, padres de Antonella.
En la oportunidad, la diputada provincial Natalia Armas Belavi, en diálogo con El Litoral destacó “aquel acto altrurista y de corazón que hicieron en el momento que falleció su niña, Silvia y en Alejandro, cuando decidieron donar sus órganos”, al tiempo que remarcó su importancia y “ la alegría que significa saber que uno está dando vida a otras personas que lo están necesitando”.
“No es fácil para nadie pensar en donar los órganos, en una situación inesperada y menos cuando uno está hablando de los órganos de su propia hija como en este caso”, dijo, y agregó que “donar es proyectar en la vida que deja Antonella y se la tenga presente entre nosotros”.
Por su parte, Silvia Massa, mamá de Antonella expresó que significa para ellos este homenaje y ser una familia donante. “Nosotros hacemos campañas constantemente sabiendo que intentamos mejorar la calidad de vida de otros y con eso ya fue suficiente, y aunque nos falte un abrazo, el lunes en el izamiento de la bandera hemos recibió el cariño y la contención de un montón de personas que nos ayudan y nos sostienen para seguir”, comentó.
Mientras que su papa, Alejandro Trivisonno recordó que su hija Antonella “fue donante de vida en vida - y continuó - ; está bueno que uno pueda decidir, pueda hablarlo con la familia, para que se tenga una opinión personal sobre este tema”.
María Antonella Trivisonno, una niña de 6 años, oriunda de la ciudad de Rosario, que perdió la vida tras un accidente vial ocurrido en 1999 cuando el auto en el que viajaba, junto a su mamá y sus dos hermanos, protagonizó un fuerte choque contra otro vehículo que pasó el semáforo en rojo. Tras ese lamentable siniestro, la pequeña resultó ser la más afectada al recibir un fuerte golpe en la cabeza que terminó con un diagnostico de muerte cerebral, y desde entonces se transformó en un emblema de la donación de órganos.