Las duras advertencias de productores de bioetanol y biodiésel en el Congreso
Los efectos de una legislación que urge cambiar en la visión de las empresas santafesinas, cordobesas, bonaerenses y tucumanas. De cómo la Argentina era pionera en el sector en 2006, lo maltrató en 2021 y hoy puja para no perder el tren.
Las duras advertencias de productores de bioetanol y biodiésel en el Congreso
Una reciente reunión en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación, que durante más de una hora escuchó las posiciones oficiales de funcionarios y autoridades de Santa Fe y Córdoba representadas en la Liga Bioenergética (expuso incluso el gobernador Martín Llaryora), también brindó cinco minutos de rigor a cada uno de los empresarios que, en representación de asociaciones y cámaras, dijeron lo suyo.
Se trata de productores de biodiésel (que se elabora a partir de granos oleosos como la soja) y de bioetanol con alcoholes obtenidos de la caña de azúcar y el maíz. Hubo voces de las dos cadenas de valor, desde el sector primario hasta las plantas fabriles elaboradoras de la (aún pequeña) porción de combustibles verdes que obligatoriamente deben contener los combustibles fósiles de todos los surtidores del país.
Se sabe: Argentina ordenó experiencias dispersas en biocombustibles con una ley de 2006 que fue "de promoción" y al perder su vigencia no logró una nueva norma de consenso que deje satisfechos a todos los sectores. La norma hoy vigente, de 2021, es producto más del lobby petrolero, y de un profundo desconocimiento sobre qué significan esos emprendimientos en las economías regionales que de una política de Estado, capaz de dar un norte claro más allá de los cambios de gobiernos en el orden nacional.
En pocas palabras, al terminar la vigencia de la ley 26.093 que le había asegurado un mercado interno al desarrollo de los biocombustibles, no se produjo su esperada renovación o superación, sino una involución en la ley 27.640, que redujo el corte verde en nafas y diesel. Los datos aportados por los participantes de la reunión son apabullantes. Y las comparaciones con otros países de la región que arrancaron mucho después que la Argentina en la materia (o ya la aventajaban, como Brasil con el etanol) muestran que -como se ha dicho- urge no perder este tren.
Los fletes que condicionan
Elbio Laucirica de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) explicó que "nuestras cooperativas invierten en biocombustibles para darle valor agregado a su producción y para trabajar en energías limpias. Mi pueblo (Rauch) está a mil kilómetros de Villa María donde se hace bioetanol y por eso no vamos a llevar maíz, jamás, por los fletes. Y sin embargo, invertimos en bioetanol porque queremos energías limpias para nuestro país con una producción sustentable".
"Como productor, no es lo mismo sembrar a 60 ó 400 kilómetros del puerto o a más de 1.000 como sucede con tantos buenos productores de granos. Por eso poder agregar valor en esos lugares de origen es muy importante. Pido a los diputados que tengan en cuenta esa realidad cuando voten una nueva ley" para el sector de biocombustibles y de promoción de la agricultura con el RIDA.
"Con los biocombustibles podemos acceder a mercados porque tenemos la huella de carbón más baja del mundo. Y Europa importa nuestros granos para bajar su propia huella de carbón en biocombustibles. Es hora de que nosotros saquemos provecho de lo que tenemos", reclamó.
Luego, en una breve intervención, Pablo Ginestet, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) insistió en un reclamo histórico del campo: "será buenísmo tener una política de biocombustibles nueva y que se impulse su desarrollo, pero los números tienen que cerrar sin que la soja y el maíz estén gravados por derechos de exportación. En el futuro, tiene que suceder que no haya impuestos a la exportación de los granos. Es excelente tener energías limpias y biocombustibles pero el productor primario tiene que recibir un precio justo sin importar para qué se usará", advirtió.
Caña de azúcar y maíz para la producción de alcohol usado en el bioetanol. Crédito: Archivo El Litoral.
"Caso único en el mundo"
Axel Boerr, de la Cámara Panamericana de Bicombustibles Avanzados (CAPBA) mencionó que desde hace 28 años se vincula con energías limpias y biocombustibles y sin vueltas fue al grano: "este es el único Congreso del Mundo que sancionó una ley de reducción del corte de biocombustibles en naftas y diésel del orden del 50%, que hoy llega en realidad a un 70% con un corte de apenas 3%. Este proyecto de ley de modificación de la norma vigente es la oportunidad de redención", graficó.
Agradeció por "hacerse eco de las necesidades del sector" y aclaró que las reducciones del corte de combustibles verdes en derivados del petróleo han sucedido a nivel internacional solo "en situaciones muy particulares, como por ejemplo hoy ante la guerra en Ucrania".
"Somos un país que tiene a Vaca Muerta, pero también déficit en producción de naftas y gasoil, en un contexto en el que no se invierte en nuevas refinerías". Los biocombustibles "no vienen a competir" con los derivados del petróleo, sino a colaborar, en la letra del proyecto que se pretende aprobar.
Retroceso palpable
"La (derogada) Ley 26.093 fue la primera de biocombustibles y promocionó al sector: logró un millón y medio de toneladas de capacidad para el mercado doméstico y dos millones y medio para la exportación. Su sucesora, la (vigente) Ley 27.640, fue ya no de promoción sino un marco regulatorio que bajó el corte, la previsibilidad y aumentó la discrecionalidad a la autoridad de aplicación. Desde que rige no se hizo absolutamente ninguna inversión y prohibió la participación de aceiteras y petroleras. Con el biodiésel perdimos en tres años el equivalente a uno de producción, de entrega", dijo Boerr. "Tenemos una capacidad instalada de 4 millones de toneladas que en 2023 se usó solo en un 25%", resumió.
Con la norma que se busca avanzar "participarán todos los actores, los que entregan hoy y los vedados, en un esquema de libre mercado porque equipara capacidades de producción y pone un tope del 14% para que no haya depredación. Al bajar las emisiones de carbono con los biocombustibles se beneficiarán todos los actores, podrán convivir mezcladoras y no mezcladoras. Petroleras y no petroleras. Contiene una visión de cooperación con Vaca Muerta, no de competencia. Podemos ser socios con la industria petrolera en la transición energética y la mitigación de la huella de carbono, lo que sirve a toda la industria argentina", explicó.
Azúcares y alcoholes
Jorge Feijoo, del Centro Azucarero Argentino, dijo que ese sector emplea "de manera directa" en Tucumán, Salta y Jujuy a 57.000 personas. "Es la economía regional más gravitante en el Noroeste Argentino. El bioetanol y la ley de biocombustibles de 2006 abrieron en el país 50 nuevas industrias, la producción de alcohol se triplicó y la superficie cañera sembrada se incrementó en un 40%. Hubo inversiones por 533 millones de dólares en las provincias. En 6 años el alcohol se convirtió en 30% de las ventas brutas del sector cañero, gracias al bioetanol".
Medido en dólares, en ese período "se evitaron importaciones de naftas por 4.200 millones". Sólo en 2023 "el alcohol evitó importar 3.200 millones de dólares de aditivos para lograr el octanaje que las naftas argentinas no logran si no fuera por el bioetanol".
"Las refinerías de petróleo están al máximo de su capacidad. Aprovechemos al máximo a Vaca Muerta y también a la vaca viva", pidió. Mostró el panorama regional con datos: Brasil ya tiene el corte de etanol al 27% en todos sus surtidores de naftas; Paraguay, 25; Uruguay ya logró el 9, nosotros seguimos todavía en un 12%".
Modelo agotado
El empresario indicó que desde que rige la ley vigente, desde enero de 2020, han pasado a la fecha 54 meses. "Solo en tres meses se cumplió la norma que ha dispuesto cómo se fija el precio, en diciembre 2023, enero y febrero de 2024. Nada más. Por eso decimos que estamos en un régimen regulatorio agotado. No digo que tenemos que tener producción sin riesgos, pero sí reclamamos previsibilidad", agregó. "Si hoy el corte de etanol fuera de un 25% solo habremos llegado a sustituir las importaciones de naftas".
"Nunca vi un proyecto de tanto consenso, tan amplio y tan diverso, entre todos los sectores involucrados, con un solo texto unificado para que encontremos un camino de desarrollo. Es fundamental que se entienda que ha sido muy trabajoso para llegar a la síntesis. Lo que tenemos hoy no funciona. No se puede aplicar lo que está vigente. Necesitamos previsibilidad es lo que se necesita para un sector que tiene una enorme vocación de inversión", subrayó Patricio Adam de la Cámara de Bioetanol de Maíz, que nuclea a productores de San Luis, Córdoba y Santa Fe.
Energías verdes para poder "industrializar la ruralidad"
Por la Cámara de Biocomubistles de la Unión Industrial de Santa Fe, Marcelo Kusznierz, optó por apartarse de lo que había escrito para exponer, al quedar en los últimos lugares para decir lo suyo. Y apuntó a los factores políticos que trajeron hasta aquí a los productores de biodiésel (en Santa Fe está el 82% de la capacidad de producción instalada) y de bioetanol de maíz y caña de azúcar, en plena declinación, producto de una legislación que "se debe cambiar".
Explicó que "el lobby petrolero" impuso durante el gobierno nacional anterior una nueva regulación y eso se refleja en la ley vigente, con perjuicios que ya habían expresado empresarios del sector a los diputados nacionales que tienen en comisión tres proyectos de ley propios. Redobló su apoyo a un cuarto, la norma que propone la Liga Bioenergética expuesta por funcionarios santafesinos y cordobeses. Elogió el discurso del gobernador Martín Llaryora con un impensado "cambio de domicilio", bromeó.
Recordó que producto de las gestiones oficiales santafesinas de funcionarios y legisladores nacionales se evitó un mal aún mayor, en cuanto se inició el actual gobierno nacional que, además de impulsar una suba de las retenciones a las exportaciones del agro, previó un apartado especial, que finalmente no siguió adelante. "En enero -recordó-, cuando se presentó la Ley Bases hubo un capítulo que se quitó por suerte, que era nefasto para el sector. Luego se nos explicó que había entrado por 'un error de redacción'. Era terminar con las Pymes del sector".
"Pero queremos mirar para adelante, Argentina votó un cambio de paradigma, en favor de la desregulación y de la libertad. Nosotros entendemos que esa libertad tiene de alguna manera derechos adquiridos y que con este proyecto de ley que proponemos desde la Liga de Provincias Bionenergéticas que hemos ayudado a redactar.
Advirtió que hubo "intereses políticos y del lobby petrolero" que promovieron el retroceso de la norma hoy vigente. "Todos tenemos que tener una mirada diferente, no enfrenar a los sectores sino integrarlos, complementarlos. Ese es el camino: lo decimos siempre, el sector de los biocombustibles industrializa la ruralidad".
"En otra época hubiera sido difícil pero hemos logrado coincidencias con Carbio (una Cámara de grandes industrias aceiteras) y nos sacamos una foto todos juntos. Nosotros no podemos estar peleados con otros sectores con los que debemos complementarnos, nos pusimos de acuerdo: son nuestros principales proveedores de aceite y nosotros tampoco podemos pelearnos con las petroleras si son nuestro principal cliente. Y esa industria no puede salir a decir que nosotros no somos eficientes si a nuestra producción la necesitan para mejorar el gasoil Premium de grado 3 porque sino no les dan los estándares de calidad. Urge que nos saquemos la careta de los intereses y trabajemos juntos por una Argentina productiva".